1. «Ir contra la evolución de las cosas, es ir contra uno mismo».

Explica que cuando por anticipado se sabe el desenlace de un acontecimiento, la actitud correcta es la de aceptarlo con la mayor profundidad posible, tratando de sacar ventaja aún de lo desfavorable.

2. «Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario».

Es decir: cuando movidos por impulsos irracionales formamos algo contra su propia naturaleza, podremos observar que en efecto, muchas cosas ceden ante nuestras exigencias, pero también que las consecuencias inmediatas, o a largo plazo volverán contra lo que queríamos logras. Esto no quiere decir que no seamos forjadores de acontecimientos, o que no demos dirección a las cosas.

3. «No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite; entonces avanza con resolución».

Este Principio no habla de retroceder ante pequeños inconvenientes. Se está refiriendo a aquello que es más fuerte que uno.

4. «Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente».

Quiere decir que si impulsados por un objetivo, desacomodamos toda nuestra vida, el resultado aún cuando se logre será amargo.

5. «Si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones».

Es una forma de explicar que siempre estamos viviendo entre cosas aparentemente opuestas. Ello nos crea contradicciones y sufrimiento. A esas aparentes oposiciones, debe comprendérselas como aspectos diferentes de una misma cosa que puede ser aprovechada.

6. «Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento. Pero en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente».

Este principio, puede resultar chocante en una primera lectura, porque se piensa que se está diciendo:

«Goza aunque perjudiques a otros ya que el único freno es tu salud personal». Pues bien, eso no se está diciendo. En realidad, se explica que es absurdo el deterioro de la salud por el ejercicio de placeres exagerados o indirectamente nocivos. Pero además, se destaca que la negación prejuiciosa del placer produce sufrimiento; oque el ejercicio del placer con problemas de conciencia, también es perjudicial. En fin, la idea principal es aquella de no perseguir el placer, sino de ejercitarlo sencillamente cuando se presente, ya que buscarlo cuando no está presente o negarlo cuando se presenta, siempre es acompañado por sufrimiento. A este Principio (como a todo los otros), no hay que sacarlo del conjunto. De esta manera, hay otro Principio que dice: «Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas». Por consiguiente el sentido cambia cuando se entiende y se ejercita el conjunto, o un Principio aislado.

7. «Si persigues un fin te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas».

Enseña a obtener beneficio de toda situación intermedia que nos lleva al logro de un objetivo. No dice que no deban existir fines, ya que la planificación de cualquier actividad se realiza en base a fines. Se está explicando que dado un fin cualquiera, todos los pasos que llevan a él, deben considerarse del modo más positivo posible. De otro modo, cualquier actividad anterior al logro del fin produce sufrimiento y por lo tanto, si es que el fin se logra, pierde sentido por el costo vital que representa el sufrimiento invertido en los pasos intermedios.

8. «Harás desaparecer tus conflictos cuando lo entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos».

Invita a evitar la improvisación movida por impulsos irracionales. No dice que no haya que hacer algo, dado un problema, sino que simultáneamente al hacer, debe comprenderse. Casi todas las personas, frente a un conflicto y movidas por su ansiedad, se lanzan a solucionarlo sin comprenderlo en su raíz.

De esta manera se complica aún más el problema y este motiva a otro en una cadena inagotable.

9. «Cuando perjudicas a los demás quedas encadenado. Pero, si no perjudicas a otros, puedes hacer cuanto quieras con libertad».

De comienzo explica que crear problemas a los demás, tiene por consecuencia que los otros se lo creen a uno. Además dice que no hay motivo para dejar de hacer lo que se quiere si nadie se perjudica con tal acción.

10. «Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas».

Este Principio es de grandes consecuencias porque lleva a una apertura, a una comunicación positiva con los otros seres humanos. Sabemos que el encerramiento en uno mismo genera problemas más o menos graves. El llamado «egoísmo» puede reducirse precisamente a un problema de encerramiento y falta de comunicación. El Principio otorga importancia al hecho de ir positivamente hacia los otros y complementa al Principio anterior que recomienda: «no perjudicar a otros», pero la diferencia entre ambos es grande.

11. «No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos; lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando».

Aquí no se explica que haya que abandonar todo bando. Aquí se sugiere considerar la posición en que uno se encuentra, como resultado de factores ajenos a la propia elección: factores educacionales, de ambiente, etc. Tal actitud hace retroceder el fanatismo, al tiempo que permite comprender los bandos o las posiciones que asumen otras personas. Evidentemente, esta forma de considerar el problema de los bandos contribuye a la libertad de la mente y tiende un puente fraterno hacia las demás personas aún cuando estas no coincidan con mis ideas, o aparentemente se opongan a mis ideas.

12. «Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti. Si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte».

Aquí se quiere decir que todo acto que se realiza queda grabado en la memoria y desde allí influye en las otras vías. Por tanto, la repetición de actos que dan unidad interna o que generan contradicción, van formando una conducta que condiciona a las acciones posteriores en alguno de los dos sentidos. Repetir los actos de unidad interna, significa ejercitar los Principios en la vida diaria. También se da a entender que no se trata de la repetición de un acto (o de un Principio aislado), sino de un conjunto de actos de unidad interna. Sin duda que al ejercitar todos los Principios nos encontramos con una disciplina integral, capaz de ir transformando nuestra condición sufriente en una nueva forma de vida de creciente unidad interna y, por lo tanto, de creciente felicidad.