1. ¿Qué hay del trabajo, del dinero, del amor, de la muerte y de tantos aspectos del paisaje humano apenas soslayados en estos comentarios? Hay, por cierto, todo lo que cualquiera puede responder siempre que quiera hacerlo teniendo en cuenta esta forma de encarar los temas, refiriendo miradas a paisajes y comprendiendo que los paisajes cambian las miradas.
2. Por lo anterior, es innecesario hablar de nuevas cosas si es que hay quienes se interesan en ellas y en la forma que hemos usado para hablar hasta aquí, porque ellos pueden hablar del mismo modo en que lo haríamos nosotros. Y, en cambio, si habláramos sobre cosas que no interesan a nadie, o con una forma de expresión que no permitiera develarlas, sería un contrasentido seguir hablando para otros.