Bogota
8 de Julio de 1995
Apuntes de una charla de Mario.
(Versión del Consejo C)

 

Por lo general, uno toma decisiones de modo continuo y lo hace con rapidez, pues se trata de cuestiones de no mucha importancia. Pero, a veces, hay que tomar decisiones importantes y uno procede con la misma ligereza. No deberia ser así.

Las decisiones importantes son procesales y no deben tomarse con la misma cabeza con que se resuelven cuestiones tácticas.

Cuando se trate de decisiones importantes, tómese el trabajito de no abalanzarse, proceda con tranquilidad. Busque un lugar tranquilo, camine si lo prefiere y antes de ninguna resolucón, baje el «ruido» de la cabeza. Hay que despejarse, romper inercias.

Son decisiones importantes las que comprometen a otros, las que pueden llevarlo a uno en otra dirección, las que pueden favorecer o torcer el ejercicio de la intencionalidad.

Hay que poner la cabeza en silencio y cuando se llegue a ese estado de silencio mental, recién uno se formula las preguntas: ¿cómo será ésto?, ¿cómo será lo otro?

Las decisiones importantes se toman con otra cabeza. No con el ruido de otras personas alrededor, de opiniones de terceros, de inercias situacionales.

Esta no es una recomendación ociosa. Es una recomendación.

No tome decisiones importantes con «ruido», haga silencio mental, aléjese de la percepción inmediata, de las influencias inmediatas. Es la mejor postura. Un pequeño silencio en la cabeza.

El silencio es bueno como toma de distancia respecto de influencias ajenas.

Sobre las Experiencias Guiadas

En las próximas ediciones habrá que corregir «La pareja ideal». Hay que cambiar las referencias de género por «pareja humana» y no que se hable de hombre y mujer. Todo debe ser neutro.

Para el armado de las experiencias guiadas: hay una conferencia dada en Madrid sobre este tema. Para armar experiencias guiadas a la medida de cada uno, para cuestiones particulares.

La salida siempre es una apertura.

En algunas ediciones hay comentarios a pie de página. Los dejamos a la hora de las prácticas, no los tenemos en cuenta.

Hay que evitar la repetición. La rutina arruina todo. Las Experiencias Guiadas son diferentes a la transferencia, donde la misma historia se repite.

¿Qué elegir? ¿Qué experiencia hacer? Es una cuestion de tacto respecto del grupo humano.

Lo que le vaya y le guste a ese grupo humano, está bien (escaleras de caracol no existen en Filipinas; los trineos en el caribe no van; en Malasia, la sensacion cálida en la cabeza es negativa; etc., etc.)

Se pueden usar todas las experiencias, incluso aquellas que sacamos como concesión a los racionalistas (el tabú del colapso del racionalismo); tal es el caso de la «experiencia de la muerte», igualmente las del Guía, etc. No parece conveniente utilizar la experiencia de paz más allá de sus propios límites: la experiencia de la fuerza es solo para «adultos».

Es indiferente trabajar las experiencias con los ojos abiertos o cerrados, pero se requiere silencio y la mejor posición es la de sentado. Parece interesante hacer experiencias «ad hoc».

Introducción

Explicar lo que se pretende con cada experiencia. Y algo sobre las imágenes. «¿Ve ese cenicero?» Sí. «Cierre los ojos. ¿Lo ve?» Sí, más o menos. «Bueno, eso es una imagen, no es un cenicero en su cabeza. El cenicero sigue en la mesa, no lo tiene en la cabeza. Lo que tienen en la cabeza es una imagen».

Veamos otro caso: en el sueño. Usted se ve en un país lejano. Eso es una imagen. Usted sigue en la cama. Pero en su cabeza hay imágenes que tienen realidad psicológica, que existen y operan con gran fuerza. Hay gente que se asusta y se queda muda, paralítica o se muere de un infarto ante ciertas imágenes.

Tiene gran importancia ordenar las imágenes para ordenar la conducta, para dar dirección al cuerpo y lograr coherencia. Para no confundir los ceniceros con las imágenes. Para que sepa lo que hay «adentro» de la cabeza, que no es solo cerebro, sino que hay imágenes. Y éstas cumplen un papel decisivo a la hora de mover al cuerpo.

Las imágenes ayudan a explicar a la gente que hay «cosas» en el interior de la cabeza, «las imágenes», y que éstas cumplen una importante función. Con las Experiencias Guiadas, algunos mejoran, ordenan mejor sus imágenes.

Después

Al finalizar, si pudiéramos hacer -sin forzar- un intercambio sobre la experiencia realizada, estará bien.

Hay que atender a las resistencias que se presenten. Resistencias son las que le impiden seguir la propuesta: perdonar al otro, entrar a un lugar, etc. Son alegorías de lo que le pasa en la vida cotidiana.

Una recomendación: es útil atender a los sueños que se producen la misma noche de la experiencia, ya que ésta puede continuar operando y aparecer soluciones.

Respecto de la reunión semanal, conviene separar ambas partes con un intérvalo de 15 ó 20 minutos (la parte organizativa y la de trabajo personal) o bien hacerla en días separados.

La Carta tres es una explicación, no es una operativa.

Epílogo

El epílogo de Autoliberación presenta dificultades de comprensión. Hay cosas que la gente capta porque no se ven: los valores, los intangibles. No se pueden tocar pero operan y ésto es difícil de comprender para muchas personas.

El ejemplo del dinero, cuyo valor es una abstracción que se hace brutalmente perceptual si uno toma un billete y lo destruye, es una aproximación a la comprensión de este tema. El billete es perceptual y nadie duda de él, pero su valor es abstracto y no se piensa en eso. Se opera como si el valor estuviera en el billete, no parece haber mucha sensibilidad para lo intangible.

Otro ejemplo. Una amenaza es intangible. Es una imagen. Una amenaza es una imagen operativa, pero funciona mejor si se ve el objeto con que se amenaza.

Priorizaciones de intereses, diferencias de valores, etc., tampoco son fáciles de captar.

El concepto de paisaje, también tiene sus dificultades. El paisaje no es la foto, no es un almanaque. El individuo se formó allá en aquel paisaje y está operando acá, en el tiempo presente, en una realidad diferente. Sin embargo, hay quienes ven todo desde el almanaque.

Eso que no existe, qué sucedió hace 20 años, lo está haciendo actuar ahora de cierto modo y no de otro.

Cuando un vuelve al paisaje de la infancia, se encuentra con cambios. ¿Qué había que ya no hay?, se pregunta ante el paisaje familiar. Había un kiosco. El kiosco ya no está pero se acuerda; entonces, ¿dónde está el kiosco? En su cabeza, en su memoria y desde allí opera.

Las principales resistencias son: la primera, es a entender; la segunda se refiere a la utilidad, ¿para qué sirve?

Sintetizando: el trabajo con las Cartas va; con las Experiencias va; con el Epílogo: difícil.

Todo lo anterior es para 12 reuniones, para un trimestre de trabajo en materia de desarrollo personal.

Evaluación

A veces, nos reunimos para evaluar cosas, se hacen apuntes y circulan y son utiles.

Es casi seguro que la gente que está próxima se reúna en tres meses. Hacia el 27 nos reuniremos en Mendoza un par de días y evaluaremos este trimestre tan singular.