31 de Mayo de 1998

 

Hola Dario.

 

El 20 del corriente recibí tu envío con los comentarios de Gerardo. En verdad la cosa es monstruosa. Casi al mismo tiempo también recibí un informe de México en el que se sumaban varias tragedias empezando por el asesinato de parientes de los nuestros (aparentemente se trato de un robo). Luego vino la agresión a los nuestros en plenas calles de Bombay cuando estos protestaban contra la bomba India… y hay algunas otras barbaridades por ahí.

Nada de esto es ajeno al desequilibrio general que se va produciendo en todas partes. Lo único que puedo sugerir frente a todo esto (que ya no está en el campo de la teoría sino en la calle), es que debemos dar referencia política y social. Acá se produce el siguiente círculo vicioso: si sacamos el Partido con fuerza, entonces aparentemente somos blanco de los enloquecidos; si, en cambio, nos mantenemos prudentemente fuera de la lucha política, entonces todo seguirá como va y también se meterán con nosotros. Es significativo en Colombia que tanto los partidos como la gente común hayan iniciado huelgas y manifestaciones en contra de la violencia.

Así las cosas, la gente esta clamando por la no-violencia y nosotros que lideramos tal postura deberíamos tomar el toro por las astas.

Salvo consideraciones de coyuntura, no se me ocurre otra dirección de trabajo que la que tenemos fijada. Las cosas marchan mal y debemos tirarnos a la piscina si es que, verdaderamente, queremos cambiar el torcido rumbo de los acontecimientos.

Todo lo que va pasando es de lamentar, pero a mi ver, tendremos que lamentar más a futuro.

Recibe un fuerte abrazo.

 

Negro