Saltar al contenido
II – Disposicion para comprender
- Sé cómo te sientes porque a tu estado puedo experimentarlo pero tú no sabes cómo se experimenta lo que digo. Por consiguiente, si te hablo con desinterés de aquello que hace feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender.
- No pienses que vas a comprender discutiendo conmigo. Si crees que contrariando esto tu entendimiento se aclara puedes hacerlo pero no es ése el camino que corresponde en este caso.
- Si me preguntas cuál es la actitud que conviene, te diré que es la de meditar en profundidad y sin apuro lo que te explico aquí.
- Si replicas que tienes cosas más urgentes en qué ocuparte, responderé que siendo tu deseo dormir o morir, no haré nada para oponerme.
- No argumentes tampoco que te desagrada mi modo de presentar las cosas porque eso no dices de la cáscara cuando te agrada el fruto.
- Expongo del modo que me parece conveniente no del que fuera deseable para quienes aspiran a cosas alejadas de la verdad interior.