Este es un excelente momento nuestro para acelerarnos y avanzar, no estamos ni tan veloces ni tan organizados como lo exige el momento del mundo, pero estamos bien y estaremos mejor.

Respecto a los cambios en el mundo (especialmente en el Este)1 no hemos de verlo como la prensa, donde hay cambios de instituciones -Gobiernos, Partidos, etc.-, sino que son cambios dentro del ser humano manifestándose en el mundo. De distintas formas estos cambios internos, del individuo y el conjunto social, se manifiestan en el mundo y lo modifican. Es más, hacen que las cúpulas modifiquen y se modifiquen.

Hay distintos puntos en el globo, unos más acelerados que otros, pero todo es afectado, influenciado por ésto. Están acelerados los puntos del Este, pero también de Latinoamérica, Argentina, Brasil. Sobre todo hay aceleración de deterioro. Es claro que el más afectado es el individuo, a consecuencia de ello hay mucha inestabilidad y desequilibrio en la gente. Hay desorientación y desreferenciación. Los cambios que se manifiestan afuera luego vuelven sobre el individuo.

En esta desubicación se buscan respuestas hacia atrás, en el pasado, en la memoria de lo conocido. Esto es como cuando hay corte de luz y buscamos las velas… Nosotros vemos las soluciones adelante, en dirección a futuro.

El registro que se produce hoy es falta de coherencia y de que hay un proceso que se escapa de las manos. La gente estaba como atada y ahora hay un cambio en sentido centrífugo. Cada lugar tendrá su cambio, pero no sabemos cómo se canaliza. No es lineal por cierto, hay avances, retrocesos, desvíos, errores, aciertos, etc. No sabemos cómo sugerirán los cambios en general, cómo seguirá en Latinoamérica o en USA, pero seguro habrán cambios.

Lo interesante es el ser humano, que está vivo y busca un cambio. El todo social busca un cambio, es un ser vivo que le ha quedado chica la piel, o el cuerpo… y busca cambios.

Esta década es muy móvil, no como la del 70 que era todo chato y gris, ahora todo está vivo y con repercusiones simultáneas en todos lados.

Es claro que en este caso las ideologías antes vigentes, el marxismo por un lado y el pragmatismo por otro, harán un recodo y en su reflexión se aproximarán a nosotros. Tiene que ser así. Lo del Este es estrepitoso, luego de más de 70 años ha pasado de todo, sin embargo están como en cero, sin haber procesado, por ello se piden reivindicaciones truncadas hace 70 años, lo importante es avanzar.

Aquí se suma el problema del Islam chiíta que simplemente quiere repúblicas islámicas y entonces avanza y se producen estas cosas de choques de crucifijos, hoces y martillos con la media luna, toda una simbología de paisajes internos encontrados. El Islam avanza, ya estuvo una vez en Viena y ahora es la segunda religión en Francia.

La URSS tiene una geografía que la lleva a una función clara: puente entre Occidente y Oriente, entre Asia y Europa, para lo cual tiene que afirmarse, universalizarse y hacerse apta para ello y habrá de sortear esos inconvenientes. Lenin quería seguir el modelo de los cantones suizos para una cosa tan distinta, de eslavos y asiáticos, de zariastas y nómadas. Por otro lado, las repúblicas bálticas quieren retrotraerse a los acuerdos anteriores a 1919 porque eran independientes al caer el Imperio Otomano y las perjudicaron, pero no se ve que ese secesionismo sea hoy por hoy interesante.

Este choque ideológico ahora es distinto: los marxistas están quebradísimos y con el registro de “no funcionó”, mientras que los musulmanes trabajan con el registro de que lo de ellos es cierto, creen y sienten que es cierto, lo único cierto y muchos desreferenciados se prenden.

Por otro lado los neoliberales están inflados porque ven que funciona mejor su esquema de sistema, pero que no se ceben porque ya les va a tocar, no sabemos como, pero es la “hora de los pueblos”. En Argentina la cosa está sumamente deteriorada y numerosas posibilidades políticas se han terminado, los cromañones pueden actuar y responsables serán los que crean estas condiciones y no las cambian.

De todos modos está todo bien como va el mundo, hay cambios, nuevas posibilidades y esperemos que no haya nada cavernícola para retroceder.