Nos la vamos arreglando con fotocopias, prestando libros, pero esta no es la mejor condición. Lo mejor es que todo el grupo tenga el material original en sus manos y no que lo tenga sólo el orientador. Hay que favorecer que la gente se entere mejor.

En cuanto a materiales escritos distinguimos entre libros, materiales generales, materiales de línea y hojas de barrio.

En cuanto a los libros, aspiramos a que las editoriales del sistema se encarguen de su edición. Donde no logremos eso, no podemos dársela a una editorial de cuarta, que nos malea la imagen. En ese caso, hagamos nosotros las ediciones para los nuestros y un poco más allá. No hagamos separatas de libros, editemos los libros completos. La gente está acostumbrada a algo de calidad, tiende a tomar lo mejor presentado. En el caso de libros en lenguas nuevas, lo recomendable son siempre los editores del sistema. En caso contrario, será conveniente que el consejo se haga cargo y no dejar solo al delegado general que se aplica en ese nuevo país. Nuestras prioridades en materia de libros son: 1) Autoliberación; 2) Experiencias guiadas; 3) Humanizar la tierra. Aspiramos a que Autoliberación esté publicado para junio en todas las lenguas.

En el caso de materiales generales (por ejemplo: «Carta a mis amigos») también importa la presentación y calidad. Conviene ediciones conjuntas por parte de los consejos existentes en un mismo lugar, buenas publicaciones y no una fotocopia mal presentada.

En cuanto a los materiales de línea, son experimentos de las líneas y eso va.

En cuanto a la Hoja de Barrio, si no es de calidad puede ser contrapropaganda. Para que salga bien tiene que haber un staff dedicado a eso. No nos conviene poner estructurales. Tal vez buscar otra gente que se dedique a eso.