Para Los pensadores en general, hay azar porque se desconoce el encadenamiento de los fenómenos.
Para algunos lógicos: hay dos tipos de series, aquellas que expresan el orden (o solidarias o de tipo casual) y las independientes entre sí (o de tipo de causal o azaroso o fortuito).
La investigación del azar está ligada, generalmente, a conceptos de probabilidades esto supone como dice Poincaré que el «azar es una realidad positiva y el cálculo de probabilidades no es de un modo matemático deficiente, sino que corresponde a la estructura de lo real». Aveces se considera que la existencia del azar se debe al crecimiento del desvío de las causas y los efectos, por eso aumenta a medida que pasa de lo físico a lo social e histórico. Hay un punto de vista que por otros caminos parece escribirse a nuestro pensamiento: » la necesidad y el determinismo con algo global y no particular. El determinismo expresa un estado más probable en los fenómenos, siendo la menor probabilidad, la que incluye, podría constituir el estado preocupable de la realidad física «.
Según Heinsemberg, el universo en estado crepuscular, sometido a la mecánica cuántica y a la estadística, estará expresado por el estado de menor probabilidad. y la formación del universo » pasado», representaría un paso al de mayor probabilidad contrapesado por el, desarrollo de la materia viva. En este caso el azar seria la constitución primordial de la realidad cósmica. En base o estas ideas, el azar o descontinuidad, lo continuo y evolución formarían una nueva concepción del universo, por lo menos para la física moderna.
Referiéndose a éstos problemas Bergson dice: El azar es una idea que oscila entre la causa eficiente y lo final sin detenerse en ellas. En rigor el azar no es un orden, sino la idea que tenemos de una situación y por lo tanto no puede entenderse sin mezclar a la idea pura de lo azaroso, nuestra actitud expectante.
De ahí las difusiones frecuentes en el examen de la idea de azar. Se califica de azaroso, de: opuesto a lo intencional, cuando la idea de azar es sólo una intensión «vacía de contenido» un hecho que sólo adquiere sentido en su referencia al hombre, El azar no se opone a lo intencional sino a la inversa; azar u intención son dos aspectos de una mismo realidad opuesta a lo mecánica.
«Si se cree por ejemplo, que todos los hechos tienen una intención, el azar queda prácticamente eliminado; pero, examinada la cuestión con mayor cautela advertimos que el azar no es sino la intención puramente formal. Si así no fuera, todo podría explicarse mecánicamente, la causa de esta paradójica identificación de lo intencional con lo azaroso, radica en que ambos son resultados de una actitud, una expectación».
Nosotros hablamos de una intencionalidad que no necesariamente está limitada al ámbito de la conciencia humana. Y si a la frase de Bergson donde dice: «La idea de azar es una intuición vaciada de contenido», un hecho que sólo adquiere sentido con referencia al hombre, la ampliáramos más allá del hombre el azar dejaría de ser una intuición «vaciada de contenido» para convertirse, tal vez en la clave de todos los contenidos, de los cuales las cosas, y entre ellas el hombre, serian simples expresiones o reflejos. La concepción del aparecimiento de un punto en el seno del tiempo es desde cierto ángulo, azarosa, pero desde otro es intencional. El comportamiento azaroso de la mente revela también su sustancia (si así la podemos llamar), la sustancia temporal. Pero a la vez nada es tan intencional como la mente. El universo entero podría reducirse a esta fórmula: «todo sale del azar y a él vuelve, pero ese circulo una vez generado no es ya azaroso, si no intencional».
Desde el interior de la mente puede aprehenderse la sustancia del universo y así mismo la sustancia del universo nos revela el interior de la mente.
Hace miles de años Los hindúes dijeron: Atman es igual a Brahaman. Aproximadamente esto quiere decir que la interioridad es igual a la exterioridad. Desde las nebulosas de hielo hasta las primeras proteínas, el universo se expande en intentos discontinuos para recobrar su libertad. Todos los elementos del mundo son intentos que realiza el tiempo para liberarse nuevamente, y a través de las grandes cadenas creadoras de la evolución, ( el » elam vital», diría Bergson), se abre paso, hasta alcanzar la memoria, la conciencia del pasado, el tiempo acumulado capaz de proyectarse libremente hacia el futuro, y ese salto de tiempo, forma el presente. El desarrollo de la naturaleza procede por acumulaciones de tiempo… por memoria.
La mente humana, estructura de tres tiempos, tiende a la libertad absoluta, tiende a destruir el sistema de determinaciones, aún del cuerpo, para avanzar hacia el futuro. Es la serpiente que se muerde la cola y se devora así misma, para volver a la nada de los orientales, que desde una lejanía seis veces milenaria se nos aparece hoy con una actualidad sorprendente. Pero mucho más revelador es cierto párrafo de » La visión y el enigma» en el Zaratustra.
En esta época comienza a acentuarse la sensibilidad de lo cíclico. La moderna astronomía parece retornar a Polibio, a Vico y a Nietzsche, cuando con su léxico particular nos dice: Las galaxias se alejan cada vez más de su centro, y a medida que se alejan van acercándose entre sí».
Continuando con nuestras consideraciones acerca del azar, quisiéramos agrupar las teorías probabilísticas en tres grandes grupos. Tal agrupación está hecha con respecto al tiempo; valen decir teorías que niegan la aparición de eventos futuros como dependientes de los pasados hay teorías que admiten la dependencia de los eventos azarosas futuros respecto a los pasados. Unas y otras son teorías matemáticas o lógicas.
A)Favorables. Por ejemplo en 36 corresponde un 36 avo a cada número.
B)Posibles. Esta es la fórmula de Laplace, cuyo correcto enunciado es:
Probabilidad es:
la razón entre los casos favorables entre el número de casos posibles. Por lo tanto no importa en esta teoría los eventos anteriores, ya que la probabilidad es igual en cada número, en todos los casos, las series tienden a aparejarse, ya que las probabilidades son iguales, no importan los eventos anteriores, Vemos un ejemplo de este caso: Sobre tres series, dos se repiten casi ininterrumpidamente, la tercera queda por consiguiente cortada. De acuerdo a esta teoría, la mayor probabilidad de aparición de eventos futuros queda para la tercera serie, ya que esta tiende a aparejarse con las anteriores. Esto sin embargo puede interpretarse desde dos puntos de vista:
1) Habiéndose repetidos dos series más que una, existe para la tercera también la posibilidad de repetición, en cuyo caso no importan los eventos anteriores, pensando que cada serie tiene las mismas posibilidades de repetición que las otras, pero sucede que dos series no pueden repetirse mas que la tercera, ya que las probabilidades serían distintas. Luego hay momentos en que la probabilidad de la tercera es mayor que la de las otras dos ( precisamente porque las probabilidades son iguales), en cuyo caso en los momentos de mayor alargamiento de dos series, la probabilidad aumenta para la tercera. Resulta que ésta formulación, que niega la importancia del tiempo en el asunto de la probabilidad, lo hace jugar sin embargo como elemento decisivo. Así pues, los eventos anteriores si importan.
2) El segundo punto de vista, es que si las series se aparejan y tienden siempre a aparejarse (cosa que demuestra la experiencia), los futuros movimientos de las series están dependiendo de las anteriores, en cuyo caso la probabilidad de cada serie depende de la repetición anterior de ellas y de las otras.
CONCLUSION:
Los casos A y B. son rechazados por la experiencia, el caso C, es confirmado. Y los puntos de vista 1º. y 2º. necesitan del factor tiempo (los eventos futuros dependen de los pasados) para su articulación. La conclusión nos permite iniciar tres preguntas:
1, Qué significa probabilidad?
2. Qué significación tienen los tiempos en la aparición de los eventos?
3. Porqué están relacionadas entre si las series, ya que la aparición de eventos en una, depende de la aparición de eventos en otra?
Primera pregunta:
Qué significa probabilidad?. La probabilidad es definida matemáticamente mediante conceptos de: Caso favorable y caso posible.
El caso posible pone límite numérico fuera del cual este no pueda expresarse por limitaciones de tipo material, el caso posible tiene su limite en la existencia, fuera de la cual es imposible esperar un evento, ya que tal no existe. Imposible es igual a inexistente (si sólo hay 30 números no puede salir el 37). Así caso posible es igual a caso existente. Caso favorable es aquel que se elige centro de limites posibles.
De modo que, en su ámbito se pone el énfasis intencional en cierto aspecto o elemento del ámbito. Esto es ya el carácter psicológico de la probabilidad, ya que depende de la elección del operador. Es claro que la motivación sicológica de la elección no importa. A los efectos de la elección realizada, que en ese mismo momento queda formalizada como » factum» como hecho, hay dos factores, la existencia de los elementos dentro de un ámbito, y el segundo los aspectos elegidos dentro del ámbito.
Se entiende la probabilidad definiéndola a través de la existencia y de la elección de aspectos de esa existencia. La probabilidad es un concepto del tiempo futuro, es la esperanza de que los aspectos elegidos se manifiesten. Matemáticamente la probabilidad mide el tiempo futuro. Por ejemplo: probabilidad del 10% significa que de cien eventos futuros ha de manifestarse el fenómeno esperado 10 veces, igualmente si el evento se expresa simultáneamente, como conjunto de 100, habrá en su interior los fenómenos esperados. Sea consecutiva o simultánea (la aparición de los fenómenos), el hecho es que la probabilidad mide la cantidad de fenómenos esperados en el futuro.
Es importante distinguir entre: espera y esperanza; ya que la espera es la base psicológica de la esperanza, es simple expectación, sobre la espera no puede haber mesura aritmética, si en cambio, sobre la esperanza, que es la expectación intencional sobre » aspectos diferenciales » de un ámbito. Es necesario para que haya esperanza, que exista espera y además, elección (o sea, caso favorable) y esa tal elección debe estar ya efectuada. Por lo tanto, la esperanza descansa en la espera y en la elección ya hecha. Se observa que el tiempo de la esperanza es el futuro; el de la selección ya hecha es el pasado y el de la expectación o espera es el presente. De modo que el concepto de probabilidad queda reducido a los siguientes elementos.
1. Ambito de existencia (lo posible) 2. Aspectos del ámbito (lo favorable) Estos aspectos son tales porque:
A. Han sido diferenciados (elegidos) en el ámbito.
B. Han sido formal izados (como simple concepto o como concepto matemático).
C. Se espera (expectación presente) su próxima aparición (esperanza).
Sinópticamente:
Ambito de posibilidad. Probabilidad. Elegidos. Aspectos del ámbito. Esperados.
La probabilidad depende de un ámbito de existencia y de los tres tiempos de la conciencia, actuando de un modo singular (caso favorable) en el.
Atendiendo a esto no existe probabilidad sin ámbitos de existencia (casos posibles) y sin tiempo de conciencia (cases favorables). De este modo la «probabilidad» no tienen existencia objetiva, sino que es un concepto interpretativo de lo real. Lo cual confirma el punto de vista de Bergson. Pero es que hasta ahora nos hemos preocupado de estudiar el amor como caso particular del ámbito humano y es con tales limitaciones que podemos tolerar la existencia del azar como dependiente de la conciencia humana. Muy lejos nos llevaría aquí hablar de un azar en sí mismo; independiente del hombre o en el peor de los casos, en el que el hombre aparece como minúsculo caso, aspecto si se quiere de gran fenómeno del azar.
Segunda pregunta. Qué significación tienen los tiempos en la aparición de los eventos?.
Si Los eventos futuros se FUERAN REPITIENDO CONSTANTEMENTE en una serie o en dos, establecerían un sistema mecánico (como tal, determinado), y el azar quedaría roto. Pero si los eventos pasados no influyen en los futuros podrían repetirse una misma serie de las tres, ya que a cada una correspondería un tercio de probabilidad, y en cada nuevo movimiento de la probabilidad sería siempre un tercio, de importar las repeticiones anteriores, pero he aquí que el operador siempre sorprendido en sus previsiones y cálculos, lo cual evidencia que:
1 – Los eventos de tales sistemas son todos azarosos, (ruleta por ejemplo).
2- Que Los eventos pasados influyen también en los eventos futuros, si así no fuera, nada impediría que una serie se repitiera siempre. En realidad, en grandes números (por encima de 10.000 tiradas) todas las series se aparejan.
En cuanto a la significación del tiempo pasado, para el observador se expresa como inducción estadística, es decir: Las series se conforman por ejemplo de éste modo:
1-3-1-1-2-1-3-3-3- 1-2-2-1-3-2-1-2-1 y en la frecuencia de cada serie seria: 8 veces para el 1; 5 veces para el 2; y 5 para el 3…. todo eso en 18 pruebas. El observador estadístico toma esos elementos del pasado, para inferir los comportamientos futuros, el observador matemático – histórico, sabe que no puede ganar jamas por que las estadísticas, lo que le prueban, en grandes números es que, las tres series no se han repetido con la misma frecuencia y que, el orden en que aparecen los eventos es interminable en el futuro.
El observador histórico de las estadísticas no puede ganar tampoco porque trabaja con criterios lógicos y matemáticos de analogía, y pretende trazar curvas de frecuencia que vayan a repetirse en el futuro, cosa que no ocurre ya que el sistema de azar es siempre no – idéntico – a – sí – mismo.
La lógica y las matemáticas conocidas, trabajan con conceptos que detienen el transcurrir, que identifican lo no-idéntico. Una observación psicológica de los tipos humanos de jugador puede ayudarnos a comprender esto:
Hay tres tipos de jugador:
A. El Mágico: Ve a un rengo antes de entrar a un casino y en consecuencia piensa en el número «negro el 13». Lógicamente apuesta a la primera columna y sale la tercera. O bien cuenta los botones de su ropa, son 20, los divide por cuatro, porque está tomando café en una mesa de cuatro patas y resulta el número 5. El número elegido está en la segunda columna, apuesta y… sale la tercera. Desilusionado reflexiona y se da cuenta que debió agregar cuatro botones de su chaleco ya 20 más cuatro son 24, dividido por 4 da 6 que está en la tercera columna oh habría ganado.
B. El Dialéctico: si han salido la primera y tercera docena, juega a la segunda o bien si ha salido la segunda juega a la tercera y a la primera, es el jugador el que lleva la contra, pues calcula que las series tienden a no repetirse. La cosa va bien durante un rato, pero luego al salir la primera apuesta a la segunda y tercera, sale la primera de nuevo y así cinco o diez veces, etc.
C. El Intencional: su lema es: «hay que seguir la suerte», y no da nunca la contra. Apuesta a la segunda y sale la primera, apuesta a la primera y sale la tercera etc.
Observamos que tanto el jugador intencional como el dialéctico tienen puntos de vista parcialmente verdaderos a veces las series y los números se repiten y en ocasiones se van alterando casi «ordenadamente». El problema está en que todo esto sucede de muy distinto modo y eso es justamente lo que arruina el cálculo.
Aún cuando los eventos futuros dependen de los pasados, en materia de azar, la tal dependencia es siempre distinta, por ello los matemáticos o los lógicos probabilitarios se encuentran cargados en la limitación de sus conceptos.
Si Los tres tiempos que actúan se expresan de tres modos distintos es inútil tratar de formalizar los eventos futuros utilizando analogías con el pasado. El criterio a utilizar por otra parte, es de diferenciación para el pasado, como lamentación para el presente y síntesis para el futuro, pero ese orden se produce solamente en los sistemas de determinismo mecánico y biológico (es comprensible por ejemplo, la sucesión: nacimiento, crecimiento, muerte y no de otra manera muerte-crecimiento-nacimiento, o bien crecimiento-muerte-muerte). Como el sistema de azar no admite un ritmo ordenado en la sucesión de los eventos, (aunque los tres miembros se expresen como diferenciación complementación y síntesis) los tres se suceden desordenadamente.
Observando un sistema de azar elemental se puede apreciar éste:
1. Diferenciación: cara-seca-cara-seca-cara-seca; cara-seca.
2. Complementación; cara-cara-seca-seca; o bien seca-seca-seca-cara-cara-cara.
3. Síntesis: seca-seca-seca-seca-seca o bien cara-cara-cara-cara-cara-cara-cara-cara-cara,
y es así que las formas en que se expresa el azar es: está y solo está. Del mismo modo que la conciencia está en los limites aún cuando haya variaciones tales como el pensamiento en pasado-futuro- e -presente-pasado; del mismo modo síntesis-diferenciación o complementación-diferenciación de modo que en el azar la expresión del tiempo no es problema.
Esta expresión es formalizada y el intelecto la conceptualiza sin dificultad. El problema radica en el orden con que se presentan Los eventos azarosos y esta es la razón por la que no puede aprehenderlo por Los senderos del raciocinio común. Queda contestada la pregunta por el significado de Los tiempos en el azar.
Tercera pregunta: Por qué están relacionadas entre sí las series, ya que la a aparición de eventos en algunas depende, de la aparición de eventos en las otras.
Si cada serie se encuentra en el ámbito de las cosas posibles es decir está en el interior de un determinado sistema, los tiempos de los eventos de cada serie con tiempos relativos al interior del sistema en cuestión. Así, forzosamente a la expresión pasada de una serie corresponderán en correlación estructural….