Hacia 1969, gente joven de Sudamérica, Europa y Norteamérica comenzó a relacionarse en base a los escritos de Silo que circulaban por varios países. El contacto personal facilitó la confección de un plan de estudios sobre la situación del ser humano en el mundo actual. Los estudios fructificaron en conclusiones, las conclusiones en difusión y la difusión agrupó a numerosas personas en una corriente que, desde entonces, fue conocida como «El Movimiento». Miembros del Movimiento crearon instituciones o influyeron en otras ya existentes en base a ideas de no-violencia física, económica, racial y religiosa; en base a ideas de no discriminación, de libertad y justicia. Poniendo al ser humano como valor central se ocuparon del problema social, advirtiendo que todo cambio como dirección y sentido debe comenzar con modificaciones concretas en la situación en que viven las personas que promueven dicho cambio.