Son dos temas los principales: armado de las redes y reunión semanal.

El armado de las redes es un punto clave. Las redes comienzan a armarse cuando comienza a armarse el grupo, sin importar el número que este tenga. Esto se refiere a las tres redes.

Respecto de la reunión semanal esta debe estar parametrada en tres partes:

a) Trabajo Interno:

No es interesante pautar esta parte, mejor que cada orientador vea que temas conviene ver. Esto evita la cosa mecánica y aburrida, y por otra parte contribuye a la creatividad.

Lo que si conviene es fijar la bibliografía en la que nos podemos apoyar: Estudio sobre el Movimiento (la parte de La Comunidad, por ejemplo); Autoliberación (sobre todo relax y autoconocimiento, más autoconocimiento que relax, ya que este último tiene gusto a poco. No catarsis y transferencia, ya que son temas un poco complejos); Experiencias Guiadas (libro o cassettes); Humanizar la Tierra.

b) Intercambio:

Lo que se pretende es promover la expresión y la participación en la configuración del grupo. Se trata de que den su opinión sobre el trabajo que cada uno ha realizado. El orientador debe procurar que la gente participe, que se meta en el conjunto. Debe procurar por ejemplo que nadie se quede en los rincones. Por otra parte tampoco conviene que un «lengua de ballena» monopolice la reunión.

c) Organización:

El objetivo de esta parte es la discusión sobre las actividades que permitan el desarrollo estructural del grupo. Por ejemplo: organización de operativos de contacto y de recontacto, seminarios de los sectores, planificación de la actividad, etc. En síntesis trata sobre la organización, mecánica del grupo y la acción del mismo.

Nos interesa que exista la misma forma en todas las reuniones, pero que los contenidos varien. Los contenidos deben ser dinámicos, interesantes, entretenidos, etc., no plomazos o rutinarios. Que haya movilidad en todo. Los orientadores no tendrá esa movilidad y dinamismo pero la iran adquiriendo con el tiempo.

Respecto de la duración es recomendable que no pase de una hora. Debe estar muy bien definido el comienzo y el fin de la reunión. También debe estar pautadas por dentro las etapas, el pasaje de una parte a otra.

Terminada la reunión, y después de un intervalo, comienza la post-reunión. Esta es de suma importancia ya que consolida el grupo. Aquí se intenciona el trato personalizado. Es probable que algunos miembros se vayan terminada la reunión, no se trata de someterlos a presión de grupo, ya que el grupo mismo en su mecánica va a saber con quien cuenta y con quien no.

d) Operativos de Recontacto:

Debieramos producirlos una vez por mes, con una duración de dos días. Otros modos de organizar el recontacto, no funcionan.

e) Retención en la base:

La retención a la base tiene que ver con el orientador. Por ejemplo con que las reuniones sean fuertecitas, interesantes, dinámicas. Si todo esto no va, no hay tecnología en el mundo que compense a un «plastron». El número atrae a la gente, y si somos muy poquitos entonces los llevamos a un «pozo común», pero aspiramos a que se formen segundas instancias, a que cada uno tire línea y arme su grupo. Si los grupos son muy débiles es mejor llevar a los ingresados a un punto central, al «pozo común», pero si el que lleva la reunión es un «plastron» se va a perder todo y por lo tanto los recién ingresados no volverán. Con ese caso, con ese que no se preocupa por mejorar nos podemos encontrar muy a menudo, por eso aspiramos rápido a que cada uno arme su línea. ¿Por qué habríamos de perder tiempo y gente con ineptos? ¡No! la gente debiera quedar con ese que la conecto.

Esto de que un orientador plomo eche a perder el trabajo de aquellos que traen gente al grupo, no es ni ético ni técnico. De manera que con la retención esta bien con los administrativos, pero, ¿qué con el orientador?

La condición inicial del grupo que se forma lo determina por largo tiempo, y en algunas ocasiones recién a nivel de Delegado General se pueden hacer correcciones que también a veces resultan complejas.