Buenos Aires
19 de mayo de 1995
Apunte charla con el Negro en Buenos Aires después de las elecciones

 

  1. El Partido Humanista, las elecciones pasadas y las por venir.
  2. El partido en el interior del país

 

Las evaluaciones, en general, se hacen contrastando los resultados con los objetivos.

Nuestras metas en esta elección presidencial fueron dos:

  1. medir la influencia de nuestros Centros de Comunicación y
  2. una «interna» amistosa con el resto de la izquierda.

El punto 2 esta despejado. Sacamos más votos que los partidos Obrero, Patria Libre, MAS-PTS, MODEPA; estuvimos a la par con el Socialista Auténtico (que recibió los votos de los descontentos con la incorporación de la Unidad Socialista al Frepaso) y muy cerca del Movimiento de Trabajadores al Socialismo.

En cuanto a los amigos de Alianza Sur, que tuvo por lo menos 10 veces más presencia en afiches; 10 veces más publicidad paga; 10 veces más «aparato». Solo obtuvo 70 mil votos contra 31 mil nuestros. Pino Solanas, que tiene el apoyo del partido Comunista; el PCR-PTP (una antigua escisión del PC, de tendencia chinofila) y el Partido de Izquierda Nacional, había manifestado a los medios que obtendría un millón de votos. En otra declaración dijo que a él no le interesaba un Frente para obtener el dos por ciento y esta vez obtuvo el 0,60 por ciento.

Finalmente, un partidito que quiso «colarse» y llegó a presentar candidatos a presidente y vice, «Solidaridad», quedó en la picota al descubrirse que no tenía partido nacional y estaba aprovechando un error. Esto en cuanto a la «interna» con la izquierda.

En cuanto a la derecha, el Frente de Convergencia Patriótica (Frecopa) que postuló a Onganía en un primer momento, quedó muy atrás con 3 mil votos.

Rico, por su parte, bajó del 9,27 por ciento al 1,7 quedando -junto a Solanas- en el terreno de las anécdotas políticas.

El Frepaso hizo una buena elección pero los resultados estuvieron lejos de sus expectativas y ésto ha golpeado a los oportunistas, que son legión en ese colectivo. Es dudoso que se consolide todo este espectro; más bien hay que esperar deserciones.

La UCR fue víctima de sus tensiones internas y realizó la peor elección en sus 104 años de vida.

En cuanto al Partido Justicialista se ha empeñado en agrandar su triunfo.

Pero las cifras reales, las que consideran el total del padrón -y no solo los votos a partidos- muestran una disminución en el caudal electoral y un crecimiento de los que rechazan la política menemista.

Según las cifras, publicadas por el diario La Nación en su edición del día martes 16 sobre el total del padrón y considerando las abstenciones, votos en blanco y nulos, el Partido Justicialista obtuvo el 38 por ciento y no casi el 50 como quieren hacer creer contando solo los votos que fueron a los partidos.

El triunfo del 14 de mayo deja al gobierno con un respaldo importante; a pesar de ser cifras maquilladas ellos insistirán en presentarlas como reales y, por otra parte, la mayoría alcanzada en las cámaras le permitirá hacer lo que quiera a partir del 10 de diciembre.

Esto tiene una ventaja: ahora, lo que salga mal tendrá un único responsable: Menem. Tiene todo en sus manos y no puede culpar a la oposición de frenar sus proyectos y, mucho menos, al gobierno anterior.

Prospectiva

Hay algunos signos negativos que hemos percibido en el discurso de Menem. No se nos ha escapado una frase que repitió tres veces el día de su triunfo cuando no la había usado en los últimos diez años: «Movimiento nacional-justicialista». Lo dijo tres veces el día que ganó: en el balcón de la Casa Rosada, en la charla con Neustad y en la conferencia de prensa. Salió su trasfondo. Estaba eufórico, con las defensas bajas y apareció su verdadera ideología.

Rico, por su parte, perdió votos y ésto es positivo. Pero ese 7 por ciento que descendió son votos que pasaron de Rico a Menem. Este traspaso puede ser creciente y fortalecerse el sector nacionalista dentro del partido del gobierno, o en el entorno de Menem.

A su vez, las inversiones que Menem espera no llegan y quizás no lleguen en el futuro. Si ésto ocurre, Menem tendrá que hacer un viraje hacia Europa. Esto lo facilita el triunfo de Chirac en Francia y el avance de Aznar en España, es decir, la derecha que sirve al capital europeo.

Vienen tiempos de nacional….ismo, si los yanquis no cumplen con su alumno.

Menem ha sido un obediente servidor de la política de Estados Unidos de Norteamérica: entregó el petróleo a empresas yanquis; desmanteló el proyecto Cóndor; adherió al tratado de Tlatelolco (no proliferación nuclear); se alineó con USA en la política exterior; envió tropas argentinas a la guerra del golfo y a Haití, derogó la ley de patentes porque no satisfacía a los laboratorios norteamericanos; etc. Si ahora, los capitales que apoyan a Bill Clinton -que no son los mismos que apoyaban a George Bush- no vienen a la Argentina para crear puestos de trabajo, Menem puede optar por apoyarse en la derecha europea y retomar la tradición política argentina que incluye el rechazo a Norteamérica. Falta saber si esa derecha europea -que se apresuró a enviar telegramas de felicitación a Menem- tiene interés en invertir en este país.

Luego de eso, habrá que ver si cumplen lo que prometen.

Los socialdemócratas que prometieron apoyo a los gobiernos afines de Latinoamérica, nunca cumplieron y dejaron abandonados a su suerte a sus compinches Raúl Alfonsín, Carlos Andrés Pérez y Alan García. Habrá que ver si la derecha europea es más confiable que la socialdemocracia. Pero estas son hipótesis sobre la hipótesis de que los norteamericanos no envíen a Menem los capitales que necesita para cumplir, aunque sea en parte, las desmedidas promesas electorales.

Esa aparición del trasfondo «nacional» de Menem, la presencia en su entorno de figuras del MODIN de Aldo Rico y la posibilidad de un cambio de frente en la política internacional, puede parecer un retorno a la política populista que caracterizó al peronismo.

Habrá que atender a otros indicadores, en las disputas internas del partido del gobierno si Eduardo Bauza es primer ministro (ministro coordinador) habrá problemas con Domingo Felipe Cavallo, no solo porque el ministro coordinador tiene atribuciones económicas sino porque el primero es nacionalista y Cavallo es un empleado del Fondo Monetario Internacional.

Si Bauza prevalece, Cavallo se irá. Pero estas son especulaciones. Habrá que ver los síntomas y estar atentos a leer entre líneas. La reaparición del «movimiento nacional-justicialista» muestra que esta vivo el trasfondo fascista y hay que ver si sigue apareciendo y con que se combina.

Nuestro futuro

En lo que a nosotros respecta, tenemos que reunirnos para evaluar a fondo el punto 1 de los objetivos: medir la influencia de los Centros de Comunicación. Una primera aproximación, en base a los datos aportados por nuestros fiscales permite ver con claridad que la votación en torno a la mayoría de los locales y de la radio está bastante por encima de la «media».

Estamos interesados en sacar el Partido Humanista en el interior del país. En esta elección del 14 de mayo, la gente ha tenido que votar con una boleta minúscula, solo a presidente y vice y eso nos ha restado presencia y votos.

Vamos a abocarnos a eso y en Capital, a las elecciones de concejales.

Será bueno que la estructura haga retiros breves y reflexione. Retiros de no muchas horas para meditar, esclarecernos, ajustar registros internos para salir con fuerza a movernos en el medio. En esos retiros debemos considerar un cambio que debemos hacer en nuestro lenguaje. En realidad, más que un cambio es un agregado: hablar de lo personal.

Hablar no solo de lo social, sino también de lo existencial. Y vamos a proponerle a la gente que venga a trabajar con nosotros no solo para mejorar su situación externa sino, fundamentalmente, porque así se va a sentir bien. Le va a hacer bien.

Las personas existen. Importan. Nosotros lo tenemos en cuenta pero no lo estamos incluyendo en nuestro discurso político. Y debemos hacerlo. Los humanistas no somos políticos sino gente que quiere hacer cosas en lo social y en lo personal. El problema económico no es todo. También hay problemas existenciales, de soledad, de frustración que hay que tener en cuenta.

Los partidos tienen propuestas pero no responden a lo que la gente quiere.

Los partidos proponen cosas pero la gente siente que no le hablan a ellos. No se les da respuesta a sus problemas de fondo.

«Venga a sentirse bien trabajando en este mundo de mierda que nos han legado los políticos profesionales». Lo nuestro es más que política. Es una forma de vivir, de sentir, de hacer, que le dará sentido a su vida.

No solo porque la guita no alcanza. Los grandes creadores se movieron sin dinero. El progreso de la humanidad no pasa por Wall Strett. Los banqueros no han aportado nada al progreso de la humanidad y sí han generado y generan mucho sufrimiento.

Ser referencia. Nosotros, los humanistas, debemos ser referencia para la gente. Tenemos que ir a los vecinos con nuestros planteos y nuestro estilo y nuestra calidez y hablar con ellos de lo que nos pasa. Hablar con nuestro lenguaje.

Tenemos un proyecto hermoso, pero a veces dudamos de su concreción, así que imaginemos lo que pasa con otros que simpatizan con nosotros: no creen. Hay que demostrarles que es posible. Ellos y nosotros tenemos que fortalecer la fe.

Hay que creer.

Esto tiene fuerza. La fe es una pila atómica.

Hay gente que simpatiza con nosotros pero no ve posible la concreción del proyecto.

Necesitamos dar un pequeño efecto demostración.

Hay que mostrarles que es posible. Tenemos que empeñarnos acá, en la Capital Federal.

En la elección de constituyentes y en la elecciones de concejales, hay que jugarse.

Hay muchos más simpatizantes que los imaginados por nosotros mismos.

Hay que apuntar al efecto demostración. Y en ésto, algo pequeño, como un concejal, significa mucho.

Nuestro cambio: será en el lenguaje. Llevaremos al plano político lo que hablamos siempre entre nosotros, con nuestra gente. Le hablaremos a las personas vejadas, abandonadas, postergadas, frustradas, solas.

La sociedad no es solo la política. Para nosotros, cuenta lo social y lo personal.

«Usted que no cree que vayamos a tener votos, venga a trabajar con nosotros y se sentirá bien. No piense en los votos, piense en usted mismo».

Los políticos hablan de cosas que no le sirven a la gente.

Hablemos a personas.

La comunicación con las personas debe ser personal, individual. El llamado es a cada uno.

No vamos a usar el lenguaje político solamente. La gente no es un bolsillo.

Es bastante más que eso. Y vale para los que tienen el bolsillo lleno o vacío.

El nuevo mundo está en la cabeza de la gente. Hay que hacer un esfuerzo por entender ésto. Las instituciones están, parecen existir, pero no tardarán en caer.

Hay otro mundo que ya está, de modo difuso, en la cabeza de la gente. En el este de Europa, nadie veía los cambios. En cuanto se abrió la compuerta se desbordó todo y las instituciones cayeron en un día. El cambio ya estaba en la cabeza de la gente.

La sociedad economicista ya está quebrada, falta que se caiga pero ya está quebrada.

Hay que hacer lo que conviene a las personas y hablar a las personas.

Ya se ve una cosa nueva.

Hablemos con verdad interna y con un lenguaje sencillo. Cuando te dirigís a la gente, ¿cómo lo haces? Si las adhesiones las logras de un cierto modo, de ese modo hay que hablar y sacarse el «no se puede» de la cabeza.

El pueblo es menos que la suma de las personas, las personas son más importantes.

La dicotomía social-personal es falsa. Es una estructura lo social y lo personal.

Cada individuo recibe el impacto de lo social y la sociedad recibe la influencia de lo personal.

La dicotomía sujeto-objeto es falsa. También es una estructura.

Hay que ir a la gente, a cada uno en el barrio, a hablar de los social y de lo personal.

Con hablar de lo social no alcanza.

En lo inmediato, abocarnos a las elecciones en Capital Federal y a construir el Partido Humanista en todo el país. En el interior, hay que mover el culito.

El «efecto demostración»

Si en Capital Federal conseguimos un concejal es suficiente para hacer un enorme lío y si no lo conseguimos, habremos avanzado muchísimo. Y los del interior, a hacer el partido.

Allí donde demostremos un avance importante, todos los simpatizantes -que son muchos- van a empezar a apoyar.

Esta concepción es válida para nosotros, no para otros partidos. Que otros partidos tengan un concejal no cambia nada. En cambio, donde nosotros logremos demostrar que es posible, mucha gente va a apoyar.

Hay gente que no cree que lo nuestro sea posible. Tenemos que hacer un fenómeno que demuestre que es posible.

Los datos del hoy, de la realidad inmediata, hacen creer que no es posible lo nuestro.

Tenemos que romper con ese umbral. Los datos del hoy, son del mundo que ha muerto: las mismas instituciones, los poderes, las cosas siguen siendo las mismas. Pero el cambio ya está en la cabeza de la gente aunque de modo desordenado. Nosotros podemos dar coherencia al caos del cambio.

Nosotros no planteamos las cosas en términos sociológicos, en términos de estratificación social, sino de sensibilidad.

El interior: construya el partido, sin apoyo de otros lugares. Pueden hacerlo. En todo el país. Todo viene a favor. Hay que armar el partido en todo el país.

En Capital: a elevar el porcentaje.

Cambios: adecuar nuestro lenguaje. Todo lo que decimos para adentro hay que decirlo para afuera.

Nosotros llegamos a la gente con el lenguaje social paro debemos sumar a ésto, el hablar de lo personal.

Lo personal también hacia afuera. Vamos a hablar de las cosas sociales y políticas, pero no dejaremos de hablar de lo que le pasa a la gente. El individuo está incomunicado, tiene problemas con su familia, se siente fracasado. Esas cosas no le pasan «al pueblo», a la «patria», a esas abstracciones. Le pasan a los seres de carne y hueso.

El predominio de los números sobre las personas es insostenible, genera sufrimiento. No somos políticos pero nos expresamos políticamente también. Nosotros pensamos en términos de personas.

La gente no siente que el discurso político le llegue, no siente que se le hable a él. Para lo que es él no hay propuesta. Las hay para la clase trabajadora, la patria o el país, pero no para el individuo.

Lo que decimos está bien, no hay que quitar nada de nuestro discurso pero si agregar la temática personal.

Hay que ir a la casa de la gente, no esperar a que venga al local. Ver y conversar sobre el problema de la familia, de la realización de cada uno. No esperar que la gente venga. Ir a sus casas y a sus cosas. Mostrar nuestra sabiduría de vida.

Nosotros estamos «trabajados» por el mundo que se fue y no soltamos nuestro discurso.

Hay que hacerlo. No es un cambio de roles sino hablar con la gente de lo que hablamos entre nosotros. Hablar con la gente, de lo que nos pasa en cuanto seres humanos preocupados por lo que pasa en nuestro medio social, pero también por el sentido de nuestra vida.

Invitamos a participar porque esa participación es buena. Trabajamos en conjunto para el conjunto.

La gente se siente desorientada porque intuye el cambio; el cambio está, desordenado, caótico, en cada cabeza. Nosotros tenemos que ayudar a ordenar ese caos y dar referencia.

Hoy podemos decir cosas que antes no podíamos. Los politiqueros no pueden hablar de ésto y si copian los textos, se percibe que no lo hacen con verdad interna.

Tampoco tienen coherencia.

Muy existencializado, el planteo del Partido Humanista.

La cantidad de simpatizantes que tiene el partido es muy superior a lo que se percibe.

Mostremos que lo nuestro es posible. Un constituyente nuestro canalizará las simpatías. A otro partido no le pasa ésto. Y lo que puede hacer un partido como el nuestro, con un concejal, es muy diferente a lo que pueden hacer otros.

Los medios de comunicación nos han respetado, hemos recibido mucha adhesión de la gente en nuestro centros de comunicación y en la sede del partido. Mucha adhesión.

Los porteños pueden hacer un «efecto demostración» y los del interior tienen que hacer los partidos. No tienen que ser giles. Es el momento para el partido en todo el país.

Vamos a seguir solos en el futuro -no integraremos frentes porque se diluye nuestra propuesta- pero vamos a tener las puertas abiertas para todos lo que quieran venir al Partido Humanista. Nos importará poco de donde viene la gente y mucho a donde quiere ir. Las otras formas de relación como «frente» o «alianzas», etc., ya las conocemos. Las hemos probado, tenemos la teoría y la práctica de su inconveniencia.

Hay mucha simpatía y ésto puede convertirse en apoyo y en militancia.

El armado del partido en el interior debe ser ya con la tónica de lo personal, pidiendo ayuda a los vecinos para hacer las adhesiones y las afiliaciones. Y si los nuestros no se animan a hablar con la gente, armaremos el partido con los vecinos.

Los que tienen guita están preocupados porque temen perderla y los que no tienen por su temor a no sobrevivir. Pero todos temen y viven mal.

En las provincias, tenemos que empezar a organizarnos. Meditar en un retiro sobre lo social y lo personal; no mucho, pero meditar. Y luego, salir a hacer los partidos y los Centros de comunicación, hojas, etc.

Hay una pregunta clave que espera respuesta: ¿Se despertará la conciencia dormida de la gente o triunfará el irracionalismo? Hay una conciencia a despertar. Nadie elige nada. Nace en situación, vive acomodándose a una situación y nunca elige. Lo invitaremos a elegir.

El mundo se está complicando, el fascismo y el «fundamentalismo» islámico crecen en todo el mundo. Estuvimos a un milímetro de la extinción nuclear y se superó este peligro por el aporte soviético. Pero hoy se está complicando todo por el avance de la derecha en sus peores formas.

En Argentina el momento es muy favorable. Hay que salir con resolución y hablar con verdad interna a la gente y hacer de nuevo el Partido Humanista en todo el país. Iniciemos un proceso que supere el abismo; expliquemos a la gente que los partidos al estilo Bordón, no funcionan. Necesitamos soluciones de fondo que superen el momento nihilista que vivimos.

La gente tiene razón para no querer a los políticos porque ellos han generado esta situación.

Los políticos, además, no deciden nada. Son funcionarios del Fondo Monetario o empleados de las multinacionales.

No son hombres de política sino de negocios los que deciden y los políticos, sumisos les abren una oficina en la Casa Rosada. Es, además, una vergüenza que cae sobre la cabeza de las personas.

Todo el mundo está con la sensación de que no se pude hacer nada.

Los que votaron a Menem votaron por miedo; los que votaron a Bordón, también. Y los tibios de clase media que votaron a la UCR igual. Lo hicieron por miedo a caer más abajo.

Todos votaron con miedo.

Pero la gente no es solo miedo. Es frustración, temor, esperanza, necesidad de cambio, es más que miedo. La gente votó de modo que no resulta fácil de entender con los patrones de interpretación del siglo pasado. Ese instrumental es viejo. El instrumental viejo dice que «a peores condiciones objetivas mayor posibilidad de reacción popular». Pero eso era antes de la TV. Ahora es diferente. Hay fenómenos más complejos donde el subjetivismo es importante. Hay que mirar la realidad sin esquemas y mucho menos aplicar esquemas viejos para interpretar la realidad actual.

El Islam, por ejemplo, no es «un subjetivismo super estructural que depende de una base material agraria». Según eso, al industrializar cambiaría la base material, desaparecería el islam o dejaría de crecer. Este instrumental es viejo.

En los análisis que nosotros hagamos, procuremos no atarnos a instrumentos viejos, procuremos ver la realidad.

¿Quién podía pensar que la prioridad social «desocupación-hambre» podía sustituirse por una enfermedad como el SIDA? Esto ocurrió en la Europa medieval con la peste negra. No todo depende de la base material; a veces, los elementos subjetivos se imponen sobre las condiciones objetivas.

No son ya pequeñas poblaciones. Hoy hablamos de macrociudades donde hay gente desintegrada y parcelada, donde la gente se siente hormiga, donde el único factor de cohesión es la TV.

Pero no atribulemos a la gente con ésto. Hagamos un efecto demostración en Capital Federal y hagamos el Partido Humanista en el interior, en cada provincia, en cada pueblo.

Con la ayuda de la gente.

Si a veces nosotros no creemos que sea posible, es porque empleamos instrumentos viejos.

Empecemos nosotros a creer en nuestro proyecto, dejémonos llevar por esa corriente de fe que hay en nosotros mismos.

Hablemos a cada uno, a cada persona. La gente está buscando y, aunque no lo sabe, busca lo que nosotros tenemos.

[divider]A CONTINUACION OTROS APUNTES QUE COMPLEMENTAN[/divider]

Elecciones del 14/05

Estas últimas elecciones tenían para nosotros dos objetivos. Primero, ver y testear la influencia de los CCH, y en segundo lugar, como quedábamos ubicados dentro de la izquierda. Respecto del segundo punto la cosa está muy clara, ya que aventajábamos a la mayoría de los partidos de izquierda, y otros como Alianza Sur (que hicieron una gran campaña, que eran apoyados por más de un partido y que tuvieron más de 10 veces la prensa que nosotros) apenas sacaron el doble de votos.

Respecto la influencia en los centros estamos reuniendo los datos, y allí veremos como ha sido la cosa. También compararemos datos del mismo tipo en las elecciones de Florencia y en las próximas en España.

Próximas elecciones en Capital

En las próximas dos elecciones de Capital, la idea no es testear sino producir un efecto demostración.

Hay una gran cantidad de simpatizantes alrededor nuestro, mucho más de lo que nosotros creemos, pero no se van a plegar hasta tanto se muestre que es posible hacer lo que nosotros decimos. Para ésto el efecto demostración. Necesitamos demostrar que es posible la elección de un candidato humanista. Y si no lo logramos por lo menos mostrar que la curva ha crecido significativamente.

También tenemos que hacer un pequeño cambio en nuestro discurso; tenemos que agregar al lenguaje político-social que venimos utilizando lo existencial, lo personal. Tenemos que hablar de las cosas que les pasan a las personas. El ser humano es algo más que un bolsillo y por eso no tenemos que llevar un lenguaje amputado.

Tenemos que existencializar nuestro mensaje y ésto no es algo que tengamos que aprender porque lo sabemos hacer. Tenemos que hablar de la comunicación, del sentido de la vida, de lo que la gente siente, del futuro.

La gente siente que los políticos no tienen propuestas pero en realidad las tienen, lo que sucede es que esas propuestas a la gente no les llegan. No tenemos nada que quitar de nuestro discurso sino agregar lo existencial.

En cuanto a candidatos en Capital, no nos conviene cambiar las caras. Liliana podría ir como candidato a Senador, Lía como candidato a Intendente y Luis como candidato a primer concejal. Pero además es muy importante que cada centro cuente con un candidato a concejal ya…

Locales y Publicaciones

Con el tema de los locales y las publicaciones barriales no tenemos que estar esperando en el local que la gente se acerque a nosotros, sino más bien meternos en las casas de la gente. No hemos creado estructuras racionales, frías, donde la gente tiene que incluirse.

Hay que ir a las casas de la gente y ver cómo viven, cómo sienten, y mostrarles una cierta sabiduría de la vida, una referencia de vida.

Es necesario meterse con la gente.

Uno va a una casa, por ejemplo, y se encuentra al abuelo en un rincón y no es que está en el rincón porque no le alcanza la jubilación, si le alcanzara también estaría en el rincón. También se encuentra con aquél otro que toma vino y se abandona no sólo porque el sueldo no le alcanza, si le alcanzará también tomaría. Ahí se ven los problemas de comunicación y de sentido. A esta gente es a la que tenemos que llegar con nuestra capacidad de referencia e invitarlas a la participación porque es bueno para ellas.

Estos no lo pueden hacer los políticos porque ellos son planos, no tienen profundidad. No se dan cuenta que el mundo ha cambiado porque por fuera todo sigue igual. El mundo ha cambiado en la cabeza de la gente, aunque la organización social siga igual. (Ejemplo, en la ex Unión Soviética comenzó a morirse un mundo en la cabeza de la gente mucho antes de que se produjera perceptualmente).

Necesitamos contar con materiales aptos (folleto del plan por ejemplo) y también fichas de afiliación y volantes, etc. Por ejemplo podríamos proponernos 100 afiliaciones por cada centro para los próximos dos meses.

Reconocimiento del PH en todo el país

En este país, a la luz de estas últimas elecciones ha quedado muy claro para los nuestros la conveniencia de contar con el Partido reconocido en todos los distritos. Probablemente nos encontremos con algunas dificultades en aquellos puntos donde no contemos con estructura propia del lugar, como así también, con algunos que supuestamente tienen vocación política, pero a la hora de reunir las adhesiones son los que menos juntan, y con otros que no tienen encaje con lo político y que son los que más juntan adhesiones, ésto es un motivo de reflexión.

En la próxima reunión de la Coordinadora, podríamos elaborar el calendario referido a cuestiones legales, fechas que hay que tener en cuenta, campañas de afiliación y todo aquello que hace a producir este efecto demostración en Capital Federal. También nos interesa presentarnos en las próximas elecciones, como por ejemplo, Neuquén, Tucumán, Santa Fe, o Tierra del Fuego, etc.

En cuanto a la apertura de los distritos, ésto se implementará en las líneas de acuerdo a la ubicación de las estructuras y fijando un responsable por distrito. Por lo conversado hasta el momento, el Consejo C, se ocuparía de Salta, Río Negro, Tucumán y Mendoza. El Consejo R, se hace responsable de Córdoba y Provincia de Buenos Aires, y el Consejo O, de Santa Fe, Chubut, Neuquén, La Pampa, obviamente en alguno de estos distritos convergen distintas líneas que seguramente se complementarán, aquí sólo estamos definiendo a los responsables de que la cosa salga bien y especialmente en Provincia de Buenos Aires deberemos complementarnos para destrabar el trámite dado que convergemos todas las líneas y se trata de uno de los distritos más relevantes a nivel poblacional.

Sería de interés también que visitáramos a los otros partidos de izquierda, en los próximos días. Nos interesa saber como interpretan los resultados electorales, y además les podríamos proponer trabajar juntos en la próxima fiscalización de Capital.

Prensa

En cuanto a prensa, en la última campaña hemos obtenido una importante cantidad de espacio, pero aún podemos mejorar y corregir. Primero necesitamos saber si los componentes actuales van a seguir participando, y posteriormente designar un responsable que coordine el asunto.