El ámbito de aplicación del apoyo son los miembros de la estructura más nuevos y todavía incactivos en su relación con el medio. Para que un delegado de grupo se convierta en «contactador», requiere de un impulso mínimo que puede darlo esta función. La gente es muy temerosa de las cosas que salen fuera del encuadre de lo cotidiano. Si logramos que los miembros de la base notifiquen a sus medios para que sepan en qué están y que digan lo que piensan, habremos dado un paso importante. Tal vez el 50% de la base ni comenta en su medio en que está. Ellos nos dicen cosas y nosotros no a ellos. ¡Pero que es ésto! Si fuera solo por TV, pase. Pero que cualquier pelafustán nos venga a predicar las bondades del sistema o del dólar y nosotros no le digamos nada, ¡es mucho! ¿No decimos nada porque está en la vigencia de la época? Esto no puede ser una resistencia para nosotros. ¿O es que creemos en lo que es y no vemos lo que será? Habrá que explicar de un modo suave qué cosas hacemos, que cosas pensamos, sin acaloramientos, pero explicando afin de cuentas. Tenemos que habilitar a los nuestros para el contacto. La «Carta a mis amigos» nos acerca a este tema. Tenemos que barrer con el ridículo temor a no ser comprendidos y decir que somos del Movimiento, qué pensamos y qué creemos.

No se vé la necesidad de corregir los manuales de los sectores en estos momentos. Es claro que ambos sectores deben contribuir a éste momento de proceso.