Mendoza
28 y 29 de Mayo de 1994
Apuntes de comentarios hechos por el Orientador General del Movimiento
La mayoría de los temas conversados se refieren a imágenes a futuro, a mediano plazo, a posteriori de la campaña de expansión y posicionamiento en la que hoy estamos.
Son comentarios que nos servirán para saber como sigue la película después de concluida la actual campaña, que en nuestro caso, según el calendario, concluirá a fines de julio.
Como decíamos son temas referidos al mediano plazo, si bien algunos puntos vamos a tenerlos en cuenta desde ya.
En este momento estamos en una campaña de expansión y posicionamiento en los barrios. Por lo que se observa hasta ahora, ésto está marchando muy bien. Se están viendo indicadores interesantes al llevar a la práctica nuestra teoría. Se confirman muchas de las cosas que venimos diciendo al abrirnos hacia la base del medio social. Las Coordinadoras están funcionando, también las Comisiones Ideológicas. Nuestros libros y materiales se imprimen y circulan, lo mismo sucede con los boletines y las publicaciones de todo tipo. Evidentemente estamos en la apertura, tal cual lo planeado. Estamos sintonizados entre orientadores y estructura, y estamos intencionando para ampliar esa sintonía con el medio social. Estamos muy bien.
Por otro lado, lo que ha pasado en Chile, con esa forma de trabajo ocasional de los Foros y la presentación del libro «Cartas a mis amigos», ha resultado muy interesante en materia de movilización, prensa, conferencias, etc.
A nivel mundial vemos que las cosas se van acelerando. Así como se cayó el socialismo real en el Este, se comienza a ver la caída del capitalismo neoliberal en Occidente y surgen los neofascismo en distintos puntos, de la mano de la «banca chupasangre».
Los desórdenes aumentan en todo el mundo. El fenómeno de Italia, el caso de Japón, etc., etc… Y aquí en América Latina, además del contexto general, está la cosa de Brasil. Allí hay un problema serio. Una situación socioeconómica muy difícil, donde podría ser, que la izquierda del P.T. con el Lula tenga posibilidades de ganar en las próximas elecciones.
Han habido acercamientos con nosotros y los estamos apoyando.
Pero vemos a futuro que dada la compleja situación que hay, en el caso de salir electo el Lula, no podrá hacer mucho ante los reclamos del pueblo, y podría desembocar en una situación caótica. No sería nada extraño que se produzcan traiciones a las propuestas electorales. Y a nosotros, de ninguna manera nos convendría estar ligados a ellos. Así que, dado el caso, debiéramos denunciar públicamente cualquier irregularidad que produzcan desde el gobierno y separarnos abruptamente de ellos.
Por otra parte, si llegara a producirse una explosión social en Brasil, todos sabemos de las implicancias que tendría para toda América Latina. Pero además de ésto, que obviamente es deseable que no ocurra, llama la atención que nadie observe y mencione que lo que sí podría ocurrir, es una fuerte emigración hacia los países vecinos, lo cual desestabilizaría la situación social general del cono sur, con las consecuencia que todos conocemos respecto de la xenofobia que se ve hoy en otros continentes.
Nosotros en América Latina debiéramos apuntar a la creación de un gran POLO DE ATRACCION SOCIAL para canalizar y darle dirección a todo ese sector de izquierda que se está disgregando. Y de ninguna manera hablar de frentes. Esta es una idea muy vieja surgida en 1930 con León Blum, donde las cúpulas se ponen de acuerdo, se consiguen «una mesa con mantel verde», llaman a conferencia de prensa y queda constituido el frente. Por supuesto nada tiene que ver con las bases, y además, quedan entrampados en manos de la prensa. Entonces esta «especie de fuerza política» existe de modo cupular siempre que puedan salir en la prensa. Hoy las cosas han cambiado muchísimo y los pueblos ya no creen en estas «escenografías». Por ello decimos que nosotros debemos apuntar a crear «polos de acción social» sin importar lo raquíticos que sean al comienzo. Allí donde estemos actuando, en la base, en los barrios, debemos tomar contacto y dar señal a todas aquellas personas y pequeñas organizaciones de base, especialmente a los camaradas del P.C., a las pequeñas organizaciones cristianas de base, organizaciones sindicales autónomas de base, y formar con ellos «Coordinadoras de Acción Barrial» con miras a crear estos polos. Tenemos que empezar desde lo puntual, desde lo pequeño, desde la base, para ir así hacia lo más general. Por supuesto, aspiramos a poner en marcha estas cosas en todo el mundo.
Nosotros somos «basistas» e «inductivos». Vamos de lo puntual, de lo particular, hacia lo general. A diferencia del «humanitarismo» que como ya se ha explicado, es la etapa infantil del Humanismo pues su acción es sólo inmediatista.
Reconocemos que el individuo humanitarista obviamente parte de una buena intención, «entre un humanitarista inmediatista y un fascista, sin duda prefiero al primero». Pero, desde el punto de vista de la acción, nosotros vemos claramente la falla de ese inmediatismo. «¿Qué mejor para el sistema que algunos se ocupen de emparchar, mientras ellos siguen exprimiendo?»
Así que, debe estar muy claro nuestro método y formas de trabajo. Debemos ir a la base, apoyándonos en el conflicto para organizar y crecer, de lo puntual a lo general, de modo «inclusivo». En un planteo de crisis, las situaciones cambian y «hay que tener con qué para aguantar». Nosotros tenemos potencia ideológica, metodológica y de acción. De allí nuestra teoría del «basismo», porque contamos con la «tecnología» adecuada y un «potencial muy concentrado» en cada uno de los nuestros.
En el planteo de la campaña de expansión barrial hablamos de ponerla en marcha con un miembro en cada barrio, máximo tres, y es precisamente por esto de la «dilusión» que se puede producir hacia grandes números a partir del «potencial concentrado».
Si partimos de números pequeños bien posicionados, además de la economía de fuerza, la «concentración» de este potencial nuestro permite ganar velocidad y producir rupturas desde el medio social e incluir a mucha gente al permitir que ellos avancen hacia ese ámbito que crea el nuestro, ocupen funciones, lugares, pongan acciones en marcha hacia la inclusión de grandes conjuntos. Y así se van creando los círculos concéntricos de distintos grados de participación (ejemplo: como las capas de una cebolla). Si procediéramos a la inversa, partiendo de un número grande de estructura, se estabilizarían las relaciones al equipararse las fuerzas con un número similar de gente del medio. Se crearían barreras que serían imposibles de vencer para la gente, dado que en todos los nuestros existe esa «concentración», códigos comunes de relación, etc., etc…
Debemos hacer apertura con todo, hacia aquellos con los que se puede, no con la derecha. Vamos hacia los POLOS DE ATRACCION de grandes conjuntos humanos con fragmentos de todo tipo en la base. Debemos cosechar simpatías con los P.C., cristianos de base, etc. Por ejemplo, si en Chile tenemos 15 Concejales y el P.C. tiene otros 15, allí donde estén los Concejales de ellos y haya gente nuestra trabajando en la base, debiéramos acordar acciones conjuntas y lo mismo a la inversa. En 24 horas duplicaríamos nuestra acción de base.
Quizás, sea una exigencia mental para los nuestros, para no rechazar al P.C. y a las religiones. Probablemente nos encontremos con este problema en los nuestros y también en ellos. Deberemos hacer un esfuerzo para lograr esta mentalidad inclusiva. No es con intransigencia sino con grandeza que podremos lograrlo. No debemos pensar de modo formal como otros, «que estos son piantavotos», «que con lo que creen estos otros, no podemos hacer nada». Tenemos ejemplos de que ésto es posible, como el caso de Yugoslavia donde los nuestros concilian entre Serbios y Croatas.
En el Movimiento participan gente de distintas extracciones (judíos, cristianos, marxistas, musulmanes, etc., etc.). En realidad, se trataría de llevar lo que sucede dentro del Movimiento hacia afuera.
La diversidad no es sólo un instrumento de vocabulario. Debemos llevarla a la práctica.
En el hecho político no debemos equivocarnos y considerar a las publicaciones y CCH como instrumentos políticos. Nos equivocaríamos y ahuyentaríamos gente de este modo. Todo reducionismo y centralismo es un error grave para nosotros.
El discurso del Movimiento no debe ser político. El Movimiento se concibe como algo social preocupado por las relaciones humanas en todos los aspectos del hecho social. Lo político es un caso del hecho social. Habrá que elastizar el mate. Antiguamente se partía del partido y desde allí se iba hacia las relaciones de las personas (ejemplo P.C.). Eso no funciona. Cualquier reducionismo es nocivo para nosotros.
Debemos abarcar en amplitud y expresarnos en distintos campos y en cada caso particular de la coyuntura correspondiente.
¡En la expresión política queremos todos los Concejales y Consejeros Vecinales que podamos! Apuntamos a esa forma nueva de república que parte del Plan de Acción Comunal. No podrá un Concejal ponerlo en marcha, pero podrá explicar de qué se trata y bombardear por todos los medios en el hecho electoral.
Lo político tal cual lo conocemos es el «encapsulamiento» de lo social en lo cupular. Y en este círculo están entrampados también muchos empresarios. Sobran ejemplos de empresarios en Italia, España, Japón, etc., que hasta se han suicidado a raíz de esta mecánica del «encapsulamiento».
En el caso de los militares, tendrán que jugar un rol histórico. ¿Se deben a la base social o a las formalidades?
El decrecimiento estructural responde a la óptica que se aplica. No es que en una estructura se trae gente del medio, sino que por ampliarse al medio, este se precipita a la estructura. No hay duda de que debemos ir de modo desaforado a lo masivo.
Como ya dijimos en su momento en nuestros materiales, se está destruyendo el tejido social. No se trata de que hay un complot organizado para producir tal cosa.
Es la mecánica neoliberal la que está destruyendo las relaciones sociales.
Hoy nos encontramos con familias formales y familias reales, parejas formales y parejas reales, compañeros de estudios formales y compañeros reales. Así que, como hemos dicho, si nuestra teoría de la acción es ir desde lo puntual, lo particular a lo general, en estos ámbitos también deberemos actuar. Por lo pronto los nuestros debieran ya dirigirse a las Universidades dado que el estudiantado ha salido del letargo en que se encontraba desde hace diez años (ejemplo París).
En las Universidades se forman los cuadros de control social del sistema. Hoy, estos cuadros se encuentran en serias dificultades de inserción laboral. Por ejemplo, si egresan 50 ingenieros y sólo hay lugar para 5, cada uno de ellos tendrá que vérselas con los 49 «competidores» y empiezan los codazos y los problemas. En esta mecánica se cuidan las formas pero cada uno tira para su lado.
Tomaremos a las Universidades como si fueran barrios, convocando gente a través de un afiche para poner en marcha una publicación, a el patio de la Universidad o a un café (por ejemplo en Chile se convocó en el patio de una Universidad, pusieron como punto de encuentro un círculo pintado sobre el piso y allí se reunieron con la gente). Llegando al paso del local, lo pondremos en las calles de enfrente de la Universidad.
Pediremos auspicios a los comercios de la zona donde está la Universidad. Nos interesa poner en marcha estos proyectos desde ya. Después del local el objetivo será el Centro de Estudiantes, y desplazar a los políticos que siempre están metidos allí.
En este país, a nivel institucional, en la próxima semana produciremos las elecciones internas del P.H.. Se elegirán las autoridades, crearemos la Secretaría de Asuntos Ecológicos y Medio Ambiente (incluyendo allí los planteos del Partido Verde, con el cual dejaremos de actuar en forma institucional), llamaremos a una conferencia de prensa y notificaremos la conformación del nuevo Consejo Nacional del P.H. Allí estarán Lía M. (como Secretaria General), los apoderados y los demás miembros de las distintas líneas que actuarán en lo institucional del partido a nivel nacional. El staff directivo ojalá que se conforme con gente de Buenos Aires, que esté haciendo cosas en el partido, para que todo resulte más dinámico y sencillo. El partido deberá estar conformado por aquellos que quieran y puedan hacer lo establecido, sin importar de que línea vengan. Daremos como referencia física de la nueva sede nacional, el local de la calle Sarmiento 1574 PB «C» (en el local de Montevideo, donde funcionó la sede nacional del P.H. hasta el momento, será bueno que comience a funcionar la sede del distrito Capital Federal).
Necesitaremos que desde la Comisión Ideológica se produzcan notas priorizando temas, dando una señal permanente para abrir prensa, con la firma de la Secretaria General del Partido. Es decir que haremos prensa desde la Comisión Ideológica para la cosa política.
La publicación de «El Humanista» a cargo de Luis A. la produciremos también desde la Comisión Ideológica. A futuro, necesitaremos un colaborador inmediato con la función de facilitar las acciones hacia el medio de la Secretaría General.
Una vez terminada la campaña en la que estamos, pondremos en marcha la formación del Partido Humanista sólo en los puntos donde contemos con estructura. Lo haremos con la misma metodología con la que estamos trabajando hoy, es decir, aplicando el criterio del «conflicto» para organizar y crecer.
Tendremos que hacer adhesiones y afiliaciones, pero a diferencia de otros momentos, no las haremos en la boca de los subtes, sino que las haremos de modo arraigado en todos los barrios donde estemos trabajando, en todo el país.
En la campaña electoral, el objetivo serán los Consejeros Vecinales y los locales de los Consejos Vecinales. En materia de candidatos, nos interesarán los Concejales y el candidato a Presidente. En los demás niveles intermedios, que vaya quien quiera, y ojalá candidatos independientes del medio que podamos involucrar con nosotros, siempre que no hagan papelones.
La campaña electoral para nosotros será como un «conflicto» más que utilizaremos para organizar y crecer, priorizando, obviamente, todo aquello que nos permita aumentar nuestra actividad de base.