No se puede pretender un partido solo de militantes. De alguna manera se pueden ampliar los planteos del «Movimiento ampliado», al partido. Si se plantea y se presenta como una imagen solo de militantes, no se deja cabida a otra gente.

Hay que ver que otras formas de participación se habilitan. No hay que esperar a que las imágenes surjan espontáneamente de la gente, sabemos lo que sucede con esto, hay que darles claras imágenes de participación a la gente.

Puede haber alguien que incluso genuinamente quiere dirigir, pero que no se ve como militante y manejando cosas.

Con un partido estrictamente militante se pierden todos los «lengüitas» (aquellos que creen que hacer cosas es decir cosas). Hay que mostrar claramente otros canales de participación.

¿Cómo incluyes una participación más popular de gente que quiere hacer cosas? Una cosa es que nosotros vayamos a la gente y otra, como se incluye la gente en el partido. A diferencia de los «lengüitas», hay gente para los cuales participar es hacer cosas. Ambos se imaginan cosas muy distintas como participación y para ambos tenemos que habilitar canales de participación.

No basta con fijar el perfil, el mensaje y el destinatario para construir el partido, hay que definir los canales de participación. Hay que preocuparse por las bocas de admisión.

Partiendo por las cosas globales y las tendencias que se ven, tendría que ser un partido de arraigo. Hay un trabajo real de arraigo y otro de superestructura, que tiene que ver con los medios de comunicación. En todo caso, hay que definir que va a ser los sustancial.

Los modelos de los partidos en estos momentos son todos cupulares, ese es el modelo que han desarrollado los yanquis. Es todo medios de difusión y actividad de militancia poca. Esta es la concepción de los partidos que hay. La única dificultad para imitarlos es que nunca vamos a poder competir con todo el dinero que ellos tienen, si tu pones diez en los medios de difusión, ellos ponen veinte, treinta o cuarenta.

Hay que revisar el concepto de partido.

También partimos en general de la idea que la gente quiere participar, ésto también hay que revisarlo. Hay una crisis de credibilidad muy grande, la gente no cree y por tanto no participa. Hay que preguntarse seriamente si la gente quiere participar.

Las tendencias que se aprecian en este momento son muy distintas a las de otros momentos.

Los partidos localistas están rompiendo los partidos actuales sin base social. La crisis del estado nacional afecta sin duda a los partidos nacionales. A la hora de plantear la construcción de un partido, de planificar tácticas hay que tener en cuenta todos estos factores.

La tendencia de los partidos europeos es clara. La tendencia mundial es a la escasa participación y la tendencia del sistema bipartidista ya muestra fisuras. Así que ya no es el esquema de los partidos políticos de hace treinta años. Sin duda que ya no son los partidos políticos del libro de Duverger.

Puede que muchas de estas cosas no nos afecten directamente a nosotros pero sí afectan a nuestro entorno y modifican la situación. Así es que aunque indirectamente igual nos afectan.

Así es que ¿cómo va a ser este partido?

Es obvio que todo lo que sea «entrismo» para desarrollar actividades es bueno. Pero si por estar en un cargo no se puede actuar, entonces no se entiende mucho para qué es el cargo. El «entrismo» tiene que ver con todo un plan para desarrollar actividades. Estos cargos sirven al partido. Siempre buscamos el origen de la función, si el origen es el partido entonces responde al partido.

A partir del concejal hay que desarrollar actividades y armar partido, puede también mostrar presencia y potenciarse como concejal.

Tenemos quince concejales, pero no tenemos un grupo de ellos en una comuna, los tenemos a todos dispersos en distintas comunas. Es muy distinto tener a los concejales dispersos a tenerlos concentrados en un lugar. No tienen poder político y gestión. En ese sentido es similar a lo de Lala. Así que sólo podrán tener «poder» en la medida en que armen cosas con la gente.

La función tendrá que ser de cara a la gente. Como en el caso de Lala podrán buscar construirse como líder social.

Los liderazgos tienen que ver con la gente y no con las instituciones. No estarán entonces preocupados por ocupar espacio institucional político.

Esto de los liderazgos es más para el futuro que para el momento actual. En la medida en que aumente la pérdida de credibilidad en las instituciones las referencias tenderán a producirse a través de líderes en contacto directo con la base social. Pero en este momento hay que hacer pie en donde se pueda para desde ahí ampliarse.

El primario de los concejales es hacer pie en esa función y desde ahí dispararse, llevar adelante una estrategia de acción hacia la gente, hacer puente entre la gente y el municipio, ubicarse en donde esté el conflicto social en la comuna y cada vez que van al municipio y abren la boca es para llevar los reclamos de la gente. Hay que buscar llevar la voz de la gente al municipio. Lo primero que tendrán que hacer es un relevamiento de los problemas de la comuna.

¿Si ésto hacen los concejales, cómo hace el partido para desarrollar estructura?

Es diferente cuando hay partido y de ahí sale el concejal a cuando ponés un concejal para armar partido.

Espontáneamente un concejal no armará partido, es casi seguro que se moverá con más facilidad sin armar partido. Esto es lo que tenderá a ocurrir si no se define una directiva o una política distinta. Si no se hace también una política para los que están en cargos públicos, va a tender a ocurrir algo similar como con los consejales. Sin definición de una política siempre se irá por lo más fácil.

Así es que habrá que ver si los concejales además de ir construyendo un liderazgo social son los que arman el partido en la comuna o si esas son funciones diferenciadas. Pero sin duda que será conveniente que quede muy definida una política de qué esperamos que suceda. También hay que tener presente que en caso que no coincidan estas funciones y el liderazgo, presentan una suerte de dialéctica en el armado partidario, así que será bueno tener en cuenta ésto desde la partida.

También está el problema de quién define esas políticas.

En todo caso la orgánica que se monte tendrá que ser en base a la experiencia hecha, ya se sabe en muchos casos quienes funcionan y quienes no. Seguramente ya habrá en este momento un pequeño núcleo probable.

Necesitamos mentalidades negociadoras, otras de cara a la prensa, pero también hay que ver gente con capacidad organizativa, si no se atiende a ésto, se tenderá de todas maneras a partidos cupulares, no va a estar la energía puesta en desarrollar base, esta tiene que ser una función muy clara, organizar el partido.

En todas las funciones hay que partir con una persona y que ella arme su propio equipo. Lo mismo en una comuna que en la organización del partido.

En todos los casos necesitamos que los concejales vayan liderando los conflictos y se vaya armando el partido. El montaje del partido es montándose sobre el conflicto social.

En la base el partido arma CCD partidarios. Estos CCD se mueven con planteos y planteos claramente partidarios. No puede pasar que a la hora de las elecciones los que participan de un CCD partidario se vayan a apoyar a candidatos de otros partidos. Estos CCD se diferencian de los otros CCD, en que los CCD, los del Movimiento, tienen un primario que es el arraigo del Movimiento, van al conflicto social pero no tienen la urgencia de llegar a él, su primario es el arraigo y no el conflicto. Además las tácticas de los CCD del Movimiento no varían con los calendarios del sistema, elecciones, etc. En cambio los CCD del partido, sí.

Será también de interés pensar en generar desde el partido una función de líder social, ya hemos visto con Lala que eso es posible. Esta función podrá coincidir o no con la función de coordinación del partido, si no coincide tendremos esa dialéctica que conocemos, pero podrá moverse con mayor amplitud desde un principio, en el otro caso en cambio, no estará esa dialéctica pero tendrá que ir ganando en amplitud.

En todo caso hay que pensar el líder pensando en la gente, en nuestro destinatario y no con la mirada de los periodistas o de los otros políticos por ejemplo.

El líder es alguien que puede hablar con verdad y no necesita ser un melifluo, puede muchas veces enrostrar a la gente sus propios problemas, tiene que hablar con verdad, tiene que ir más allá de la política aunque se apoye en lo político. El líder social necesariamente tendrá que ir más allá de los planteos políticos. Si planteas al líder social como un político la gente lo que ve es un «junta votos».

Un movimiento social a futuro no podrá ser un partido político, aunque se cuelguen de él los que vayan quedando de los partidos.