Esta es una síntesis de algunos comentarios hechos por Silo en ocasión de su visita a las salitas de Buenos Aires.
Apuntes de Alicia Ordoñez

 

 

Salitas

Las salas grandes van a estar más adelante, las estamos preparando. Pero estas salas no pueden tener tiraje en sí mismas. Allí convergerán diferentes comunidades que están en los barrios. El funcionamiento de las salas va a depender de los barrios, de las salitas.

La base de todo es un fenómeno barrial: las salitas.

Estas salitas del Mensaje son locales dedicados exclusivamente a actividades del Mensaje.

Las comunidades van a tener que arraigar.

Las salitas son un lugar de referencia para la gente.

Tal vez se comience en una casa, en un garaje, pero la tendencia es montar salitas. Hay que tener local sino las cosas se mueven mucho y es un lío de referencias para la gente.

Muchas veces ocurre que hay diferentes grupitos chicos y entonces se ponen de acuerdo y juntos abren un local, y se reparten el uso del local, los gastos, etc. Esta situación facilita que siempre haya movimiento, pues son distintos grupos. Y no es una tristeza al estar cerrado.

No es individualista, es complementario. Ganamos por todos lados.

Tenemos que multiplicar las salitas.

Se necesita un tiempo para que la gente venga.

Pero la salita no queda sólo como un lugar fijo de referencia para la gente, sino que va más allá del local, sus paredes, su pintura, Si hay un sentido más amplio y de corazón esas paredes se cargan. Se cargan amistosamente, psíquicamente, por la predisposición de la gente. Son un punto de irradiación.

Un lugar de afecto, amabilidad, de buenas relaciones atrae gente.

Si el lugar es de discordia se pone una barrera. Las religiones han sabido esto y han consagrado esos lugares. Creaban una atmósfera adecuada. No está mal lo que han hecho en diferentes tiempos y épocas. Han marcado dos espacios.

Una persona por el hecho de haber entrado ya se predispone a hacer algo diferente.

Si se logra eso, que alguien que entra cambia de ambiente, entra en otro espacio mental, eso funciona.

Todos los ambientes están cargados con las cosas que hace la gente en esos ambientes.

Las salitas hay que cargarlas por convergencia de intenciones. Hay que distinguir entre convergencia de intenciones y convergencia de situaciones. Las personas pueden hallarse en situaciones convergentes (oficinas, clubes, partido de fútbol, etc.) y esto no implica que en esos ámbitos las intenciones sean convergentes. No converge la gente. Se comunican porque hablan una jerga común, pero…

No se va a conectar la gente por una teoría, por un slogan. No hay modo de ponerse de acuerdo con slogan sino con experiencias comunes. En las salitas hacemos experiencias comunes que además tienen la ventaja de que pueden fortalecerse en la medida en que se repitan y que converja más gente. Y estas experiencias pueden realizarse de un modo más intenso cada vez.

Si las intenciones son convergentes hay una potencia que no se puede parar.

Se va a terminar creando una atmósfera social, importa mucho como se ponen las primeras piedras (condición de origen).

Las salitas se constituyen como espacios sagrados.

Y cuando las personas entran en estos “espacios”, algo importante les sucede.

El ámbito opera milagros.

Ceremonias

La libre interpretación no es sólo para La Mirada Interna, es para todo el Mensaje.

También para las ceremonias.

Hay una diferencia entre leer formalmente la letra o sentir muy desde adentro lo que uno está leyendo.

Hace 3000 años que se viene respetando la letra muerta y la letra muerta no es nada más que eso: letra muerta. Y con nosotros eso no va.

En las ceremonias las palabras sirven de referencia, se adecuan a la situación y empieza un suave y amable diálogo entre la gente.

Hay que entrar en la situación existencial de la gente, superar el “blindaje” emotivo.

Las ceremonias entran en las temáticas existenciales de una forma suave y cuidadosa.

Está muy bien que, entre concurrentes próximos, se usen las palabras más habituales y las frases se compongan con igual libertad.

Podemos usar ejemplos, agregar algunos comentarios, en fin, todo lo que contribuya a facilitar la experiencia.

Cada uno como mejor le salga, no son necesarias grandes explicaciones. Las llevamos como lo vamos sintiendo.

Aspiramos a que las ceremonias se puedan realizar en cualquier lugar y en cualquier momento, adaptándolas a la situación y a las características de los participantes.

El día en que cada uno pueda hacer una ceremonia en cualquier circunstancia, es porque le tomó la mano.

Lo que necesitamos es que “Dios hable por tu boca”. Tiene que ser entrañable.

Se puede sacar o agregar texto. Los textos de las ceremonias son una guía, se podrían hacer con o sin el Libro.

Uno no puede pararse como un robot y leer. Hay que sentir lo que se dice. Y decirlo desde adentro. Si alguien se equivoca no pasa nada grave.

No hay problema en que la gente participe e interrumpa la ceremonia. Cuando uno pone corazón también salen otras palabras y esto vale para todas las ceremonias. Se respeta el espíritu de la gente.

Algunos ejemplos de comentarios hechos durante las ceremonias de Bienestar que se realizaron en las salitas visitadas

“Pensamos en nuestros seres queridos… ¿cómo los pensamos?

Los seres queridos, no como una figurita recortada.

Sentimos a nuestros seres queridos en lo profundo del corazón, sentirlos… como los enamorados que dicen: te siento adentro de mí, muy profundamente, en el fondo del corazón, y eso es cierto.

Experimentamos el contacto (gesto como de abrazar a alguien)“.

En otro momento de la ceremonia:

“…quienes así lo deseen, porque quienes no lo deseen, no. Esos seres muy queridos que están en tu memoria, ligados, en experiencias compartidas. Están adentro de uno.

Por ejemplo mi papá se murió y no me quedaron todas las cosas resueltas, hay que reconciliarse. No hay que cerrar, no hay que clausurar, hay que seguir comunicando, conectando. Así como sentís la presencia de otro también sentís la presencia de ellos, entonces la comunicación no se corta, porque están.

Pueden aparecer acompañados de algo de nostalgia. Claro, pero después se va mejorando. Hace bien reconciliarse. Porque seguro que están en nuestra memoria, en otro espacio… tal vez… porque ¿qué hay adentro? ¿Tripas? (risas) bueno es otro modo de pensarlo, a uno seguro que le hace bien, a ellos… tal vez”.

De todas maneras es importante que cada uno utilice sus propias palabras. La libre interpretación se aplica a todas las ceremonias.

En cambio, en las salas grandes o en ceremonias masivas a las que llega gente diversa y desconocida entre sí, no deberíamos someter dictatorialmente a todo un conjunto a la improvisación de quien ocasionalmente lleva una ceremonia. En esos casos, es preferible usar las palabras escritas en el ceremonial.

Tenemos que salir con todo, la época es propicia, es ahora, no hay nada que esperar.