ARICA (25-1-97)
Negro: Bueno, muchachos qué vamos a hacer. Desde mañana. ¿Cómo se ve la cosa: difícil, fácil, imposible, posible? ¿Desde dónde vamos a partir?
Mirna: Priorizamos las reuniones semanales en las casas.
Negro: ¿Cuándo empieza la fiesta?
Mirna: Hemos empezado a reconectar. Vamos a larga una misión.
Negro: Estamos haciendo cosas muy fuertes en todos lados, pero uno quiere incorporar al otro y, a veces, presiona, aunque el otro esté con algunos problemas. La cosa tiene que ser voluntaria, tiene que salir muy de adentro. Parece que hay que hacer una cosa en conjunto, entre todos. Nos ponemos de acuerdo en los objetivos y en los métodos. Todo esto dentro de un plazo. Eso es conjunto. Pero esto de que uno se va a largar, eso de que uno se hace cargo, esas son decisiones personales. Si el otro no se avienta a la piscina, bueno, el sabrá. No tenemos porqué juzgar. La cosa es fácil. Yo tengo un proyecto, invito y el otro decidirá personalmente. De lo contrario estás arrastrando a varios y, por ser amigos, fuerzas y te siguen, pero lo harán por cumplir y obtendrás un diez por ciento de rendimiento. Hay mucha gente que está aplastada con cosas, con problemas, pero que quieren cambiar. Esos son los voluntarios, los que rinden libremente el cien por ciento de lo que pueden dar. ¿Quiénes nos vamos a poner de acuerdo? Bueno, ya. A los otros que no se ponen, no les vamos a dar con un martillo en la cabeza. El corazón es lo que decide. Si la gente acompaña de corazón, está bien. La gente tiene por ahí situaciones en su vida, entonces no puede acompañar el proyecto. No importa. Vamos con los que quieran, de adentro. Ahí están los mejores rendimientos. Así que será lindo que se ajustaran las cosas y que nos comentaran de otros sitios. En cada lugar hay que hacerlo con la sensibilidad propia de ese lugar, el lenguaje, etc.
Wilfredo: Yo comentaba ayer en Iquique que ha sido importante esto de hacerse cargo del cambio, en la propia y en el medio. ¿Voy a dejar que otros decidan por mi? La gente no encuentra canales de participación. Tal vez lo pueda empezar a sentir en el Movimiento. El medio está receptivo. Depende de nosotros. Entonces nos damos un plazo hasta el dos mil. Apoyarse en lo mejor de sí y ver lo mejor del otro es un cambio de mirada interesante. Generalmente hemos estado en lo de traer a la gente, cuando ahora hay que ir donde la gente está: en sus casas, trabajos, lugares de estudio. La reunión semanal es la base, la clave, donde uno toma contacto con otros. Ahí va procesando la gente. Lo otro es tener materiales, muchos materiales sencillos. Para que después se pueda estudiar y procesar más. En Sao Paulo el intercambio fue fenomenal. Se empiezan a notar crecimientos espectaculares con una simpleza muy grande. Algo se disparó. Se contagió por todos lados. La gente rápidamente ha ido tomando la imágenes. No es teoría. Hay evidencia. Gente que en una tarde recorre los departamentos de un edificio y diez se incorporan a la estructura y tres ponen sus casas. En Valparaíso los nuestros recorren una cuadra y siete participan. El que se pone en el tema y quiere hacerlo, se le da. Es un tema de aplicación. Aplicarse. Diez de doce es una proporción muy alta. En Brasil, uno de los delegados de grupo de Beatriz, armó su estructura en un día. Pareciera que todo se da. La gente está receptiva y quería participar. Hasta ahora han habido altas y bajas. Pero este es otro momento. Ahora la evidencia es que va.
Negro: ¿Qué vamos hacer para adelante?
Cristian: En todos lados la gente del Movimiento tiene bastante clara la cosa. En todas partes del mundo sabemos lo que queremos hacer. Nuestro objetivo de largo plazo es la Nación Humana Universal y nuestro objetivo de corto plazo es lograr fenómenos sociales hacia el dos mil. En nuestro medio inmediato encontramos gente en confusión y les parecemos insolentes porque planteamos las cosas con claridad. Y los nuestros se achican y tienden a relativizar y ablandar el planteo y desreferencian. Esta forma no es la que nos sirve. Por el contrario, lo que importa es salir con claridad y potencia, ahí donde estamos. No puede ser una acción tibia. La población se comienza a plegar.
Negro: Lo que encuentra la gente es que la tratan como un número, un consumidor, un contribuyente.
Cristian: De ahora en más hay que plantarnos objetivos claros y desarrollos fuertes, llegando con planteos potentes. Las reuniones semanales van con muchos materiales, con mucho intercambio y actividades. Es una acción social porque las están haciendo muchos y en muchas partes del mundo. Sabemos que tenemos que manotear el aparato jurídico y político. Esto también lo tenemos que hacer, además. Hay que tomar ese aparato para hacer las modificaciones del caso. Aprovechar las elecciones nacionales. En Chile tenemos elecciones parlamentarias. Queremos superar el cinco por ciento de los votos. Lo podemos hacer si formamos estructuras. Para hacer estructuras hacemos lo que estaba comentando Wilfredo. Gente que viene y participa de un proyecto. De eso se trata. De ese modo se va a encender ese motor interno que está en el corazón de cada cual. Esto es más fuerte que cualquier cosa. Debemos poner ese fenómeno en marcha. Cualquier actividad nuestra tiene que ser en circuito integrado, tiene que servir para crecer. Tengo que pensar en crecer y tener materiales para todos ellos. Tenemos que llevar la intención de incorporar desde entrada, hay que ir con una intención directa.
Carlos Ojeda: Hay que contactar de corazón a corazón. Hay que hacerle caer en cuenta al otro que estamos en la necesidad de un cambio enorme, por él, por su familia.
Negro: Tenemos que incorporar familias enteras o, lo que es lo mismo, al individuo y s medio inmediato.
Cristian: Hay que ir directo al punto. Hay que hacer el ejercicio. Tirarnos al agua. Comenzar mañana mismo. Haremos campañas, consultas populares, que nos permitan llegar a la gente, formar una fuerza social, que recién, dos meses antes de las elecciones, aplicamos a la campaña política.
Wilfredo: Hacerse cargo dentro del Movimiento tiene otro registro; es como un hacerse cargo de lo mejor de uno mismo. No se trata de una cuenta pendiente con alguna institución o alguna obligación bancaria. No. Es con alegría, con felicidad, con el futuro que tu quieres construir con lo que te haces cargo dentro del Movimiento. Yo quiero hacerme cargo de llegar a cien en junio, pero no sabemos como comenzar mañana. Hay que definir la imagen inmediata de integración estructural. Planteamos el proyecto, lo definimos y nos largamos a la actividad, la herramienta y todo eso. Primero el proyecto, los compromisos y la ficha: vamos a sus casas o vienen a la nuestra, como quieran, pero con reciprocidad. Y ya largamos las invitaciones a todo aquel que encontremos, inclusive al que está vendiendo las entradas y no estaba aún en el Movimiento: «Aquí traigo su ficha también». No hay que estar preocupado que la gente se pueda ir.
Negro: Los que se van quedan en buena relación. Vuelven y ven que hay más, entonces les dan más ganas de quedarse.
Cristian: Tenemos que hacer crecer la fuerza social, real, para luego ir al gobierno. No basta un funcionario o un cargo o un diputado. Este año podemos avanzar mucho y superar el cinco por ciento.
Alguien: Jugársela vale la pena. Romper los límites. Liberar al dios encadenado, liberando al dios encadenado del otro.
Claudio Ojeda: Yo me siento potente, porque no he cesado en la acción. No me he bajoneado. Yo siempre me he atrevido. Los otros, los de los otros partidos, no dicen lo que quieren. Yo si he dicho lo que quiero y por eso me quedo en el Movimiento, aunque seamos pocos. Doy gracias de haber contado con una imagen que me ha sostenido.
Sergio: «Siendo humanista se vive mejor», esa frase en un volante que trajo Cristian me resonó. Gente que te quiere. Gente que tu quieres. Con proyectos. En conjunto. Con otros. Si eso no es vivir bien, ¿qué es entonces vivir bien?.
Negro: El dos mil es para nosotros un plazo. Hemos hecho mucho, ideas, doctrina, experiencias, pero hemos formado un cuadro humano pequeño, pero excepcional. Yo creo que en estos dos años y medio soltamos este resorte que hemos comprimido. Si no logramos demostrar al mundo una fuerza poderosa, entonces mejor nos vamos a pescar. Queda probado científicamente que no servimos para nada. Es un plazo en el que nosotros nos demostramos a nosotros mismos y al mundo que algo nuevo ha surgido en la historia.