Ustedes saben que durante muchos años sufrimos una paradoja expositiva con nuestro mensaje. Por una parte, necesitábamos explicar nuestros fundamentos, dar base de ideas consistentes. Si queríamos fundamentar nuestras ideas y nuestra acción debíamos hacer desarrollos un poco técnicos, un poco difíciles y, por tanto, no servían a la difusión masiva. Opuestamente, si queríamos que se difundiera debíamos simplificar tanto que esa forma de exposición no servía a los fines de una fundamentación consistente. Así fue pasando bastante tiempo y así usamos diferentes tácticas expositivas. Pero desde hace poco tiempo ha comenzado a moverse una solución a esa paradoja, a ese circulo vicioso. Gracias a las hojas de barrio, a las revistas, a los folletos, mucha gente comenzó a tomar varias ideas, a fragmentarlas y a trasladarlas a esos medios. Al principio se tomaban frases sueltas y se las trasladaba textualmente a las publicaciones de base. Eran los primeros intentos. Pero poco a poco empezó la recreación, la traducción de algunas ideas difíciles al lenguaje llano. Hay ya hoy una buena capacidad no solamente de traducción sino también de desarrollo y creatividad. Empiezan los aportes y cualquier idea por compleja que sea es fácilmente traducida. En los cuadernillos que hoy circulan y hasta en humildes panfletos y folletos hay exposiciones simples y consistentes. De manera que vamos superando ese problema, y esa capacidad en desarrollo nos invita a nuevas producciones sin la preocupación de lo que pasará con ellos ya que están en muy buenas manos.

Esta ruptura de la paradoja expositiva marca un cambio importante en una situación en la que hay una muerte en las ideas y, al mismo tiempo, una necesidad de ideas nuevas. Necesitamos ahora, nuevos aportes y en la mayor cantidad de campos posibles.

Resulta oportuno comentar aquí que las diferentes formas expositivas que hemos utilizado no son solamente las convencionales, porque ¿cómo expone la gente sus ideas? Será hoy a través de la radio, la TV, la conferencia y el libro. En nuestro caso, no hemos respetado todas las convenciones aceptadas. Hemos usado tácticas de exposición en muchos casos anticonvencionales. Antes que a través del libro y la conferencia hemos apelado a la arenga, el acto público; de lo que da cuenta el último libro «Habla Silo». Efectivamente, se trata de una recopilación de tácticas expositivas anticonvencionales que seguramente serán criticadas porque no se usaron las formas aceptadas. Pero no es nuestra culpa si la imaginación de los bienpensantes no da para más. ¿Porqué hemos hablado a las piedras, a los intelectuales, a los artistas, a los ateos, los religiosos y al hombre sencillo? Porque creemos que la diversidad de tácticas expositivas hace al avance de nuestras ideas por vías diferentes. Y otro tanto ocurrirá con los libros y con las conferencias articulados de modo tan diverso.

Creo que ustedes merecen esta explicación ahora que la creatividad se desarrolla y que ya no se trata del simple traslado mecánico de ideas, sino de interpretación, de recreación y de traducción de ideas a lenguaje sencillo.

Hablemos ahora de la acción y de las imágenes trazadoras de esa acción.

Me parece muy cierto lo dicho hace poco tiempo. No merece mucha consideración una acción estable y conservadora en un mundo en cambio vertiginoso. ¿ Para qué querríamos un Movimiento incapaz de llegar al corazón de la gente? Si en poco tiempo, cientos de miles de constructores no están en marcha, ¿qué construiríamos?

Tenemos un plazo: cientos de miles de constructores poniendo en marcha un proceso de cambio histórico al terminar este milenio. No en un punto, sino en un planeta mundializado, en diferentes culturas y latitudes. Eso es lo que corresponde a lo que pide la situación.

Entonces, el Movimiento Humanista se irá desarrollando como el Movimiento Histórico y Social. Algunos creen que hay que formar un Movimiento Social sin advertir que el Movimiento Humanista, en su desarrollo y expresión, será precisamente ese Movimiento Social capaz de influir positivamente en todos los aspectos de la vida de la gente.

El nuestro es un calendario ajustado, con plazo cierto y definitivo. Debemos celebrar ese ciclo de treinta años a mediados de 1999 con la percepción de nuestra potencia. Debemos, para entonces, estar ciertos sin ninguna duda de nuestra convocatoria masiva y decir a viva voz: ¡Aquí estamos! ¿Cómo será entonces, si no somos apoyados con la presencia visible de la gente en multitud de actos simultáneos y masivos, en diferentes latitudes, celebrando los nuevos tiempos? ¿Cómo serán las cosas sin la presencia viva y visible de la gente, diciendo: «¡ Aquí estamos, hay esperanza!»

Estas imágenes, forman parte de un calendario más amplio que las imágenes de los calendarios semestrales y, además, son el pre-requisito de lo que siga: la movilización incontenible en los distintos campos.

Hemos hablado de la situación nueva de la comunicación de las ideas y hemos hablado de las imágenes trazadoras actuando en plazo cierto. Vamos ahora a los detalles claves que convendrá atender.