Roma
1 de mayo de 2008
Una sola cosa, pero que no se refiere al partido, sino al movimiento en general.
Un movimiento fuertemente participativo es lo que se necesita, donde la gente reconozca al Movimiento aunque no esté incluida en el Movimiento, que la gente reconozca al Movimiento como si fuera parte de ellos.
Esa cosa participativa me parece en este momento que es la cosa a la que apuntar.
Claro, una cosa es decirlo, otra hacerlo.
El tema de la participación va a exigir también unos requisitos, por ejemplo, la flexibilidad no sólo teórica, no sólo de ideas, ideológica, la flexibilidad en el comportamiento hacia la gente amiga nuestra.
Me parece un requisito importante el de la flexibilidad nuestra respecto a la gente porque, si no hay flexibilidad, ¿cómo vamos a abrir las puertas a la participación y cómo vamos a pedirle nosotros a los demás que nos abran la puerta para que nosotros participemos?
Hay gente muy bien dispuesta afuera, pero siendo un poco cerrados nosotros, también hacemos resistencia para que ellos abran las puertas.
Entonces el tema de la flexibilidad es uno de los temas más pesados; por último, el tema de la convergencia. Es una cosa bastante difícil para quienes nos hemos formado en otra época.
En esta época y en el mundo que viene me parece que la participación y la flexibilidad van a ser importantes pero, además, la convergencia aunque tengamos puntos de vista diferentes. Si no hay puntos de vista diferentes, no hay ni siquiera diálogo. Hay que decir sí, sí, sí.
Está muy bien que existan diferencias entre nosotros mismos. Así que el punto de la diferencia de los puntos de vista y la convergencia de los diferentes puntos de vista creo que podría ser un tema para discutirlo mucho. Convergencia de diferentes puntos de vista. Hummm…
Hablando de cosas muy genéricas, como estamos haciendo ahora, estamos viendo tendencias que se puedan abrir paso, tendencias a fortalecer. Me da la impresión de que el mundo que viene es un mundo totalmente abierto en ese sentido, sobre todo si lo pensamos en términos de nuevas generaciones. Si lo pensamos de acuerdo a cómo se han ido formando las estructuras políticas, los comportamientos sociales, eso está totalmente en choque, pero si pensamos en las nuevas generaciones, las nuevas generaciones no sólo van a sintonizarse sino que van a aplaudir ese tipo de comportamiento. Así que me parece que hay una cosa ejemplar en eso. Me parece que hay una forma de comportarse ejemplarmente de tal manera que la nueva gente diga: bueno, así habría que poner las cosas, como lo hacen los humanistas.
Pero si no mostramos un ejemplo, tampoco tienen referencias de esa cosa nueva; aun las nuevas generaciones no tienen referencias. Así que este tema de discusión, de como articulamos un comportamiento abierto de modo ejemplar… parece que no vamos a poder introducir esa idea y esto va a seguir en el desastre. Esto no se va a desarrollar por exposición de ideas. Esto se va a desarrollar por comportamientos de uno con el otro. Tendríamos a lo mejor que hacer una especie de autocrítica de nosotros mismos, es decir, los comportamientos que nosotros hemos tenido con otros que nos han acompañado en distintas situaciones ha sido un comportamiento distante.
No hay que engañarse por el desastre político que se esta viendo en Europa y en todo el mundo.
No me da la impresión de que estas fuerzas retrogradas que aparecen estén avanzando. La impresión que tengo es que las otras fuerzas están retrocediendo. Es una cosa grave porque está retrocediendo gente que tenia una visión del mundo que no es el mundo que hoy aparece. Y no estamos criticando a estas fuerzas, estamos viendo que tienen un problema de inserción en el tiempo presente y en el tiempo futuro. Entonces las nuevas generaciones no tienen porque adherir a esas corrientes que no tienen nada que ver con ellos. Eso es muy increíble. No se sienten identificados con estas supuestas nuevas corrientes, son corrientes viejas, son corrientes antiguas.
Así que acá hay un retroceso grande, un esquema que hizo fuerza para ir adelante, hizo fuerza y mantuvo su gloria en su tiempo, claro que sí, han hecho muchas cosas, han construido media historia… pero esos no pueden seguir avanzando. Es una gran desgracia. No pueden avanzar ya, dada la condición, con este mismo esquema y con ciertos comportamientos. Se han flexibilizado bastante, pero tienen todo un sistema de comportamientos, de ideas, de valores y eso no está sirviendo. Y entonces los otros, los trogloditas, avanzan. Claro que avanzan y la gente no tiene como adherir. Es muy curiosa la crisis de futuro, es algo raro, el futuro es algo que todavía no ocurrió. Sin embargo cualquier planteo que se haga es un planteo para hacer cosas a futuro, hagamos esto, hagamos lo otro, y resulta que la gente no cree en la cosas que se dicen del futuro. Entonces tu me dices que van a hacer eso, bueno, yo no te voy a votar porque no van a hacer esto. Si tú me dices que el mundo va en una determinada dirección yo no te creo. Hay una crisis de futuro. Es bastante extraño. La crisis de futuro es una cosa bastante extraña y mucho más inasible si pretendo tomar el futuro con la argumentación y el lenguaje de las cosas pasadas.
Yo puedo llegar a reconocer que tu hiciste buenas cosas en tu momento, pero las cosas que has hecho en tu pasado no se están adaptando al mundo de hoy. Ese es el gran problema, no sirve de ejemplo lo que pasó.
No me miren así, yo no tengo la culpa. Se presenta así la situación, de lo último, en todas partes.
¿Qué hacer?, diría Lenin. ¿Qué hacer? Bueno, les dejo una inquietud.
Algo debe pasar con nuestro comportamiento, algo debe poder suceder con la idea de colaborar con las convergencias y no separar a la gente que puede colaborar con nosotros con diferencias, enseñanzas, somos muy maestriles, estamos siempre explicando la raíz cuadrada de las cosas, muy profesorales. La gente está en otra cosa.
No sé que va a pasar, pero esto que ha sucedido hace poco viene con empuje, no augura una buena situación. Ellos parecen que avanzaran, pero no es así, la gente civilizada es la que retrocede. Está retrocediendo en algún modo la mejor gente, gente con un trasfondo humanista digamos, gente que piensa en la otra gente, gente que piensa que el mundo debería construirse a favor del ser humano, no a favor de las companys. Claro, no vamos a hacer apología de todo eso, pero ya sabemos que esa gente se ubica allí, no es el momento ahora de establecer diferencias, así que lo que ellos dicen no seria tema de discusión para nosotros. El punto es lo que debemos hacer y cómo hacerlo, como comportarnos, como ir para adelante. Discutir con la vieja izquierda, por ejemplo, no tiene sentido, no componemos nada con eso, pero sí sabemos que con ese lenguaje y esos comportamientos se retrocede, se está retrocediendo.
La nuevas generaciones no tienen este pasado, la nuevas generaciones están instaladas en un presente histórico y tienen un futuro sumamente confuso. Me parece que deberíamos trabajar en esos tiempos, los tiempos futuros que son tan confusos y no tocar ya la historia pasada. Tocamos la historia pasada y ahondamos en las diferencias. Inevitablemente. Si nos instalamos en la discusión y en las épocas pasadas abrimos la diferencia entre nosotros.
Y no se trata sólo del partido, se trata de los distintos frentes, de las distintas actitudes que tienen los humanistas que trabajan con asociaciones culturales, sociales, etc. No, no se trata sólo del partido. Veamos si en el campo de la cultura vamos a discutir con todos los demás acerca de lo que pasó hace 200 años, o lo que va a pasar con las culturas en el futuro inmediato. En los comportamientos sociales, ¿vamos a discutir lo que pasó con los comportamientos sociales de hace cien años? ¿O el comportamiento social que va a haber ahora, inmediatamente, que empieza a aparecer? Porque ya los sindicatos no están representando a los sectores que, por ejemplo, estaban representando en otra época, a los comportamientos que estaban representando en otra época. Ya no es esa sociedad donde la base social estaba en la minería, en la pesca, en la industria naciente. Hoy hay numerosas empresas que están trabajando en niveles muy separados de la industria naciente, que no tienen nada que ver. Todos los que trabajan en propaganda, en publicidad son millones de personas, nada que ver con la base material, no, ahora trabajan con bits informáticos.
Así que los comportamientos que podemos pedir a la gente, ¿cómo van a ser los comportamientos que podíamos pedir a los rudos mineros de aquella época? Es fantástico, es interesante, tenía mucho que ver con la materia, con lo material. Hoy las cosas se han ido haciendo cada vez menos densas, más sutiles. Con un mundo virtual están empezando a tener que ver. Es un mundo bastante fantástico, bastante de ficción, es un mundo que se parece un poco a lo que pasa en la cabeza humana. Esta parte es interesante de este proceso. Algo hay que se parece al comportamiento de la cabeza. Ahora ya no se trata de la materia, aquella que había que trabajar con el cuerpo sobre todo, sino de una ubicación mental que hay que tener frente a los fenómenos que nos rodean. Se está poniendo bastante abstracto el mundo, está perdiendo materialidad, hasta la moneda se hace un poco inmaterial. Hay que ver como termina todo eso…
La gente está un poco rara, ¿o somos nosotros los raros? Enrarecidos un poco… Mucha desorientación. No es como antes, buena gente, mala gente, los que se ubican de este lado, de otro lado, no, esta es una ensalada…
¿Estaban en Attigliano cuando se hablaba del tema de los comportamientos?
Pregunta: para hacer acuerdos con otros, compromisos con otros, se puede perder perfil, renunciar a una parte de la identidad…
No hay problema a renunciar a una parte de la identidad.
Hay hasta motivos psicológicos profundos, por los cuales a veces es interesante ir cediendo en su propio yo, en su propia identidad. Pero claro, no es fácil admitir que el yo es más un problema que una solución. (risas). Hay psicológicamente algunas salidas que para producirse, hay reducir ese yo, y en ese caso, si lo trasladamos a otras actividades, no a la cosa simplemente psicológica, sino a la cosa de relación, de relación entre personas, la reducción del propio yo no es un problema, es una ampliación de posibilidades para todos. Así que cuando decimos que necesitamos comprometernos con una cierta idea, con un cierto comportamiento porque si no hacemos esto nos diluimos…
Tal vez sea un tema de discusión, de discusión interesante. Por eso respondí un poco ingenuamente recién diciendo que : y bueno, y si perdemos una cierta identidad ¿qué problema hay? ¿Por qué vamos a fortalecer nuestra identidad, nuestro perfil, nuestro yo? Bueno, se ha puesto rara la conversación. (risas). Se ha puesto rara… pero ya estamos en todo otro campo.
Pregunta: ¿Estábamos hablando no solo de compromiso individual, sino de un organismo, es lo mismo?
Si.
Pregunta: En las relaciones con la izquierda vemos que son buena gente, pero son viejos, miran atrás. ¿Podemos nosotros conducir una reconciliación de esas personas con su pasado para que miren al futuro?
Yo creo que es posible, la gente se reconcilia con su pasado, pero eso no quiere decir que se haga fuerte en las cosas del pasado poeque se va a atrancar cada vez mas reconciliarse con lo que pasó es entender que eso ya no sirve para adelante. Porque si tu insistes en no reconciliarte con tu pasado, en afirmar tu pasado y todo aquello, no es posible que avances.
Tenemos un problema de los tiempos, tenemos un tiempo de conciencia de la gente que tiene un pasado largo y de la gente joven que no tiene pasado prácticamente, tenemos un lío de tiempos. Como sabemos que en esta época todo se está haciendo abstracto, los tiempos están jugando, antes eran las cosas materiales, ahora son los tiempos. Los espacios se han hecho ya relativos, ¿o no? Ahora le toca al tiempo. Nos toca a nosotros, al tiempo en nosotros. Nos toca el lío de los tiempos.
Pregunta sobre espiritualidad y política.
Hemos escuchado eso que está diciendo él de gente interesante, gente de mucho vuelo… esa parte, ese punto. Y lo escuchamos de gente del partido comunista por ejemplo, en distintos países. Ustedes tienen sobre nosotros, dicen ellos, la ventaja de contar con una raíz espiritual. ¿Cómo va a decir eso gente del partido comunista? Quiere decir que esa gente del partido comunista está entendiendo también la época. Y ya no podemos tomar la estereotipia del comunista de hace 50 ó 60 años… que qué barbaridad, la superestructura ideológicas, espirituales, eso ya no funciona, ellos están pensando… por lo menos sintiendo de otro modo. Así que puede que no estamos tan lejos de ellos porque están diciendo cosas de ese tipo. Es muy interesante lo que acabas de decir porque lo dicen en otros países. Está raro el mundo, pero es gente entonces que está sintiendo otra cosa. Y es muy fuerte eso. Así que eso que parecía una inconveniencia…
Pregunta: Como utilizar la espiritualidad como algo más en la política.
No se que decirte de eso, pero allí hay un punto que a lo mejor deberíamos profundizar.
Sin tanto prejuicio porque nosotros estamos llenos de prejuicios también. Vemos el modo de cierto modo y no le vemos otros aspectos que a lo mejor se acercan a eso que está diciendo él. Así que es un gran gusto escuchar esas cosas. Pero no sabemos que decir… (risas).
Lo que sí digo es que…, estábamos en el momento anterior, lo que sí digo es que rebajar nuestro perfil, disminuirlo, disminuir nuestro yo al sostener ciertas ideas y ciertos principios, disminuir ese pesadísimo yo, nos va habilitar para conectarnos mejor.
Cuato mas agarramos a esas nuestras cosas…, es como los otros buenos amigos, buenos camaradas que se siguen agarrando al pasado. No han reconciliado su pasado, no han logrado soltar con eso. Y soltar es mucho más difícil que agarrar. Ya nos lo explicó un señor Keller, hace muchos años, que los monos, por ejemplo, ciertos monos, tenían problemas para soltar. En muchos lugares se los atrapaban a los monos porque se hacia un agujero en un árbol y se ponía arroz, entonces los monitos iban, metían la mano y cerraban el puño en el arroz y no lo podían soltar. Tienen problema en soltarlo
Costó muchísimo hacer que los monos alejaran una banana para que la banana cayera por una fisura y él la pudiera recoger. Porque siempre se trataba de agarrar. (risas).
Es… bueno nos estamos saliendo de tema pero, en todo caso la tendencia va hacia agarrar y no soltar. ¿Vamos a soltar nuestro pasado tan fácilmente? Uhmmm…
Reconciliar es considerar realmente lo que pasó, sin traerlo en la mochila, reconciliar es reconocer lo que sucedió y no insistir en que hay que traer eso porque yo tenia razón. (risas). En fin, son pequeños detallitos… (risas). Hay mucho que ver allí, tendríamos que reunirnos… tenemos que reunirnos a conversar de todas estas cosas, a estas cosas que no son tan concretas, que hacen a un espíritu común.
Y el espíritu. ¿Quién es este caballero? (risas). Sí… hay mucho que conversar.
Estamos en un mundo totalmente nuevo, que ya cambio… pero totalmente. Mientras no se planteen esos nuevos comportamientos lo troglodítico va a seguir avanzando. Sí va avanzando… cada vez mas. Y si dejan de avanzar va a ser simplemente por imperio de las circunstancias; no van a dejar de tirarle bombas en la cabeza a la población, no van a dejar de hacer eso, porque tengan una idea humanista… No, va a suceder eso cuando no puedan hacer otra cosa. Entonces es por imperio de las circunstancias que los trogloditas van a retroceder. Pero no por comprensión. Es otro tema, claro… no por comprensión. Porque les está saliendo mal, cada vez peor. Bueno, en fin…
Vamos a tomar un cafesito…