Santiago de Chile
20 al 23 de Enero 1996
Estas notas no reflejan todo lo conversado, no se trata de reuniones sino de conversas entre amigos sobre diversidad de temas. No es una reproducción textual ni completa de lo conversado con en el Negro. Están tomadas en distintos momentos , por lo que no siempre las ideas están hiladas. De estos he tomado algunas breves notas que creo son de interés para el momento en que nos encontramos.
Wilfredo.
Sobre el mensaje
Hay que plantearse con claridad y con fuerza. No es la etapa del antiheroe, eso de que todos somos iguales. Es como cuando quieres ser participativo, ¿de qué quieren que discutamos? Eso murió. Tienes que plantear el proyecto y ver quienes te siguen. No puedes largar una gelatina.
¿Qué es participar? Participar es ser parte de un proyecto. Quiere decir que debe estar el proyecto y lo demás es demagogia del año 60. El tema es el proyecto. Yo presento mi proyecto y el que no está de acuerdo que no participe. Cuando alguien dice que no hay que presentar proyectos, por boca de ese habla el sistema, o dice, no hay que organizarse, ¿Y la banca no se organiza?, o que ustedes son verticales, ¿y la banca no es vertical?
Se ve cada cosa… un dirigente del PC que aparece en la TV, en su casa, regando plantitas, tratando de dar una imagen blanda. Hay que decirle que eso ha estado muy bien que ahora nadie quiere la revolución, todo el mundo quiere regar plantitas. Mientras la banca trabaja anfetaminizada, conectados con todo el mundo, en una actividad desenfrenada, y van triturando todo.
Es muy raro esto que mientras la gente está más confundida, nosotros estamos cada vez más claros. ¿Será una ley de compensación?
Nuestra argumentación tiene que ser virulenta, fuerte, jodida, explosiva, con perfil muy definido, muy claro, pero tiene que estar fundamentada. No puedes decir que el sistema no funciona. El sistema neoliberal funciona muy bien… para cuatro, y el resto muy mal. El esclavismo funcionó muy bien… para cuatro, el nazismo funcionó muy bien… para cuatro, el stalinismo funcionó muy bien… para cuatro; por otro lado veinte millones de muertos.
Como que no funciona, hay cada vez más bancos, más financieras, más productividad. No puedes decir globalmente que no funciona, porque te van a llenar de cifras y te van a dejar como el culo. Cuanto mejor funcione, peor va a estar la gente.
Esto hay que trasladarlo a muchas cosas que decimos sin fundamento, no es cuestión de largar espuma.
Este sistema funciona bien, solo comparable con el régimen esclavista, se han reemplazado las cadenas por las tarjetas de crédito. Mientras mejor le vaya al sistema, peor va a ser para usted. Buenas escuelitas… para unos pocos. Buenos hospitales… para unos pocos. Casimires y buenas ropas… para unos pocos.
Si se robotiza todo, los que van a sobrar preferentemente van a ser los jóvenes. Allí está el futuro según lo diseñan otros, ¿qué va a hacer usted?
Van creando condiciones, paso a paso, analíticamente y por parte. ¿Y cuando hayan desmontado todo, qué va a hacer usted? Mientras usted espera el chorreo.
Si nosotros lo informamos y no lo sigue, es un imbécil. Si no lo informamos es por falta de información.
Sobre el destinatario
Han hecho bolsa a la familia, al igual que todo lo que estaba estructurado, mientras ellos lo concentran todo. Lo han demolido todo. Sin duda que ésto también se debe a que esas instituciones no se adecuan ya al momento histórico, pero ellos a su vez han arrasado con todo. Acá ha habido una excelente repartición de funciones y ellos han hecho excelentemente bien el trabajo de demolición.
La familia está en crisis, no es el caso de reconstruir instituciones caducas, sino entender que la crisis de esas instituciones está dejando un desastre. Hay mucha energía en esa crisis y es legítimo canalizarla en la dirección del cambio de sistema.
Una cosa es decirle al individuo aislado que debe cambiar el sistema. Otra decirle que pasa con su familia. Es él y su medio inmediato. Ya no nos basta con plegarlo a él, tiene que ser él y su familia. Queremos que venga él y su medio inmediato, es más, ni siquiera queremos que venga, sino que vamos nosotros.
Siempre en nuestro planteo ha estado lo del individuo y su medio, pero no por esto lo aplicamos. Más bien, muchas veces hemos tenido resistencia a meternos con el tema.
Al hacer el planteo de manera personal, es incluso mucho más posible para el otro escabullirse. Pero es distinto si no sólo le preguntamos por su futuro, sino por el de sus hijos, su pareja, su abuelo, etc. El anda con todos esos registros. Cuando imagina perder su trabajo, no sólo se imagina a sí mismo, sino lo que pasa con la educación de sus hijos y todo eso…
Talvés nos convenga hacer un cambio en ésto y no dirigirnos, solamente, al trabajador, a la mujer y al estudiante, sino que integrar en la convocatoria al medio de cada uno de ellos. El estudiante se mueve en la universidad, pero en su casa ve lo que pasa y lo que sucede con su abuelo.
Es posible aprovechar esa situación de crisis de la familia y canalizar toda esa energía a favor del cambio. Tenemos que plegar al individuo y su medio inmediato, y ésto es coherente con nuestro interés de entrar a las casas.
No hay nada que modificar, sino que habría que incluir más en la conversación que hacemos con la gente, a su medio inmediato, a su familia, sus seres queridos, etc. Es como si dirigiéramos la cosa a ese conjunto y no al individuo aislado. Porque, de todos modos lo que ocurre con la gente es que ellos están pensando así, en su familia, en su gente. Es una cuestión de mecanismo, cuando le preguntamos al otro por su situación, como está, o como piensa que él va a estar a futuro, el puede escapar perfectamente y decir que muy bien, etc., pero, cuando le preguntamos por el futuro de su familia y de sus hijos, su imagen personal se le tira para adentro, y tiende a responder más emotivamente. De este modo, le estamos largando la pregunta para que conteste desde otro ámbito mental, desde su medio inmediato del cual el forma parte. Entonces su respuesta será también muy diferente. No nos conviene apelar al individuo aislado de su situación. Hay que disparar con el «naranjazo» que tiene el cañón más abierto.
No es que nosotros estemos ahora preocupados de la familia como institución. Lo que ocurre es que el sistema tiene cagadas esas relaciones y eso a la gente le jode y sufre.
«¿Usted va a seguir votando y apoyando a los partidos que han producido todo este desastre y que lo van a aumentar aún más?»
Nosotros le decimos que él puede ser fuerte y cambiar la sociedad pero él se siente débil ¡porque ni siquiera puede arreglárselas con sus relaciones más personales! Entonces no puede trasladar el mensaje, ni siquiera puede retenerlo, le queda como poncho. «Cuando llega a su casa y la mujer le pregunta en que cosa andaba, y él le cuenta que se encontró con estos muchachos, un poco locos, que le hablaban de cambiar la sociedad; la mujer lo reta por meterse con esos locos. En cambio, si él le explica que estuvo con estos muchachos locos que decían que esta sociedad está liquidando el futuro de sus hijos y de las familias, porque la violencia va en aumento, la drogadicción, el suicidio, etc., la señora va a saltar y se lo va a corroborar: «¡Pero si esto es lo que yo te he dicho siempre, con cualquiera de ellos nosotros vamos a estar igual o peor. Esos muchachos estarán locos pero tienen razón, las cosas son así, etc.!»
Estamos buscando los mecanismos que nos permitan entrar en las casas y sumar a las familias. Ahí se armará el lío masivo. La cosa es simple: Habría que incluir más en las conversaciones con la gente, a su medio inmediato. Esto vale para el estudiante, el trabajador, la mujer, el cesante, etc. Nosotros hemos tenido una cierta resistencia de hablar de ese modo, algo de pudor. Tenemos que dirigirnos al trabajador y su familia, etc. Esto, no solo en los contactos personales sino que también vale cuando vamos a la prensa con temas políticos y nos referimos a la situación de indefensión total en que se encuentra el grupo familiar… etc. «Como diría un jesuita: la familia es muy importante». Es de lo último, pero así están las cosas. Y, para los nuestros esto no representa ningún cambio de mensaje ni nada que se le parezca, sino que simplemente se trata de tener en cuenta lo que en realidad cuenta en las cabezas de la gente. Nosotros podemos aprovechar bien esta crisis, esta fragmentación que está llegando hasta la base social.
Sobre la oportunidad
Tiene que ser un despelote rápido, porque si no te ponen palos en la rueda, es un problema de estrategia, una gran energía para producir un despelote súbito, sino te joden. Tiene que ser fuerte y sorpresivo. Por eso plazos cortos y jodidos. Es ajustado pero posible. La estrategia es hacer ésto (cientos de miles) en muy corto tiempo. Porque si das tiempo te joden. Crecimiento virulento en corto tiempo, esa es la estrategia. No es un tema de que tenemos poco tiempo, el problema es que no se puede hacer de otro modo, porque das tiempo a que reaccionen y te pongan palos en la rueda y aunque no te puedan parar enlentecen todo.
Ellos mismo van a producir el pedo cuando reaccionen y la misma gente va a contrarrestar todo ésto (cientos de miles). Es un problema estratégico y vital. Por eso esa marcha forzada y en corto tiempo. Si lo hacemos se van a joder, no va a desaparecer la contra, pero se la hacemos difícil, porque va a haber mucha gente que responda.
Hoy te pueden joder de muchas formas, pero llegando al punto en que disparas una onda ya no les funcionará lo compositivo, (infiltrar a alguien, comprar a alguno, etc.).
Vas a ver lo que sucede cuando empiecen a encontrarse con que su mujer está yendo a unas reuniones, o bien que uno de sus hijos le tiene la casa llena de gente… van a reaccinar con todo. Primero serán los políticos (que ya no cortan nada) pero después serán los de la banca. Ya les mearon el asado una vez y dirán: dos veces no…, esa será la contra con todo.
Mientras no te vean fuerte no hay de que preocuparse, pero cuando te reconozcan fortaleza cambiará radicalmente la cosa. Así que para ese momento tienes que estar muy bien preparado, con mucha gente y fortalecido, porque se vendrán con todo. No puedes darles tiempo a que se percaten, tienes que hacerte fuerte rápidamente, sin aviso.
Va a haber problemas sino hacemos las cosas rápidas. Es muy audaz, muy fuerte, pero es posible. Ahí vemos.
Sabemos que si en una elección metemos candidatos independientes se van a arrancar con los tarros y no nos importa. Vamos en el aluvión, todo revuelto, después que hagan cualquier cagada, quieren el puesto público, y a nosotros no nos importa. No debiera confundir a los nuestros, si los orientadores están claros, todo está claro, es un tema de los orientadores.
Sobre el momento del movimiento
El Movimiento está en estado de movilización, ésto no siempre se da, y generalmente son un porcentaje de las estructuras la que apoya las actividades que se están poniendo en marcha, ahora la situación es muy distinta y es todo un conjunto el que se ha puesto en movimiento. Además somos nosotros y el momento histórico que nos acompaña, el sistema está haciendo su tarea de demolición, y todo va.
Parece que la intención está, no es como otra época, que unos pocos llevan la viga, se están movilizando todos los nuestros. Se están movilizando en corto tiempo los nuestros, es extraordinario.
La energía va al futuro, no a arrastrar gente. Decimos lo nuestro va para allá y vamos, no forzamos un carajo. El que no puede, no puede, pero eso sí, “si te aplicas, sale”. Si se moviliza así el movimiento va a resultar una cosa pesada, fuerte. Y si no sale no sale, y nadie se va al infierno.
Lo que se pensaba en otro momento, que no podíamos crecer, eso se ha ido a la mierda.
La imagen viene de adentro, está la punta del iceberg, que te da la técnica, pero lo que moviliza viene de adentro. Son imágenes profundas, cenestésicas y difusas las que movilizan. Vamos a pasar de que no existen a que son unos hijos de puta que están por todos lados.
Las campañas ambientan, en cada lugar habrá que ponerlas en marcha, y si están pensadas para crecer bienvenidas, puedes hacer una campaña muy buena y no la pensaste para crecer. Hemos hecho muchas cosas bien hechas que no han sido pensadas para crecer.
Movilización para crecer a través de una campaña, campaña como instrumento de crecimiento. Por ejemplo, estás pidiendo la renuncia de no se quien, pero además estás invitando a una reunión. Tienes que tener material para que se lo lleve.
Esto de que primero una cosa y después otra (ejemplo, campaña política), después nada, no sale ni lo uno ni lo otro.
Tienes que tener materiales en cantidades. No hace a la diferencia en que actividad estés, política, social, cultural, un partido de fútbol, etc. Sino has tomado las medidas, no planificas el crecimiento, no tienes materiales, no tienes fichas, lo raro sería que crecieras. Hay que ponerse en el tema, que es muy distinto que decirlo.