Hola Negro.
No quisiera importunarte mucho más en torno al tema de Fernando, porque con su pasaje a otro plano lo doy por concluido; pero en mi carta de ayer omití una experiencia curiosa que me sucedió durante las ceremonias en el crematorio y que paso a relatar.
En determinado momento pensé en un regalo que hice a Fernando hace más de un año, cuando trabajábamos juntos el tema de su cáncer en reuniones semanales con otra gente también. En aquella época le regalé la estampita de la sombra de Silo donde está escrito: «Mi enseñanza no es para los triunfadores, sino para aquellos que llevan el fracaso en su corazón». Puse mentalmente en el sarcófago la imagen de esa estampita, repitiendo mentalmente la frase, como si intencionara algo positivo para él y la visualicé bien, hasta que de pronto y sin proponérmelo se iluminó el rostro de Fernando al interior de mi espacio de representación ampliado. Estaba con los ojos bien abiertos en todo momento. Fue como un flash fotográfico, un campo energético que surgía en torno al punto de ese espacio que externamente correspondía precisamente a las coordenadas donde externamente estaba ubicado el féretro. Fue una experiencia muy rara, a la que no di mayor importancia; opté por no comentarla con nadie; pero me aparecieron registros posteriores de memoria respecto de lo ocurrido cuando algunas horas más tarde estuve con Marcos P y posteriormente con Karen, camino a Manantiales, como si esa experiencia almacenada en mi memoria pudiese ser evocada nuevamente por mi y comprendida desde otros puntos de vista también, si las condiciones son las adecuadas.
Un abrazo, Jorge.
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Hola Jorge.
Respecto a lo que comentas creo muy posible que dadas ciertas condiciones hayas podido experimentar la presencia de Fernando en lo que llamamos su «doble energético». Me parece que no hubo una percepción exacta de tal fenómeno pero sí una traducción de algo que no se percibe sensorialmente, (por ejemplo, por medio de la vista), pero que se capta de campo energético a campo energético (de «doble» liberado a «doble» encarnado). Por otra parte, ese registro es complejo y arrastra emociones o «estados de ánimo» que a veces son alegorizados o simbolizados en la traducción.
Por otra parte, cuando pudiste evocar el fenómeno creo que lo hiciste desde memoria y de acuerdo a lo que tradujiste en aquel momento. En suma, aunque lo evoques ya no trabaja el fenómeno en sí. A partir de una evocación intensa del fenómeno se puede abrir una puerta que conecte con lo residual del campo energético si aún existe sin transformarse.
Finalmente, en la configuración de tu experiencia apelaste a una imagen visual y una imagen auditiva correspondiente a la frase de la estampita… Sabemos que la repetición de imágenes visuales acompañadas por las auditivas (y en ocasiones acompañadas por imágenes de posición corporal, kinestésicas) son la condición para hacer aflorar las traducciones de fenómenos profundos que de otro modo no se captan a nivel de sentidos externos.
Te envío un fuerte abrazo. Negro.