Son la vanguardia esclarecida del desorden. Deberíamos empezar a ejercitarnos con ellos. Les va a costar comprender que somos su única salida. No puede ser que se vayan a su casa y no le den continuidad a su proceso.
Los “renovados” manotean nuestro lenguaje, pero ellos no saben algo que nosotros sí sabemos: las palabras son imágenes, las imágenes son signos, los signos son sistemas de tensiones, entonces que sigan usando nuestras palabras y verán que les pasará.