15 de noviembre de 2008

 

Queridos amigos quiero compartir con ustedes una hermosa experiencia que vivimos junto al Negro ayer en Punta de Vacas y que al intercambiar después con otros tocó algo muy profundo en nosotros.

Se produjeron dos situaciones, en ambas yo tuve un cierto protagonismo. En la primera me encuentro con el Negro, y este me pregunta como estoy, le contesto que extraordinariamente alegre, que siento que el lugar es como una fuente de inspiración. El me refuerza diciendo que en realidad el Parque es como un remanso al que uno accede, mientras es arrastrado por el caudal del sistema que es muy tormentoso. Entre fotos y saludos nos alejamos por un rato.

Después de un tiempo, y mientras converso con una nueva amiga sobre la enfermedad que padece su hija, el Negro se me acerca y me dice, te tengo una primicia… mientras hacíamos la ceremonia del compromiso ético en el nivel inferior, simultáneamente sucedía esto en el segundo nivel y en todos los Parques y en unos 70 puntos con calidad de TV.

Entonces le pregunto: Negro ¿será que todo va ocurriendo ahora de un modo simultáneo, y que ya los fenómenos no ocurren en sucesión, ni en cadena?,

y él me responde que así es en efecto, que los fenómenos sociales se tienden a dar, siguiendo este nuevo patrón de comportamiento, pero que estamos formados en uno lineal.

Mientras vamos conversando se van aglutinando amigos, se toma una hermosa foto de espaldas al Tupungato con amigos que se suman súbitamente, en medio de risas y mucho contacto. Luego comienza a «marchar» con todos nosotros, avanzando por el sendero que conduce desde el Centro de Estudios a la Estela. A medida que avanzamos le voy formulando preguntas y el va interrumpiendo la marcha y va asintiendo y respondiendo distintos temas. En todo momento me toma del brazo y me da apretoncitos, que experimento como una suerte de irte exprimiendo, como sacando las respuestas y lo mejor de uno mismo, es como si se las arreglase para tocar tu corazón. Me voy y nos vamos conmoviendo, me siento afortunado y agradecido, vamos entrecruzando miradas con Lucho, Susana, Sonia y otros.

En un instante le pregunto: Negro ¿pero, el sistema está cerrado y el desorden se generaliza?

Así es dice, y tiende a crecer la entropía, y cuanto mas intentan ordenar, mas se les desordena. Va a ser un caos. Da susto, pueden pasar cosas que pongan todo en peligro.

Mas adelante le pregunto: Negro ¿y es posible que la violencia nos pueda generar asco, náuseas, algo así como una reacción o un reflejo condicionado?

Entonces se detiene y señala con fuerza, eso sí que puede ser muy interesante. Y luego comenta, hubo un tiempo en que los humanos practicaban el canibalismo. Hoy nadie podría hacerlo, es una práctica imposible, porque da una enorme asco el sólo pensar en esa posibilidad. Y agrega, Pietro ayer tuvo un desvanecimiento mientras se hablaba de violencia, y él era muy amigo de Salvatore, y en una oportunidad que se comentaban las prácticas de tortura en Rusia, Salvatore se comenzó a sentir muy mal y fue a parar al baño, y terminó vomitando y muy descompuesto. Algo así podría ir pasando. Entonces le señalo que estos podrían ser nuestros casos índice, y sonríe, agrega que habría que investigar este fenómeno, que sería de mucho interés su conocimiento, que no es lo mismo rechazar la violencia con un cosa en la cabeza, un mero raciocinio, a que la rechace el cuerpo, de un modo reflejo.

Nos vamos acercando a la Plaza de las Estelas, voy sintiendo una fuerte conmoción, el maestro de algún modo ha tocado lo profundo de cada uno de nosotros, lo veo en las miradas de quienes han hecho este breve recorrido. Siento que él ha iniciado la marcha en ese breve tramo. Siento además que hay mucha alegría en el conjunto. Sin duda me parece estar viviendo el día mas feliz de mi vida.

Gracias Maestro

Nano.