Punta de Vacas
Abril de 2008
Extracto y traducción de un texto de Trudi de su visita a Punta de Vacas Destacando la conversación con Silo

 

Comenta sobre China e India, dice que la India está en crecimiento, haciéndolo increíblemente bien, con mejoras para la mayoría, y son muy diferentes de sus vecinos los chinos. Los indios tienen esta cultura antigua, muy antigua, tienen una sociedad agrícola, por miles de años, y su producción se basa en campos de sembradío pequeños, descentralizados, que están trabajando realmente bien ahora; el país está prosperando. Alguien menciona que Evo Morales observa ese modelo y quisiera aplicarlo en Bolivia.

Por otra parte, agrega, sus vecinos los chinos están haciendo un lío enorme, con toda su centralización e industrialización -un desastre- con el campo abandonado, a excepción de los cultivos de las zonas altamente industrializadas; las ciudades reciben masas de gente pobre. Su economía demuestra también un crecimiento increíble. Es algo muy diferente a la India. Además de esto, los indios no se toman la vida tan seriamente como los chinos, ya que si no pueden lograr algo en esta vida, simplemente lo dejan para la próxima… ¡Pero lo están haciendo muy bien! Conducir en la India es algo también notable, es un caos total increíble, pero aunque parezca extraño, tienen uno de los índices de accidentes más bajos en el mundo…

Después de estos comentarios generales, pareciera que finalmente podremos tener nuestra conversación, que le hemos pedido. Después de un momento, Silo nos dice, ahora ya podemos hablar.

¿De qué hablamos? Antes que nada, dice Jorge, traemos un mensaje de nuestros amigos de Red Bluff. Están muy entusiasmados con las transmisiones mensuales, e instalan toda clase de equipo técnico, para que se puedan conectar con todos los parques. Hay mucho interés por las transmisiones. Esperan que venga gente de todas partes de la zona.

¡Ahá, muy bueno! dice Silo.

Como tenemos algunas preguntas importantes que hacer, vemos la forma de presentarlas ahora.

Jorge comienza, quisiera comentar, sobre mi experiencia sobre lo Profundo. Sobre la manera en que lo he estado haciendo. He trabajado con la Fuerza, y con Ceremonias, he estado lanzando mi intención de ir al Profundo -lanzándola fuertemente- pero también dejando esa intención sólo copresente, sin intentar forzar nada. Creo haber estado trabajando bastante bien, pienso. Pero quisiera saber que piensas sobre esto.

Eso es muy correcto, responde Silo, lo que estás haciendo es correcto. Es como lo que comentaba San Agustín hace varios siglos atrás sobre el tiempo. Cuando pienso sobre el tiempo, afirmaba, no puedo experimentarlo, y cuando lo experimento, no puedo pensar sobre ello. Cuando puedo experimentarlo, no puedo pensar en ello. San Agustín hablaba sobre el tiempo, pero lo que decía encaja muy bien con esto de la experiencia de lo Profundo.

Así son las cosas con esto de lo Profundo. Cuando tratas de asir la experiencia pensando en ella, ya no lo puedes experimentar, cuando estás teniendo la experiencia, no puedes pensar sobre ello.

Después vino Husserl y sus amigos investigando el tema y siguieron avanzando.

Ir hacia lo Profundo no es algo racional, continúa. No es algo que el «Yo» pueda hacer. Todo lo contrario, para tener la experiencia, hay que de alguna manera “correr el Yo”, dejarlo aparte. Hay que crear una condición tal para que esto suceda. No es algo que se pueda forzar. Puedo decirte que intentes seguir tratando de experimentarlo, o tratar de crear esas condiciones, de dejar el Yo aparte. Es como poner el Yo entre paréntesis…

Por supuesto esto no es degradar al Yo. En la vida diaria el Yo es muy útil, de hecho, es indispensable. Es excelente para organizar cosas, es muy bueno para hacer cosas, como usar una llave o accionar motores.

Pero lo Profundo no es un motor. Si se quiere conectar con lo Profundo, con el Sentido, el Yo no es útil. Con el Yo se puede tener la experiencia y lo único que puede hacer el Yo con la experiencia es traducirla.

Si se quiere experimentar lo Profundo, lo que hay que hacer es mantener la intención copresente, la intención de ir al Profundo. Esto de la copresencia es muy útil. De hecho sucede a menudo, que cuando vamos al Profundo, cuando tenemos una experiencia fuerte, ni siquiera la recordamos, es como un sueño que no se puede recordar, pero que todavía está allí, operando en la copresencia.

A lo que Jorge dice, eso me está sucediendo mucho últimamente, tengo la sensación que algo importante me ha sucedido, que he tenido una experiencia importante, ¡pero no puedo recordarla para nada! Creo que de todos modos es algo bueno…

Exactamente -admite Silo- así son esas cosas. Así es como sucede. Ir a lo Profundo no es algo que tiene que ver con el pensamiento racional. Hay que cambiar los canales en esto…

En un cierto punto, cuando estábamos hablando del Yo y de lo organizativo y lo estructural, recuerdo de nuestra experiencia en la construcción del Parque de Red Bluff. Comenta entonces que en California fue la gente estructural la que realmente hizo milagros, el Parque de Red Bluff no existiría sin ellos; amigos como K. y M. y todos los demás, lo hicieron posible.

¡Oh sí, admite Silo enfáticamente, así ha sido en todas partes con los parques, la gente estructural ha sido totalmente increíble…!

Mientras, pienso en cómo hacer mi gran pregunta principal. Algo que he reconocido como el peor de mis temores. Y tiene que ver con mis hijos, sobre todo si algo tremendo les ocurriera… Algo que parece tenemos todos los padres…

Pero no puedo hacer a Silo esta pregunta. Así que hablo de otro tema igualmente preocupante. Hablé de la depresión, sobre cómo trabajar con la gente que está deprimida y que toma fármacos. Y hay mucha gente joven…

Oh sí, responde. Es un problema que está por todas partes, hay mucha gente con depresión… Es la respuesta de la gente a la opresión del sistema, y el sistema es muy fuerte allí, en los EE.UU. Nuestros amigos en los EE.UU vienen tratando con el sistema durante mucho tiempo, y tienen un mérito especial porque le vienen haciendo frente desde hace mucho tiempo, sin desistir. En el resto del mundo recién acabamos de comenzar a sentir toda la fuerza del sistema… Y uno de los efectos es que mucha gente se deprime.

Jorge ahora comenta que las ceremonias parecieran hacerles mucho bien, pero, no obstante, siguen con los fármacos, y que no se atreven a dejarlos, porque son temerosos de caer nuevamente en la depresión.

Bueno, así están las cosas, nos dice Silo, pero la gente debe ir a sus médicos, y tienen que seguir el consejo de los médicos. No estamos en dialéctica con el sistema sanitario en absoluto. No estamos en oposición con lo que están haciendo. Hacen su trabajo, y la gente debe seguir sus recomendaciones. Nosotros, por nuestro lado, hacemos nuestras ceremonias, y la gente responde bien a ellas, y todo está muy bien.

Pero hay una cosa, digo, que me preocupa. Me pregunto si acaso mis amigos que están con estos fármacos, pueden realmente experimentar lo Profundo y podrán transformar sus vidas, mientras tienen todos esos fármacos por el cuerpo.

Oh sí, responde sin pestañar. Claro que pueden. Eso no debería ser un problema. No estamos en dialéctica con los que recomienden terapia de fármacos, los médicos están haciendo lo que necesitan hacer. Si la gente decide dejar los fármacos, bien y si no, también bien. Ellos son quienes tienen que tomar la decisión.

¡Que bien! Digo, esto es algo novedoso para mí.

Siempre he pensado que los antidepresivos y otros psicofármacos necesariamente impiden hacer la búsqueda interna, interfiriendo con su capacidad de experimentar lo Profundo. Pero ahora parece que Silo dice que no, que no necesitamos preocuparnos por eso…

Otra cosa que queríamos consultar es acerca de las Disciplinas y el Mensaje. Porque he oído decir que uno puede trabajar bien con (liberarse a través de) el Mensaje, que no necesariamente hay que dominar una Disciplina y es Jorge quien saca el tema.

¡Ah, las Disciplinas, dice Silo, muy, muy complicado! Muy difícil. Además, la Escuela está cerrada. Se abre y se cierra de tanto en tanto y acaba de cerrarse. Tiende a cerrarse en épocas de dificultades en el mundo, cuando hay una gran crisis.

De modo entonces, pregunto, que es suficiente para liberarnos hacerlo a través del Mensaje.

Pienso tan. ¿Por qué no? Responde.

Así pues, comento otro tema pendiente. He tenido una experiencia intensa y me pregunto siempre sobre cómo aplicarla luego, en mi vida de cada día. Tuve recientemente una experiencia que realmente me conmovió…

Ahá, dice Silo, invitándome a que la exponga.

Una noche estaba realmente tensa, contraída, y me quería relajar. ¡Pero terminé haciendo la experiencia de la muerte, sobre el significado de la muerte! Fue realmente intensa y sorprendendente, no lo esperaba; fue maravilloso… Silo asentía con la cabeza.

Pero quería hacer algo con esa experiencia, traerla a la vida cotidiana, a mi conciencia diaria, de alguna manera, utilizarla, digamos. Pero no sabía cómo hacerlo. Ahora pareciera que ese tipo de experiencias se pueden dejar en la copresencia, y no hacer nada más con ello, ¿sería así?

Eso, correcto, responde.

De alguna manera, esto abre una puerta, y siento que me brota la otra pregunta pendiente: ¿Pero, digo, qué pasa si tengo alguna preocupación…? Así que finalmente hacía la pregunta que me urgía.

Silo escucha con gravedad, con paciencia. Y me dice:

Oh, no, no, me dice suavemente. No puedes solucionar problemas preocupándote por ellos. Hay un principio que dice, “Harás desaparecer tus conflictos cuando los comprendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos”. Esto es algo que se ha dicho hace muchos, muchos años atrás, pero sigue siendo verdad hoy. Tienes que entender tus conflictos en su última raíz.

Y me golpea, lo que entró directamente en mi corazón.

Y nuestra conversación llega a término…