11 de Abril de 2001
Apunte enviado por Dario.

 

 

Estamos en un cambio de etapa muy importante. Ya a partir del 2002 nuestro Movimiento será un movimiento de mucha gente, la Asamblea será una Asamblea cada vez más diversa y numerosa. Muchos necesitamos renovarnos internamente si queremos seguir acompañando el proceso. El Movimiento ya no es, y será cada vez menos, un movimiento de cuatro amigos. Aquí se está poniendo en marcha procesos de conjuntos amplios y si queremos entrar en resonancia con esos conjuntos, necesitaremos producir en nosotros algunos cambios.

Venimos de una etapa muy estructurada, de jerarquías muy marcadas. La nueva etapa no es así, requiere amabilidad y flexibilidad interna. Requiere sobre todo dejar de hacer las cosas por una mirada externa. Formar estructuras, largar procesos, realizar trabajos internos porque “tengo una imagen” que cuidar, impedir la complementación de las líneas para que no se “perjudique mi imagen”, son comportamientos que nos irán produciendo una asfixia creciente y el proceso nos pasará por encima. Somos los más viejitos que necesitamos reflexionar en estas cosas. Este retiro (de la Fuerza) que se está poniendo en marcha puede ser una ayuda en esa dirección. Lo que se viene es un proceso de conjuntos y la comunicación con los conjuntos no se hace en base a una “imagen” o a un nivel jerárquico. La comunicación tiene que ser real.

El sistema continúa su avance hacia la etapa de Imperio Mundial. No nos podemos confundir con la tendencia histórica. El sistema continuará su proceso sin cambio de esquemas. Vendrán desbordes sociales, podrá entrar en crisis un país, incluso una región completa pero nada hará variar el proceso del sistema hacia el Imperio Mundial. Es cierto que la gente está cada vez más mal, más deprimida, más chiflada, llena de químicos para sostenerse, pero nada de eso hará variar la dirección del proceso. El sistema es una estructura. Una estructura no es la suma de sus miembros. Una estructura es la suma de sus miembros y “algo más”. Tomemos el ejemplo del horno de barro. El barro es la materia más común que existe. Además sumamente blanda y frágil. Tomemos el barro y démosle una forma semicircular, construyamos con ese barro un horno. Ese horno soporta altas temperaturas y a medida que pasa el tiempo el barro se va convirtiendo en una especie de cerámica. Ese horno, hecho de barro, de un material de muy baja calidad, se va haciendo duro, sólido muy difícil de destruir. Una estructura es más que la suma de sus miembros. Es la suma de sus miembros y una forma. Esto lo independiza de si sus partes son de buena o mala calidad. La gente puede llegar a estar muy mal, o muy loca y el Sistema funcionar cada vez mejor.

Es en este proceso del Sistema hacia el Imperio Mundial y su posterior disolución en que montamos nosotros el proceso del Movimiento. Toda civilización cuando llega a su fin pasa por el estadio de Imperio. Esta no es una excepción. La diferencia de la civilización Occidental Judeo-Cristiana con las otras 19 que ha habido en estos últimos 3000 años, es que se trata de la primera que se constituirá como imperio mundial. Esa es la gracia de esta civilización nuestra. Nosotros asistiremos a ese proceso y será muy interesante verlo. Más interesante será construir las condiciones para que surja desde el interior del imperio la nueva civilización planetaria que podría reemplazar a este desastre que tenemos hoy.

El cambio de etapa del Movimiento (el Movimiento social), la construcción de la Asamblea (amplia y diversa), el proyecto de Silo para cuando se clausure el consejo 1 y quede con manos libres, tienen que ver con ese futuro que queremos construir. Con la sociedad del futuro y el ser humano del futuro. Estamos emplazando intencionalmente en el paisaje social, en un momento muy crítico, un proceso humano que pudiera ayudar a la inauguración de una nueva civilización planetaria. Los procesos intencionales para la formación de una civilización no son ajenos a la historia. En realidad las nuevas civilizaciones se forman desde intenciones de algún conjunto humano. El Cristianismo no es una casualidad que haya llegado a Roma en el momento de su desestructuración. La prensa cristiana explica el fenómeno diciendo que era tal la decadencia de Roma que el Cristianismo fue una salvación. Desde otro punto de vista en Roma estaba el Cristianismo y junto con él llegaron a Roma decenas de otras sectas que venían de Oriente. Algunas mucho más interesantes. Pudiera ser que dado el nivel de decadencia de Roma, los Romanos no necesariamente eligieron lo mejor… Pero el punto es que sí había intención en el nacimiento de Occidente y sí la hubo en el Islam y en general en el inicio de las civilizaciones. Esto no es fácil de demostrar porque en los inicios y en los fines de las civilizaciones se sabe muy poco y la historia borra los registros ya que son etapas un poco vergonzosas. Como dice Ortega “la historia tiende un manto piadoso para ocultar los últimos momentos de una civilización”.

Estamos en las postrimerías de esta civilización y estamos en las postrimerías de una etapa del Movimiento. Muchos ya vemos los síntomas de lo nuevo que aparece en nuestro proceso. Revisar desde donde estamos construyendo las estructuras, dejar atrás la mirada externa para decidir nuestro hacer en el mundo y llevar adelante un cambio interno que nos permita comunicarnos con los conjuntos y la nueva gente que se está incorporando en el proyecto son recomendaciones que para algunos de nosotros pudieran tener importancia.