Quito
11 de julio de 1995

 

Los saludo a todos Uds. y antes que nada quisiera destacar que hay una especie de confusión, una confusión porque se ha esperado una conferencia o algo por el estilo y nosotros veníamos con una idea diferente, la idea de hacer un intercambio, más que esas cosas donde alguien se sienta y….no pasa nada. Entonces pues trataríamos de promover el diálogo entre nosotros y de intercambiar puntos de vista.

De todas maneras tengo que agradecer al Director de la Escuela de Sociología, a algunos amigos del partido comunista y de algunas otras corrientes políticas, con los que nos encontramos a veces a discutir ciertos temas y por supuesto también a la gente del movimiento humanista que está presente aquí.

En ese tren de intercambiar ideas lo más que puedo hacer yo por mi parte es dar un enmarque muy rápido de lo que entendemos por Humanismo Universalista.

Dejando de lado todos los antecedentes históricos que tiene el humanismo y todo aquello, la situación actual que encuentra el humanismo en el mundo es justamente la de la deshumanización creciente promovida por este avance del neoliberalismo en materia política, pero no sólo por el avance del neoliberalismo en este campo, en el campo político, en el campo económico, sino también por el surgimiento de nuevas formas: nuevas formas de relación, nuevas formas de comunicación….., nuevos problemas que están surgiendo en el mundo y que no pueden ser enfrentados con la metodología que se utilizó en otros momentos. Las formas que presenta hoy la opresión son formas mucho más elaboradas que en otra época y los viejos luchadores contra las formas de la opresión hoy se encuentran con que tienen que revisar su método de lucha, su modo de acción, su modo de comunicación con los conjuntos humanos.

Para el humanismo hay un problema muy «gordo», muy grave, que se acentúa día a día y es lo que llamamos el problema de la desestructuración, o el problema de la desintegración de las estructuras tradicionales.

Comenzando por el estado nacional, este estado nacional está sufriendo el embate de distintas formas de penetración económica, de multinacionales, que lógicamente van socavando su poder como tal y van tendiendo a romper lo que antes eran los límites que estableció la burguesía creciente en la etapa de la revolución industrial y posteriormente a la revolución industrial. Hoy el capital financiero internacional está acabando con las barreras y lógicamente un estado articuladito, con su vecino, con los límites muy precisos, está en vías de liquidación. En algunos puntos del planeta esto se ve con más claridad que en otros… y por supuesto comienzan a surgir otros momentos históricos, los momentos de la regionalización y el posterior momento de la globalización, a donde parece que apunta el mundo.

Este tema de la desestructuración de los estados nacionales es un tema que ya lo estamos sintiendo también en América Latina. Esto podrá tener sus avances, podrá tener sus retrocesos, pero también comienzan a darse las formas de la regionalización: por un lado el NAFTA, por otro lado el MERCOSUR, y distintas aglutinaciones en las que el estado nacional comienza a ser desarticulado en su conformación tradicional. La cosa es larga, la cosa es muy discutible, se puede desarrollar mucho este tema…., pero me interesaba en este intercambio que seguramente tendremos fijar este punto de vista: el punto de vista de la desestructuración en general y hemos arrancado hablando de la desestructuración del estado nacional.

Esto no termina en la desarticulación de ese estado, la cosa en las organizaciones políticas, las organizaciones sociales y termina en las organizaciones sociales de base. Acá hay un proceso de desestructuración de todo el armado, no sólo del estado nacional, sino de diferentes organizaciones.

Los partidos políticos por ejemplo, que tradicionalmente, o bueno… por lo menos en los últimos 200 años, han sido la canalización, según dicen algunos de la voluntad popular, según dicen otros de los intereses de los sectores y de las clases, los partidos políticos también están desarticulándose. Hay muchos síntomas para ver lo que pasa con estos partidos que no tienen continuidad, y que de momento pueden confluir, pueden coincidir, en sus alianzas y demás.., con un determinado proceso.

Hoy lo que era la banca, la banca que lograba un partido después de una gran campaña, la banca propia del partido, en muchos países ya se está sosteniendo que esa banca no pertenece al partido, esa banca pertenece al diputado electo, por ejemplo., por lo tanto si el diputado electo es el que ocupa esa banca, como él es el representante directo del pueblo y no el partido, entonces el puede irse a otro partido o quedar como diputado independiente. Yo no digo que esto este bien, o que esto este mal, yo digo que este es un golpe, sin duda, uno de los tantos golpes que reciben los partidos tradicionales, porque si toda la gente del partido está trabajando para que salgan determinados representantes y estos representantes luego, sucede que pueden pasar a otro partido o iniciar negociaciones por cuenta propia, esto crea algún problema, me parece a mí, a la estructura partidaria. En muchos lugares del mundo también, a los partidos ahora se les hacen numerosos reclamos por el funcionamiento de sus fondos, de tal manera que el control sobre la mecánica de las finanzas y demás de los partidos, hoy también los está golpeando fuertemente. Por último, hoy un partido llega al poder y…..las cosas están organizadas de tal modo, que ya no se trata de tomar de ese partido a sus estudiosos o a sus equipos, sino que aparecen los tecnócratas, que se importan de otro lado y, da la impresión también de que la conciencia social está un poco resentida contra el funcionamiento que tradicionalmente han hecho los partidos, entonces mucha gente comienza a hablar de que qué tanto político en los gobiernos si en realidad lo que necesitamos es gente eficiente, que sabe cómo manejar las cosas, que sabe mucho de economía y cosas por el estilo (por supuesto sabe mucho de «un» tipo de economía). Pero, por distintos canales y distintos caminos, vemos que la solidez de los partidos políticos tradicionales está resquebrajada.

No termina en los partidos políticos la desestructuración. La desestructuración sigue a numerosas agrupaciones que tradicionalmente han dado referencia a las colectividades. Se desarticula también la iglesia tradicional en algunos lugares, se desarticulan las sindicatos, el sólido sindicato de otras épocas hoy está también muy cuestionado en su funcionamiento, muy cuestionado en su estructura y se produce un gran alejamiento de la base social.

Y en la base social, que es lo que interesa en definitiva, las organizaciones sociales de base, que eran las que en gran medida permitían la articulación del tejido social, se van desintegrando. La convocatoria que en su momento tenían las organizaciones sociales de base, hoy esta convocatoria ha disminuido considerablemente. Resultado de la desarticulación: desreferenciación, falta de liderazgo, falta de dirección en los procesos, etc., etc.

Y si quisiéramos llegar más abajo en este proceso de desintegración, de desestructuración, veríamos que también se está produciendo una desarticulación de las relaciones más próximas, es decir, de la relación interpersonal. Se está produciendo fragmentación en la familia, se está produciendo fragmentación en las relaciones entre las personas… Antes los estudiantes eran compañeros, ahora, según lo está planteando el sistema, los estudiantes son competidores: porque si tenemos una salida laboral para 30 ingenieros solamente, porque así se están creando las condiciones, y tenemos 600 estudiantes, el hecho de plantear las cosas en esos términos de salida laboral para sólo para 30 ingenieros, necesariamente comienza a producir fragmentación en el viejo espíritu solidario y en el viejo espíritu de camaradería y compañerismo que existía en otras épocas entre los estudiantes. Este tema de la competencia irrefrenada, este tema de la escasez de la colocación laboral post-universitaria, hace que la antigua solidaridad que tenían los estudiantes entre sí se vaya fragmentando.

La competencia está llegando a niveles tales en algunos puntos del mundo que la pareja misma está viéndose como una suerte de competencia entre dos partes. Así que cuando se juntan dos personas ya uno está pensando quién puso la alfombra y quién puso el florero, porque en cualquier momento uno se va a llevar una parte y el otro se va a llevar la otra.

Es tan desafortunado lo que va ocurriendo con las condiciones que crea hoy este sistema que finalmente cuando terminan de desintegrarlo todo, uno no sabe con que enganchar, con quien relacionarse y uno siente claramente la sensación de empequeñecimiento de la propia vida y de la propia existencia. En el campo de lo personal, aquello que antes se llamaba la alienación que provocaba el sistema y demás.., hoy en el campo de lo personal esto se registra como una gran soledad, un gran sinsentido, una falta de referencia, un no saber a qué atender y un no saber en qué dirección ir.

Esta es la situación desafortunada que se respira con más fuerza en algunos puntos que en otros. En algunos puntos puede resultar un poco extraordinario y fuera de lugar hablar de estas cosas, pero la tendencia general que se observa en el sistema, la tendencia general en los distintos países del mundo, es hoy en términos generales lo que hemos hablado muy por encima, la tendencia hacia la desestructuración.

Muy bien, ya han terminado acabando con las antiguas articulaciones sociales, pero ellos no se desintegran: la banca crece, el capital financiero internacional se concentra, se hace cada vez más monolítico, mientras en la base social todo aquello queda desarticulado. Hoy encontramos ya en el más pequeño pueblito en muchos lugares, una sucursal del banco. Hoy encontramos que los mismos tecnócratas de los gobiernos hacen sus reverencias a los representantes de la banca. Las deudas siderales que contraen (que contraen de mala manera) los gobiernos y los países, de un modo inconsulto respecto de sus pueblos, las deudas que se contraen y se siguen contrayendo en América Latina con el fondo monetario internacional, sin ningún tipo de consulta, y las más de las veces hechas bajo la bota de los regímenes militares, colocan a cada nuevo ciudadano, a cada nuevo niño que nace con una deuda en sus espaldas. Porque seamos francos, antes existía la esclavitud y la gente, pequeños porcentajes, podían manumitirse, podían liberarse; ahora se supone que en este sistema la gente nace libre y al poco tiempo termina esclavizada. Así que estas deudas que contraen los países, que contrae una administración y luego se la pasan a la administración siguiente y demás, coloca a la gente en situación de indefensión frente a la voracidad del capital financiero internacional.

Así están las cosas: con estados nacionales débiles, con estructuras políticas débiles, con organizaciones sindicales debilitadas, con organizaciones sociales de base sin posibilidad de grandes convocatorias…, así están creadas hoy las condiciones de lucha, por lo demás muy desiguales, con ese capital que se concentra día a día, que tumba países completos o regímenes según le convenga, que produce las fluctuaciones más irresponsables que uno puede imaginar en los mercados de valores, en los mercados financieros, y donde el ciudadano común finalmente no sabe como presentar batalla para desmembrar está monstruosidad que se ha ido generando y que hoy toma características de globalización.

Claro…, el término globalización, el término mundialización, está hoy ya en la calle y todos hablan de que hay que modernizar el aparato estatal, que hay que hacer recortes, que hay que eficientizar y para eficientizar tendremos que dejar a millones de trabajadores en la calle y en algunos lugares donde la imposición del neoliberalismo se está haciendo a marcha forzada, en algunos lugares la explicación que se da es que si se eficientiza el aparato estatal, si se privatiza todo lo que uno encuentre por delante, entonces con el tiempo va a haber mejores puestos de trabajo y esta riqueza va a desbordar hacia la base social. Lógicamente con el tiempo hay que cambiar el planteo, y entonces en los países industrializados, en los países como ellos dicen desarrollados, esta desocupación creciente y esta recesión que también ellos tienen (y sobre todo ellos tienen), ahora aparece como que en realidad es el precio que hay que pagar por el progreso. Ya no están diciendo que bueno… quédense desocupados, vamos a eficientizar y los grandes beneficios materiales obtenidos van a volver sobre la gente…, no, ahora dicen que la robótica es la que está produciendo la desocupación, que se reemplaza con una computadora a 10 empleados administrativos de antes, que las telecomunicaciones hacen que no se necesite tanto personal para que las empresas puedan hacer su juego; de manera que este planteo se va a haciendo de distinto modo según el estado en que se encuentre un país en su desarrollo, pero en definitiva la desocupación aumenta en los países más avanzados y también en los países que tienen problema todavía en su desarrollo. Se están enfrentando las grandes masas populares con el tremendo temor a la desocupación.

Esta desocupación funciona como arma de doble filo, porque claro, si hay una gran cantidad de desocupados se chantajea a los ocupados de tal manera que nadie quiera arriesgar ese puesto de trabajo por lanzarse a una lucha y a la defensa de sus intereses. Y es más, se chantajea de tal manera que incluso, todas las conquistas sociales logradas en los últimos 100 años son barridas de un plumazo, porque en acuerdo entre la patronal y los trabajadores, no habiendo más remedio, se llega a bajar los sueldos de los mismos obreros. Primero se bajan los sueldos y después aparece la desocupación masiva. Todas estas cosas las sabemos, todos nosotros conocemos estos procesos. Son desparejos en distintas partes del mundo, son desparejos pero parece que llevan la misma tendencia.

Y en esa misma tendencia la pregunta que hoy surge, solo que estamos en 1995, la pregunta que hoy surge es: ¿qué hacer? Sólo que hoy plantearse el ¿qué hacer? es bastante difícil. Lo único que he querido lanzar como material de posible diálogo o discusión entre nosotros es: cómo ve este proceso este nuevo humanismo, el humanismo universalista, cómo ve la desestructuración, cómo ve la situación en que nos encontramos y dejar planteada la pregunta acerca del ¿qué hacer? para la gente con más fuerza, para la gente con más talento, para la gente que tiene muchas cosas que decir en este campo.

Hay quienes piensan que se trata de agrupar a las organizaciones progresistas en una dirección que supere la mecánica de los partidos; hay gente que propone la formación de polos populares; hay gente que propone la formación de frentes; hay gente que cree que las fuerzas sindicales deben trabajar en esa dirección de la formación de polos; hay gentes que creen que los movimientos sociales que todavía no han sido desarticulados del todo, como los movimientos indígenas, las agrupaciones culturales, los grupos ecologistas, deben trabajar también en la formación de ese polo, en un campo de desintegración como el que hoy vivimos. En fin, todas estas son cuestiones muy a discutir, pero yo simplemente quería presentar ante Uds. esta visión sobre el diagnóstico humanista y no sobre la solución a estos problemas que son tan graves.

En materia de diagnóstico también y en materia de análisis de la realidad del momento histórico, el humanismo observa no sólo esta diferenciación, esta desestructuración en los países, etcétera y así hasta la base social y el individuo mismo, sino también el surgimiento del choque cultural. Este choque cultural que estuvo en los últimos 100 años más o menos suspendido… mucha gente se sorprende como croatas, serbios, montenegrinos, eslovenos y demás, entran en una fricción muy importante en la cultivada Europa y terminan en situación muy desafortunada, prácticamente en guerra civil todas esas colectividades que antes formaban parte de Yugoslavia. Es muy sorprendente para ellos ver como cada uno se aferra a su propia cultura o subcultura y lucha con el vecino, con el cual existían antes lazos de solidaridad, en comprensión, en un universo mayor que era su propia Yugoslavia. Hoy cada uno tiende a aferrarse en sus subculturas particulares.

Esto no ocurre sólo allí, ocurre en distintas partes del mundo, ocurre en Pakistán, ocurre en los distintos lugares de India, ocurre en casi toda el África, está ocurriendo alrededor del Mediterráneo y está comprometiendo a las colectividades árabes y también a las colectividades europeas.

Este fenómeno del resurgir de las culturas… y resurgir en términos de diferenciación y de lucha, es otro punto que observa el humanismo como punto de gran atención y de gran cuidado para interpretar los posibles acontecimientos que sobrevengan. Las culturas despiertan y buscan nuevamente sus raíces y en ese buscar sus raíces, algo que había aparecido aletargado durante centurias completas, este buscar sus raíces, hace también que por razones de propia identidad se diferencie de las otras. Las más de las veces esto va al conflicto, conflictos que se acentúan por el empobrecimiento de poblaciones de ciertas zonas, que se mueven en migraciones en busca de nuevos trabajos y de mejores oportunidades de vida.

Lucha entre colectividades, resurgimiento de antiguas formas culturales que parecían aletargadas, migraciones de pueblos de zonas pobres hacia zonas con más posibilidades económicas y, como elemento que creo yo no debe descuidarse, el resurgimiento también, dentro de los perfiles culturales, el resurgimiento de las místicas de tendencia fundamentalista o de tendencia integrista. En el Islam, donde tradicionalmente (…bah, en las últimas centurias) el sector sunita del Islam, aproximadamente dio la tónica a toda la corriente de esa cultura, hoy es fuertemente cuestionado por otras corrientes fundamentalistas, sumamente agresivas, sumamente violentas, que están poniendo en jaque y están poniendo en peligro al viejo sistema sunita que apoya a los gobiernos, también tradicionales, del mundo islámico. El fundamentalismo shiita no solo ha hecho caer a la antigua monarquía iraní, sino que también ha presionado fuertemente en otros puntos del Islam y hoy nos encontramos con una Argelia totalmente convulsionada, nos encontramos con el sur de Egipto casi en guerra civil, nos encontramos con Túnez convulso…, esos fenómenos nuevos, también dentro de las culturas, de corriente integrista, de corriente fundamentalista, son fenómenos que no pueden dejarse de lado en el análisis de estos procesos.

Así que también resurgen con fuerza los fundamentalismos. También en el área cristiana de las culturas están surgiendo los grupos fundamentalistas cristianos absolutamente excesivos y violentistas.

De manera que son demasiados los problemas que se afrontarán globalmente, pero finalmente uno llega al problema máximo que es: el de uno en relación con su medio inmediato. Y estas cosa de modo directo o indirecto también golpean en la propia cabeza.

Hay muchos otros elementos que podrían participar de este análisis, pero si el proceso de globalización va hacia un mundo manejado por esas finanzas que concentran su capital y que finalmente terminarán colapsándose, si se producen todas estas perturbaciones, esta desintegración, este crecimiento de los fundamentalismos, ¿en qué mundo vamos a vivir en los próximos tiempos? Da la impresión que en esta desorganización social empezaran a crecer las bandas, las bandas desarticuladas, sin ninguna dirección, sin ningún sentido; da la impresión de que empezaran a surgir los terrorismos de masas, ya no se trata de ese terrorista que apuntaba con cierta precisión a su enemigo, sino que ya se trata del terrorismo indiscriminado en supermercados, subterráneos, oficinas administrativas y en la calle misma, este terrorismo también está en marcha, es parte de este proceso de descomposición y es un fenómeno, me da la impresión, que iremos viendo crecer.

…Y ¿qué pasa con las nuevas generaciones?, desatendidas, descuidadas, alienadas, sin dirección y sin referencias. Esa criminalidad que crece en las nuevas generaciones. Lugares como Washington, ¡donde tienen que poner estado de sitio para los menores de 17 años pasadas las 10 de la noche! De manera que un jovencito que trabajaba, se movía, hacía cosas, iba y venía…, ahora a las 10 de noche tiene que estar en su casita, porque parece que los jóvenes son sospechosos, son los promotores, según ellos, de la violencia en las calles. Discriminación en todas partes, discriminación sobre todo con las nuevas generaciones…, y bueno, veremos que nos va sucediendo en los próximos años.

Sea lo que sea que haya que hacer, hay que hacerlo rápido. No somos nosotros para indicar lo que hay que hacer, son los que saben de estas cosas…, pero lo que sí sabemos nosotros que cualquier cosa que hagamos tenemos que hacerla muy rápida, porque los tiempos urgen, este sistema tambalea y que se caiga una forma de dominación es por supuesto muy interesante, pero ¿en qué situación nos va a encontrar, por ejemplo, el próximo colapso económico, que parece que tendrá que darse más o menos a la brevedad? Ustedes recuerdan el «crack» del 28 del 29, ustedes vieron como reventó la bolsa de valores de Nueva York, a las dos horas estaba en Londres, luego estaba en Zurich y se desplomó el sistema. Y… ¿y qué pasó después en Estados Unidos, por ejemplo? Todavía hay películas por ahí, en blanco y negro, un poco chaplinescas, en donde se ven las largas colas de trabajadores afectados por el cierre de fábricas, ¿por qué?…, porque se produjo un colapso en las finanzas…, estas finanzas que ahora reclaman los industriales, reclaman los trabajadores, para que la maquinaria de la producción siga en marcha. Con ese colapso del sistema financiero se cerraron las fuentes de trabajo, la gente quedó en la calle haciendo largas colas para poder comer y para poder atender a sus necesidades mínimas. ¿qué significaría hoy un «crack» como el del 28, cuando todo el sistema financiero mundial está interligado?, ¿qué significaría hoy un «crack» en la banca mundial? Así que no se trata simplemente de que se desplome un edificio esencialmente nefasto para la gente, sino ¿en qué situación nos encontraría este colapso de algo que nosotros no manejamos, sino que manejan ellos? En fin…, eso es todo lo que yo puedo decir como para dar lugar a que comience el diálogo y en todo caso la discusión. Es nada más la exposición mía, el punto de vista del humanismo sobre la situación que hoy nos toca vivir. No es de ninguna manera un diagnóstico completo y mucho menos es una solución a la pregunta de ¿qué hacer en lo inmediato?

Así que les ruego que perdonen la confusión, porque algunos creían que iba a haber una conferencia y no es así…., y si les parece bien podemos iniciar el diálogo.