– Revisión de cosas significativas por registro, por experiencia en la propia vida. Mirar la propia vida despejando pesos, pero con otra óptica. Es interesante hablar de los propios registros significativos, que es lo único válido. Si ese registro es de unidad y despeje : bien.

– Se sugiere apoyarse en los registros, hacer un arqueo interno y apuntar al futuro.

– Los fenómenos paranormales no hacen al tema que estamos tratando. Es como una rama y no mucho más. Pueden ser registros significativos, pero son una rama y no el tronco.

– Se describen algunos registros de experiencia con la fuerza como un fenómeno ajeno a la propia conciencia, como algo proveniente del exterior que pasa a través de uno y que no lo intenciona la propia conciencia.

– El despeje de los ruidos que se registra como un agotamiento mental, como si uno estuviera con la cabeza inmersa dentro de una pecera. Registro del aburrimiento por el ruido de los propios contenidos (creencias, divagaciones, ensueños, etc.) y la búsqueda de un estado de simple observación con registros placenteros. De estos registros se desprende que hay una manera diferente de estar en el mundo y de estructurarlo. Estos son registros a otro nivel y no responden a ejercicios o prácticas, sino que son productos de una maduración y comprensión sobre el propio proceso.

Este tema tiene que ver con resolver sentidos, con dirigirse hacia lo fundamental.

De lo anterior se desprende que una vez que las experiencias de uno estén claras, habrá que tener claro lo que se pretende hacer (trabajo individual sobre el arqueo y trabajo individual sobre las condiciones)

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Estamos asistiendo a un neo-romanticismo que cree que se puede manejar todo, hasta la propia conciencia (espíritu fáustico). Podemos ascender a niveles de conciencia más interesantes, pero no por determinadas prácticas. Ayudan (estas prácticas), pero no es por ahí . . . La extensión de esto (el espíritu fáustico) va a llegar a la producción de fármacos que alteren la química cerebral. Es parte de la mecánica del pensamiento fáustico. Occidente sin salida apela a todo tipo de prácticas, pero no va al meollo del asunto. Hay que procesarlo más calmadamente y no por el forzamiento propio de una práctica. La práctica es del género de las particularidades. No hay prácticas para lo esencial («haga esta práctica y trascienda o tómese esta pastillita y trascienda»… así no es la cosa).

Un ejemplo, el caso del Maestro Nicéforo (Filocalia). No es por las prácticas de la oración del corazón que él logra determinado nivel, sino al revés. Es por la dirección del propio proceso hacia lo esencial, cuando se encierra en el Monte Athos, que él produce la «Oración del Corazón». Lo esencial tiene que ver con un proceso y no con prácticas. Estas últimas no te dan una dirección definitiva. El sentido de la vida no se soluciona por una práctica. La conversación nuestra va en el tema de la dirección de lo esencial. Experiencia con peso interno. Las prácticas son adquisiciones, pero al final no dan sentido. La reflexión sobre la acción es lo que genera la madurez para esclarecer el sentido y esta reflexión no es una técnica, es una actitud. El cambio profundo viene de la reflexión sobre el propio proceso. Es un despeje del camino y sacarse peso.