Buenos Aires
31 de octubre de 1993
Apuntes reunión consejo Epsilon con Mario
… en ese contexto, porque ustedes saben, las cosas hay que verlas en contexto, que las gentes en distintos lugares iba percibiendo… (que es la parte graciosa y después viene la parte grave) en ese contexto se desarrollaba nuestro viaje.
Así que ya hemos hecho la ambientación. Y en todos lados los nuestros nos decían: “cómo la gente nos escucha ahora y dialoga”. Ah, decía yo, y ¿a qué se deberá? Notaban una receptividad grande en la gente y en todos lados. Ahora no nos miraban como gusanos, con las cabecitas gachas nos preguntan como será todo ésto.
El fin de los tiempos, ¡qué simpático! Que bien, cómo ha aumentado el diálogo con la gente, decían todos. Yo les decía: seguramente hemos cambiado nosotros, claro, pero también ha cambiado el mundo Muy interesante.
En EEUU pontificaban y nos decían en Brooklin: anímense. En Nueva York tres centros de comunicación directa, porque no pueden cobijar a la gente que entra y sale que es un desorden de gente que va y pregunta. ¿Todo bien, todo en orden?
Y hacíamos esta distinción: que la gente hablara con nosotros y dialogara no quería decir por ahora que nos acompañara. Ah, no, no, no, distingamos.
Así que ahora la gente dialogaba con nosotros y nosotros le decíamos hay que hacer tal cosa, y ellos decían bueno mañana vuelvo, ¿eh?
Es decir: no hemos adelantado nada en ese sentido. Pero bueno, ustedes saben como son los vicios, se empieza por poco…
Así que la gente muy bien dispuesta al diálogo, todo bien, todo en orden.
Y claro, uno trata de alentar siempre, porque uno es un optimista nato, diciendo no… que hay nuevos descubrimientos, la ciencia avanza, la tecnología… No era todo tragedia, no todos se estaban matando como en Yugoeslavia, ni había tipos que se subían a la cornisa y mataban a 80. No es todo, eso.
Hay cosas también que permiten intuir que a futuro pueden haber esas ondas, que todo está mal, todo está mal y después se normaliza.
Pero cuando se normalice no va a ser como antes, claro. Cuando llegue la normalizacion también puede ser otro tema de estudio.
Y como sucede también en estas cosas no se puede pronosticar el futuro. No se puede decir ya como nuestros ancestros: la historia nos convoca… No, nosotros lo más que podemos decir… Sí, puede ser que lo que hagamos se habra paso o puede que no, dependerá de la gente, no hay ningún determinismo, la cosa puede salir bien o puede salir mal.
Esto no va en una dirección que se pueda pronosticar, lo único que se puede pronosticar es el aumento general del desorden. De todos modos es un pronóstico interesante. Pero no hay ninguna obligación de que las cosas vayan en esa dirección, todos los que jugaron que las cosas iban para allá, salió para allá. Así que esa enseñanza también la hemos recibido nosotros.
Las cosas van a ir para allá o para otro lado según lo que la gente quiera hacer.
Si la gente quiere que vaya para allá, irá, sino irá para otro lado; así que la gente tiene mucho que ver en todo ésto y a no hacerse los vivos, la gente es la que va a decidir.
Bueno, muchos de los tópicos que han sido clásicos para nosotros: los tópicos de la no violencia física, económica, racial y religiosa de los que únicamente extraían los de la no violencia económica y desvirtuaban los otros, y bueno, que la violencia racial es solamente ahí, los yankis que tienen ahí los negros y los blancos que se dan de palos, ese no es un tema mundial ni mucho menos…
Y hoy claramente, claramente en todos lados se levantan esas antigüedades, y esa asquerosidad donde todo el mundo se da de patadas con el de al lado.
En todas partes se están haciendo los vivos. Así que cobran mucha vigencia esos tópicos que para nosotros ya son antiguos.
Nos decían: y ustedes ¿de qué están hablando? Cuando hablábamos de no violencia religiosa, nos decían: bueno, ustedes están hablando del medioevo, donde el cura metía a unos tipos en la parrilla. Ah, no, no, no, no estamos hablando del medioevo, estamos hablando del fundamentalismo, de las patadas. Estamos hablando de fenómenos de interés muy vigentes y muy actuales.
Y esas cosas que les parecían muy lejanas a los europeos, de la violencia física, cosas de americanos, de sudamericanos, han cobrado mayor vigencia hoy, está muy perceptiva la gente ahora, estudiando y diciendo: ¡cómo puede ser!
Así que la receptividad de la gente es muy buena, son moderados, buenos diálogos, en la calle, en todas partes, todo bien, nadie acompaña nada, todo bien para empezar.
Y un argumento para no acompañar es: ¿y qué va ha hacer uno?, si las cosas están así. Ese es el argumento, no hay argumentos ideológicos, se está de acuerdo en lo que se dice. O sea que todavía no están ahogados, esas cosas las dicen cuando todavía no están ahogados, todavía creen que tienen algunas alternativitas, sacar los mangos de un lado y ponerlos en otro. Se va ha cerrar la fábrica de enfrente, la de él no, todavía se está en eso, entonces se dice que bueno, qué se le va ha hacer, si así están las cosas; pero ya acompañarán, ya acompañarán.
Hay que ser amplios y tolerantes y sobre todo tolerantes. En fin, que la intolerancia cunde en esos lugares, nadie tolera a nadie, nadie soporta a nadie. Van a llegar a un mundo de “comprensión” de interés.
Que hagan un proyecto, van a ver… se les caen las monedas, se les va a devaluar todo, la bolsa se les va… No, una cosa… Despiden así de un plumazo, 30.000 tipos, 50.000 tipos, arreglátelas, a mansalva, las curvas de desocupación aumentan explosivamente. Las viejas corren a los bancos.
Bueno, qué vamos a hacer.
Las alternativas se están esfumando velozmente. no es: yo pongo la mitad de los mangos acá, si sale mal voy para el otro lado. No, se jodió ésto… y ésto.
Los muchachos en la URSS están haciendo cosas, puede ser que con el tiempo haya algún problema, tal vez en la fecha en que ustedes vayan para allá, (risas). Yo por las dudas hice un viajecito a esos santos lugares un poco antes, porque la peregrinación actual puede tener algunos escollos. Un tanque en el aeropuerto.
A proposito, me pidieron que los que van, por favor, y eso lo estoy corriendo por todos lados, me pidieron no sólo los nombres, también los números de pasaportes, porque habían recibido montones de nombres sin número de pasaporte. Para mandar la invitación y sacar la visa en las embajadas necesitan los números de pasaportes, todavía la burocracia cuenta, hay que ir con la invitación y con la visa.
Un congreso muy lindo, va a haber ponencias de distintos sectores; a lo mejor lo abre el Vicepresidente, ese que estaba enojado con Boris. También hay una ponencia del Estado Mayor de la URSS sobre “Violencia, Ejército y Humanismo, distintas ponencias para esta conferencia preparatoria de la Internacional. Porque no es la Internacional, es una conferencia preparatoria, pero claro, puede estar un poquito alterada la cosa.
Leí hace poquito, antes de venir, unas declaraciones de Gorvachov muy simpáticas, decían: “La gente gritaba queremos al pequeño Boris, queremos al pequeño Boris… ¡Ahí tenéis a vuestro pequeño Boris!, ¿y ahora qué?”
Esa es pedagogía, eso no es demagogia, hay que decirle a la gente cuando se equivoca.
Ahí tenéis a vuestro pequeño Menem, ¿y ahora qué?, Ahí tenéis a vuestra sociedad de economía libre de mercado, ¿y ahora qué? ¿Queríais algo nuevo?, ¿y ahora qué? ¿Se acuerdan? ¿No les hace como un masajito en la oreja?
Noto que quedan algunos restos de naufragio, algunas tablas viejas ahí, sobrenadando. Gentes pertinaces en sus puntos de vista. No obstante todo lo que va pasando…, continúan agarrados. Hay todavía algunos que están ahí aferrados, y hay que “ayudarlos”.
Estábamos en una reunioncita en Milán, había unas tres mil personas o algo así, y aparecen unos periodistas; uno de éstos dice: Aquí lo que falta es convocatoria.
Ajá, ¿y cómo lo harías?
No, yo explicaría fundamentos, algún tema central del momento para que la gente viniera.
¿Y éstos qué? (Este no veía). ¿Y qué más harías?
Y, habría que explicar… cosas (después que advirtió que había gente)
Si vos hacés eso, todos salen corriendo. ¿No ves que todo ésto que estás diciendo es lo que se ha hecho siempre y ya no se puede hacer?
Qué loco, qué raro, ¿no? Todo lo que ellos habían hecho y que no funcionaba.
Después yo le hablaba, democráticamente, en el sentido de que ellos habían tenido muchas décadas: Todos habéis tenido oportunidades, todos habéis hecho cosas, ¿y ahora qué? Ahora hay que dejar que otras cosas tengan su oportunidad, ¿o no? Un poquito a cada uno no hace mal a ninguno.
Y eso parece que les cuesta entender, hay que dar oportunidad a las nuevas cosas, pontificaba yo.
Y después otro periodista gracioso, porque había como una conferencia de prensa llena de alcahuetes. Alcahuetes que antes no se dignaban aparecer, los vivos. Sale éste y señalando con el dedito dice: Y usted… (Empezamos bien, ésto va a terminar a las cachetadas)
Y usted, pregunta, ¿qué haría en Mogadisio?
Nada. (Entonces el mequetrefe se indignó)
¡Cómo no haría nada en Mogadisio!
Cuando las cosas se producen y ya se caen uno no puede hacer nada.
¿Y en Yugoeslavia?
Tampoco, nada, no haría nada. O usted cree que llegaría a Yugoeslavia y diría: “muchachos, vamos a dar una conferencia, después se siguen tirando confites”.
¿Y aquí, qué haría?, donde no hay hambre, donde no hay guerra… (yo pensaba, ya verás), ¿qué haría acá? (el tipo estaba enojado).
Nada…
¡¿Cómo que acá no haría nada?! (furia total). Allí donde ya está el despelote, usted no puede llegar y hacer algo, y allí donde todavía no está el despelote, tampoco puede hacer nada, porque hay gente que cree que aquí no va a pasar eso. Así que ni aquí, ni acá, en ningún lado haría nada. Y entonces, ¡cómo es esto!
Esto es mucho más sencillo, ésto es mucho más simple… Mírelos, unos cuantos amigos pensamos que las cosas que se hacen, se hacen porque para uno tiene algún sentido, son coherentes, son interesantes, son saludables… Y son cosas además que no están pensadas en términos individuales, sino que deben ser buenas e interesantes para uno y para los demás.
Que las cosas salgan bien o mal es un problema de mercado, pero nosotros no somos vendedores de heladeras, no nos preocupa el éxito, a nosotros nos interesa que sea coherente lo que hacemos para nosotros y para los demás. Eso es todo.
Era chino para él, chino. Eso le pasaba al de “La República”. El quería que le dijéramos alguna cosa que le sonara con sus cuestiones, con esas que no funcionan, con esas que han producido todo ésto. Las que han producido Mogadisio, las que han producido Yugoeslavia. El quería que le dijéramos otras cosas. Tienen vocación de catástrofe.
Así que era fácil nuestra postura: Nosotros no podemos hacer nada. Haremos simplemente las cosas que nos parecen coherentes, unitivas, interesantes para nosotros y para otros. Y que nunca se inspiren muchos en esa misma,¿eh? Bueno, ese es otro problema.
Algunas lindas notas. Bien, haciéndose los vivos pero bien. Otro tono, el periodismo otro tono. Antes no tenían ningún tono, ahora tienen algo.
Y lo demás, algunas reuniones chiquitas que hicimos en todos lados para comentar algunos aspectos tales como: En qué estamos en este momento.
Y explicamos que estamos sencillamente en el tema de la apertura, que es una cosa que se viene conversando desde hace mucho tiempo; y que muchos pueden haber pensado como: el Movimiento abriéndose es la misma cosa pero más, es lo mismo que antes pero más. Hubo que ponerse de acuerdo en que la apertura significaba no solo una acción de influencia y todo aquello sobre los medios, sino también una forma interna del Movimiento en distintas actividades de distintos campos.
Así que no era simplemente lo mismo pero más sino un modo de apertura ya desde el Movimiento. Esto de la apertura de los centros de comunicación directa, la creación de comisiones, el reflote de los organismos, la apertura de aparatos, en fin, toda esa cantidad de actividades significaba un comportamiento diferente en la actividad de la gente del Movimiento.
Pero gentes capaces de asumir distintas actividades, entendiendo de una buena vez qué significa un gran equipo y entendiendo qué no significa un equipo. Por ejemplo, que un conjunto de gente haga la misma cosa, no es un equipo.
Un equipo se configura cuando diferentes personas que están agrupadas son capaces de realizar distintas actividades. Los delanteros, los zagueros, los medio campistas, el arquero, no hacen la misma cosa. Todos patean en la misma dirección, eso está claro, pero hacen diferentes cosas.
Entonces se iba revisando el concepto de equipo, e iba cobrando mucho vigor este tema de distintas actividades que realiza la gente, en la misma dirección, de acuerdo, pero distintas actividades. En las que puede canalizar sus mejores aptitudes, su gusto, su mejor forma de hacer las cosas.
Hay una diferencia grande en interpretar el Movimiento como onda expansiva a esto de ver con precisión las actividades diferentes que realiza la gente para abrirse camino.
La idea de equipo. En un consejo grande, en un consejo chico, en una línea, en un pequeño grupo, la idea de equipo. Frente a la idea de acción parcelada o gente lanzada en una misma actividad, ésto va cobrando bastante fuerza.
En ésto hemos estado estos meses. Estos meses no hemos empujado el crecimiento estructural, pero sí hemos abierto las compuertas para que se hagan las primeras araduras, las primeras huellas por donde después va a correr el agüita, y no nos hemos chupado toda la energía que nos hubiera borrado las huellas.
Por otra parte, ya que se han podido hacer varias cosas al mismo tiempo, esto mismo ha dado tiempo a distintos consejos para que vayan arreglando su relación con el medio. Algunos, sus relaciones internas, otros, para normalizar ese tipo de relación que a futuro nos va a crear problemas si no está bien arregladito este asunto con los medios, que para nosotros son más importantes que nunca. ¿Qué va a pasar con los medios?, ¿vamos a estar en discordia?, ¿cómo va a ser la cosa, o vamos a estar habiendo arreglado las relaciones con el medio que nos rodea?
Se ha estado también en este tiempo, además, en eso, o sea, en este tiempo se han estado haciendo muchas cosas, pero no se ha impulsado el desarrollo estructural.
Y, unos con más éxito, otros con menos, han ido poniendo en marcha eso; y, unos con más problemas, otros con menos, han ido arreglando las dificultades que tenían acumuladas a lo largo del tiempo.
Y, todos han ido captando la prioridad del trabajo en equipo respecto del trabajo parcelado, en ocasiones dialéctico, en el que se pierde energía innecesariamente…, bien.
Así que ésto se entendía muy bien, y se entendía muy bien por la experiencia pasada a lo largo del tiempo, sobre todo por eso.
Se les explicaba, y era una explicación casi reiterativa, así que no había mayor dificultad en eso, que las distintas actividades que ponemos en marcha no redundan en el desarrollo de las estructuras.
Se les decía: si alguno de ustedes conserva alguna duda como las que tenía hace años, cuando creían que por el desarrollo de algún organismo, o de algún aparato, o de alguna actividad, iban a crecer las estructuras, espero que a estas alturas ya todo esté bien y sepa que las estructuras crecen por su propio desarrollo, por el propio desarrollo de su metódica.
No por poner en marcha La Comunidad o algún organismo, de ahí va a venir gente a las estructuras, eso ya se sabe que es así. Me dirán: ah, pero yo sé de un caso en Chile que de un partido vino alguien a la Estructura, o en Panamá que también vino alguien por La Comunidad…, sí claro, un caso, eso confirma la regla de que eso no sucede, que es excepcional.
Así que está claro que estas actividades no están diseñadas para hacer crecer las estructuras, están diseñadas exactamente para ésto que les cuento: hacer crecer la influencia sobre los medios, el contacto sobre los medios que nos rodean, preparar condiciones adecuadas en la población; pero no están pensadas para el manoteo de gente que entrando en uno de esos organismos, en uno de esos aparatos o lo que sea, luego van a derivar en hacer crecer las estructuras. Así no está pensado, y ahora creo que no cabe duda.
Son importantes en sí estas actividades, y no son importantes porque hacen crecer las estructuras, las estructuras crecen por su propia dinámica de aplicación estructural. Eso ya está claro. Un tema despejado más.
Esas actividades, entonces, hay que revalorizarlas por el significado que tienen, no en función del crecimiento estructural.
Son importantes las actividades de los organismos, de los aparatos, por el valor en sí que tienen esas actividades, que es el de llegar a otras gentes, a otros círculos, influir y crear condiciones adecuadas para cuando hayan números críticos y población alrededor.
Estas cosas ya están muy entendidas, así que esa revalorización de numerosas actividades empieza a funcionar.
Las actividades más elementales que podemos presentar en esta etapa, en realidad deberíamos presentar un millón de actividades, pero claro, si son cuatro esas personas no pueden presentar un millón, cuatro pueden presentar a lo sumo cuatro opciones; las opciones más simples que estamos presentando son opciones que siempre se refieren a la gente, siempre se refieren a la actividad, porque si alguien llega y nos dice: bueno, todo lo que ustedes dicen es interesante, pero la actividad no; nosotros le decimos: mire, ahí está la puerta. Así que está claro que lo que nosotros presentamos es en términos de actividad.
Las opciones en términos de actividad son muy simples, se refieren a la gente, actividad con la gente donde la gente vive y donde la gente actúa. Nos dirigimos a la gente en los lugares donde vive y en los lugares donde trabaja y hace cosas.
La gente vive en un lugar y hace cosas en un lugar, hay algunos átomos mínimos que pueden ser el barrio o la población, donde la gente tiene cierta proximidad y demás, ahí actuamos.Actuamos en los centros de comunicación con referencia a un lugar fijo y actuamos formando comisiones en los lugares donde la gente hace cosas. Esas huellas estamos formando.
Con la teoría de la competencia, que parece tener cierto vigor aún en estas épocas, se puede llegar a cometer muchos errores de análisis. Se puede decir por ejemplo: Qué vamos a armar un centro de comunicación en un barrio, si en ese barrio ya está el centro que ha levantado la comuna. Formar un CCD con un local asqueroso, sin oficinita, sin cosas permanentes, sin materiales, sin presupuesto… ¿Cómo vamos a competir con esos que están más lindos y bien pintados?
Si la medida es la competencia, mejor quedarse quieto.
Así se pensaba, hoy cuando se ve en ese local asqueroso formado un CCD y circuladera de gente, y van y vienen, miras cien metros para allá y ves un edificio vacío, vacío, empiezas a pensar ¿cómo será este tema de la competencia?
Así que no se pueden hacer ciertas cosas porque eso ya está ocupado por otros… cómo vamos a salir con un organismo cultural y social si ya todo lo cultural y social tiene institución. No podemos competir. Cómo vamos a salir con un partido, si otro ya lo hizo. ¡No se puede competir!, la teoría de la competencia no está confirmada por los hechos.
Ahora en esos CCD, fuera de lo institucional, los ponemos en marcha y la cosa comienza a funcionar. Los CCD no están pensados como instituciones, llenos de funcionarios, de aparatos, de cosas. Están pensadas opuestamente, como formas vacías que colocamos y que la gente llena y no como instituciones llenas a las que la gente no va; instituciones llenas donde a la gente se les otorga el beneficio de poder llegar a ese centro de poder que pone en marcha la comuna, es decir, ¡los politiqueros a manipular la cosa!
Las instituciones se vacían, de acuerdo a esa teoría, el que ponga en marcha un centro y le de un carácter institucional, y quiera poner presidente, vicepresidente, secretario de actas… revienta.
Si ese centro lo arman un montón de gente nuestra, pensado para nosotros, no para afuera, ya está mal pensado. ¿Qué va a pasar? Va a pasar ésto: que los que llegan al centro son los nuestros, como tienen relaciones muy estructuradas entre sí por más que sean simpáticos y llamen a la gente y todo aquello, la gente llegará y retrocederá, porque se encuentra con gente de relaciones altamente estructuradas, códigos, gestos, cosas; la gente rebotará.
Y entonces ¿cómo es el asunto? Esto se hace de modo muy distinto, ah, no, no, no, no se hace de ese modo. Esto se hace de otro modo, de otro modo… Se hace con números mínimos de gente, números mínimos necesarios para poder conseguir el local, poner en marcha el organúsculo mínimo de difusión que conocemos, que es la hoja de barrio.
No hablamos de cadenas de TV, diarios, no, no, el organúsculo mínimo de difusión, una hoja piojenta que difunde cosas, toma contacto con los vecinos y los comerciantes para que lo apoyen. El átomo mínimo de difusión, la hoja del barrio y el átomo mínimo de conexión con la gente del lugar que es el local. Un CCD con esa hoja dando vueltas alrededor manejado por el número mínimo de gente necesaria para hacerlo.
Como dijo alguno por ahí, minimistas.
No somos animistas, somos minimistas, alcahuetes minimizados, ¡raquíticos de la revolución!, (risas). Mínimo, todo mínimo. El mínimo común múltiplo, no un máximo común divisor. Mínimo, minimista.
Y bueno, y ahí están esos dos que tienen muy pautada las cosas: primer paso, segundo paso, tercer paso, y en la práctica salen unos que ponen el paso al revés, empiezan por la hoja, y también les sale.
Pero hay pautas, se tienen en cuenta ciertos factores, ver la cosa del medio, pedir permiso antes de entrar y esas cosas. Y el visitar gente. Bien, todo bien. Buenos modales. De un modo u otro pero pautado, algunos empiezan con la hoja, otros no. Todo armónico y va.
Y los locales de enfrente vacíos, y nosotros llenos de gentes que van y vienen. Como eso empieza a tener tiraje y en ese barrio tal vez hay situaciones difíciles, algunos animosos salen de la gente, que es la que llena los locales, y forman especies de comisiones.
Nosotros sabemos que las comisiones las formamos en los lugares de trabajo, pero no obstante se forman especies de comisiones en la que nunca faltan unos muchachones animosos que quieren hacer un club de fútbol, teniendo por centro al CCD, o salen unas señoras preocupadas por la juventud abandonada, que ven ya muy intenso y grave el problema, y forman la comisión. U otros señores que se ponen de acuerdo por un conflicto con el medio, justamente la gente de ese barrio, la que trabaja en la fábrica que acaban de cerrar y arman sus comisiones. Y así se ha dado el caso en varios puntos de Europa, nosotros no hemos tenido nada que ver, ha sido en el CCD, la gente ha formado las comisiones y esas comisiones han llegado a conflictos de interés.
Y ese conflicto de interés ha dinamizado un barrio entero; y tienen su centro de operaciones, su cuartel general en el CCD.
Nuestro planteo no ha sido el planteo del conflicto a la hora de la formación del CCD. Todo ha sido muy distinto.
Nuestro planteo ha sido crear muevas relaciones entre la gente, relaciones que están desintegradas prácticamente por todo lo que va ocurriendo en el sistema. La gente tiene que relacionarse y tiene que ayudarse mutuamente. Y los que están en contacto con ese centro básicamente son gentes que se ayudan entre sí, porque acá nadie ayuda a nadie, todos terminan a las puñaladas y mejor que haya gente que se ponga de acuerdo en ciertas cosas.
Esa es nuestra idea de los CCD, y los que no están relacionados con los CCD son otra gente, no son confiables. Són más confiables los que están relacionados entre sí. Y si hay que darle una mano a alguien, se le va a dar la mano a la gente que participa del CCD. No a los otros, porque pueden ser bellísimas personas, no es para discriminar y separar, todo lo contrario, es para invitar a la gente de ese barrio y demás para que formen parte de esa comunicación, de esa relación nueva que se establece donde todos se dan una mano en algún momento. Y eso es bueno e interesante. Y eso se entiende cuando se pone en marcha, formar un tipo de relaciones diferentes a las habituales, que están tan flaquitas.
Así que la idea de la formación de los centros es simple, simple. Ustedes saben que ya se ha presentado el caso en alguna comuna, ahí viene un opa donde hay uno o dos centros en ese barrio y han llegado algunos politiqueros que quieren ser elegidos concejales o algo por el estilo y no tienen base. Visitan puntos de la comuna y tamién visitan al CCD…. Muchachos, tienen que ayudarme porque ésto que pensamos es lo mismo. Y los nuestros le dicen: ¿A cambio de qué?
¿Cómo a cambio de qué?, Sí, claro, pensamos lo mismo pero vos vas a ser concejal y vas a tener 8 puestos, 8 cargos públicos. Ahá, ¿y cuántos cargos públicos hay?, porque acá en este centro hay mucha gente que tienen hijos con hambre, hay familias que tienen problemas.
¿A cambio de qué te vamos a apoyar a vos, que pensás lo mismo que nosotros?
Y bueno, puedo conseguir dos puestos.
No, tenemos una mejor oferta.
¡Pero ustedes son unos cínicos!
Claro, igualitos que vos.
Y, nosotros tenemos que ayudar a nuestra gente, ¿o no?
Estos pequeños cuentos que ocurren en los barrios, si hay un centro en ese barrio, bien, si hay dos, mejor.
Y todo bien, todo armónico, todo en orden. La gente tiene necesidades y hay que atender a las necesidades de la gente que participa de estas actividades. Mejor estar relacionados con éstos y no estar fragmentados en esa desintegradera que ha promovido el sistema.
Son ideas muy simples, todo bien.Entre gente que se ayuda, se apoya y colabora entre sí. Se busca entonces que la gente haga las cosas y llene los centros y formen de acuerdo a las necesidades esas comisiones, esos agrupamientos flexibles, flexibles.
Es decir: ni siquiera con la idea de que permanezcan en el tiempo, ni siquiera eso. Se forman, funcionan porque hay esas necesidades y luego desaparecen, pero la gente queda relacionada.
Porque ha trabajado junta, porque se estima, y mañana se arma otra comisión alrededor de ese centro. Y funciona, y después deja de funcionar.
Como esas agrupaciones que se forman alrededor no tienen comisión directiva, ni presidente, ni secretario, ni cosas que tratan de darle fijeza y permanencia aunque estén vacías de contenido, entonces se arman y se desarman, son flexibles. ¿Y qué va quedando? Lo que decimos que es interesante que quede, las relaciones entre las personas. Pero son no institucionales, no tienen carácter institucional, se arman y se desarman de acuerdo a necesidades, y lo único que queda fijo es el local, la orientación que damos y la hoja de barrio.
La hoja de barrio donde empezamos escribiendo todos los artículos nosotros y luego cada vez escribimos menos, porque ahora ya escribe el médico de la esquina sobre los problemas de la mortinatalidad, de la maternidad; porque ya el peluquero escribe sobre qué importante el problema de la estética en el barrio y que él sabe cómo hacerlo, que vayan allá; porque el economista, o el que estudia ciencias económicas escribe su articulito local.
Y no sale uno de los nuestros diciendo: Mirá, ésto va a ser un desastre, mirá las cosas que escriben…, no, no, no, si la gente escribe eso, es la gente, y lo escribe. Y nosotros lo único que nos reservamos es la línea editorial para darle cierta orientación y punto, lo demás lo van llenando con sus artículos y sus cosas. Los del barrio van escribiendo, los del barrio van haciendo las comisiones, los del barrio van llenando esas cosas vacías y todo en orden, todo bien.El día que no escribamos nada, que no armemos nada, sino que todo lo arme la gente, ese día… ¡está hecho! Ese es el ideal a que aspiramos, que la gente haga todo. Pero claro que habrá que ponerle un poco la chispa de la ignición, prenderlo el circuito, ¿no? y darle una orientación.
Y eso es todo. Cuando se entiende eso, entonces no aparecen los sabios y los profesores que: “Ay. no podemos publicar eso y lo otro”.
Desaparecen los profesores… y aparece la gente.
Y claro, como tenemos una línea, y unas ciertas ideas mínimas, no dejamos escribir, hacemos censura, no dejamos escribir a esos racistas del barrio que quieren echar a palos a los gitanos, no los dejamos escribir en nuestro medio de difusión porque tenemos una línea. Y esos que quieren agrupar a los vecinos por la suya para que tomen medidas contra los mechudos, porque se supone que los que tienen pelos largos son drogadictos, y entonces los vecinos se agrupan para darle de palos a los que no les gustan; a esos no los dejamos, no les ponemos el centro a su disposición para que hagan una “comisión anti-mechudos”, no.
Está claro, ¿no?, está claro que hacemos discriminación claramente y de acuerdo a la época; la época es una época discriminadora y nosotros también hacemos discriminación con los discriminadores. Ah, claro, ¿qué es esto sinó?
Y todo lo demás bien, que la gente participe.
De manera que la idea de los CCD se basa en el establecimiento de relaciones entre la gente que hoy por hoy se están evanesciendo, se están pulverizando. El establecimiento de un nuevo modo de relación entre la gente, y eso funciona. Usamos un medio de comunicación más amplio, que es la hoja de barrio, y ojalá haya alguna FM o dos, por el lugar a la que nos dirigimos para decirle: Oye, danos un poco de espacio. Y ellos, que son del Ejército de Salvación, nos dan espacio. ¡Ja!, lo que les pasa es que están vacíos de contenidos, entonces nos dan espacio para llenar, esos que no saben qué poner. Y nosotros hablamos a través de la FM del CCD que está instalado en tal lugar, de la hoja de barrio que es muy interesante para que los vecinos…, y en la hoja de barrio citamos la FM para que la gente la sintonice, y hacemos publicidad de la FM en el barrio y todo bien, todo armónico funcionando en ayuda mutua. Así que si ese organúsculo de difusión puede ser más amplio, con otros recursos, ok.
También hay pasquines en los barrios, adonde llevamos algunos artículos y ahí hacemos publicidad a la hoja, y en la hoja hacemos publicidad al pasquín y todo va; en circuito integrado ayudándose mutuamente. Participando de esta gran familia, dirían los banqueros. “El banco es una gran familia”, dicen los cabrones, bueno, ahora verás.
Así que estas ideas se están entendiendo muy bien en todas partes, y están progresando muy bien. Ideas mínimas y un modo de operación mínimo. ¿Sí?
Las comisiones: en los trabajos, oficinas, etc. No nos basamos sólo en la afinidad, nos basamos en la idea de conflicto, de choque.
¿Cómo hace la gente para agruparse?, ¿cómo se forman parejas en la oficina?, se basan en la afinidad. Si nosotros pusiéramos como principio la afinidad y la amistad, lío.
Hacemos cosas juntos porque nos ponemos de acuerdo en ciertos puntos de vista, si después nos vamos a pescar, macanudo, eso refuerza.
Todo jefe es un déspota, y bastará que dos se miren de cierto modo cuando pasa para que se entiendan y charlen a la salida, ni hablar si además han despedido gente.
La gente se relaciona en las comisiones no institucionalmente, son flexibles, siempre buscan más gente, y, a diferencia de las otras, no tienen por qué desarmarse.
Como los conflictos van a aumentar, montarse en ellos es de toda lógica. No se entiende por qué cada uno de nosotros no estamos generando comisiones.
Ni las comisiones, ni los centros tienen por criterio lo institucional. En la universidad, en el aula, en la facultad, no nos importan las listas, porque son institucionales. Tienen presidente, vocales, etc.
Nos basamos en la idea de conflicto y de establecer relaciones entre la gente. No hay que decir nada distinto de lo que vemos, de lo que la gente ve y dice.
En el caso de los organismos, éstos sí son institucionales, pero no van a crecer de ninguna manera por lo institucional, (socios, afiliados, agrandar el plantel). Crecerán en la medida que se formen organizaciones flexibles de base y además por la prensa y los contactos con otras instituciones. Así llegarán bastante más allá de esa institución. (Comisión humanista en una fábrica y ni siquiera están afiliados).
Crecerán por las organizaciones flexibles de base y no por una extensión de lo institucional, crecerán aglutinando sectores en su planteo.
La actividad de los organismos es importante en sí, no para hacer crecer las estructuras.
En términos generales nos apoyamos en una idea desmembrada en tres puntos:
1- El desorden aumenta.
2- Todo se vacía de contenido y quedan las formas.
3- Las formas que quedan se desestructuran.
Podemos pasear ésto desde el Estado hasta lo que pasa por nuestras cabezas.
¿En dónde vemos el desorden, el vaciamiento? Basta con echar una ojeada a las instituciones, a los medios de difusión. Revistas que terminan siendo un catálogo de fotografías con pequeñas notas que explican las fotos. Podría pensarse que se está a las puertas de un nuevo modo de comunicación, sin palabras; ok, puede ser, pero ahora veamos de qué tratan las fotos.
Si vemos a alguien en un subte que está vestido de cierto modo, no hacen falta palabras; ya esa forma de vestirse hace reconocer al otro. “El traje, expresión del hombre”, dice cierta publicidad. Todos nos entendemos por las formas: esa tipeja que se viste de un cierto modo y deja el pelo “al natural”… Pronto veremos ropas colgadas en los subtes. También lo informal es formal, se viste informal pero está muy pendiente de donde va esa estampillita, esa etiqueta.
Se desestructuran las formas establecidas, y además se quedan vacías de contenido. Sólo las companys van entendiendo ese fenómeno, se organizan flexiblemente y rompen todo alrededor; son un para-estado que se van formando al lado de los estados nacionales que van a la quiebra.
En ese contexto, ¿qué haremos nosotros con nuestro mensaje?, vamos a desarrollar grandes discursos? No, tres frases de una cosa y tres de otra y ya está.
Qué de problemas van a tener algunos que hoy viven, (es un decir), que han sido educados con esa vieja forma estructurada. Ciclos de atención de 40’, hoy son 3’. ¡Qué tanto hablar!
¿Cómo va a ser la comprensión de este fenómeno en que nos vamos a mover? Influirá en lo que hagamos, por lo menos mientras no cambien estas tendencias. No hay que equivocarse en el análisis, no meter el hígado, sinó no se entenderá nada.
No hagamos análisis formales del estilo de: “La gente no se interesa por la política, o por los valores intangibles,etc.”. A la gente sí le interesa lo político y lo social, aunque no vayan a ese kiosco establecido, también le interesa lo religioso, aunque no asistan a su kiosquito. Pasear ese retículo puede ser de interés para no presentar las cosas en formas que ya han sido sepultadas.
Un interés nuestro es la comunicación, antes daba lo mismo lo que hablábamos o escribíamos, ahora parece que se han sacado una de las zanahorias de las orejas y resulta muy importante cómo presentemos las cosas. Así que les pedimos a los apoyos que tomen los conceptos más importantes que usamos para la difusión y realicen una pequeña tarea en tres pasos:
1- Tome esos conceptos.
2- Escríbalos en fácil.
3- Ponga ejemplos referidos al lugar.
Necesitamos la colaboración de la gente para ésto, ellos van a traer los códigos que necesitamos. Nos interesa que la dirección sea coherente, no tanto el aderezo.
Ese material será una cantera a la que podremos apelar para muchas cosas.
Hay que hacerlo en cada lugar, no serviría de otra forma, no serviría algo centralizado.
También tenemos algo para los administrativos:
1- Tire casí todas las fichas y guarde las que “intuya” que están bien hechas.
2- Prepara un boletín mensual informativo.
3- Toma las fichas que quedaron y les manda el boletín.
Este boletín es un caso muy particular, así que no preocuparse por papel y texturas. Nada de diagramaciones y fotografías, eso es personal y tiene que recibirse así. Boletín mensual informativo para los amigos del Movimiento. Una página contando en qué estamos, qué estamos haciendo, que hemos recibido tal libro, etc. Luego un saludo y listo.
Con ésto no pasará nada, pero la gente se sentirá agradecida por eso que recibió, y no le diremos “ven a ayudarnos a esta causa”, si es información es información y él verá lo que hace.
Hay muchísimas personas que miran lo que hacemos y quieren enterarse.
En cuanto a los estructurales, crecerán por su propia metódica y por su propio trabajo, siempre por contacto personal.
Está bien la difusión, ablanda, pero el crecimiento siempre es por contacto personal y en base a operativos.
Ahora diseñemos un operativo: ¿se hará como se hacía antes? ¿Nos iremos a las bocas del metro como hubiéramos hecho antes? No, si estamos hablando de arraigar, ¿cómo lo haríamos así?
Más bien iremos a ciertos barrios, a los puntos donde circula gente, donde varios de los que conectemos vivirán luego cerca del CCD.
No es mejor un ejecutivo que un linyera. Pero después ¿cómo hace el linyera para crear comisiones?
Es el paso siguiente el que influye sobre el anterior. El paso posterior es el que nos dará la tónica para el paso anterior.
La visión puesta en el futuro influirá en el diseño del operativo.
Serán cortos, nunca más de una semana. Serán imaginativos, teniendo en cuenta que el segundo no podrá parecerse al primero.
Se producirán los operativos para distintas actividades, con la visión del equipo y no del trabajo fragmentado. Podemos ayudarnos entre nosotros, poner mucha fuerza en una cosa, la ponemos en marcha y nos retirámos casí todos. Damos la ignición, ponemos en marcha, pero después no se quedan todos manejando.
Se puede hacer si prima la idea de equipo y no el individualismo de otra era geológica.
No importa si son de distintos consejos. Habrá desorden y revoltijo, pero también masa crítica.
Después se arreglan los líos, se hablará de líneas y todo eso. Claro que se necesita que la gente que lo va a hacer se lleve bien, sino no hay más que conversar.
¿Con qué sino con gente pondremos en marcha todo ésto?
Algunos que están en los CCD no quieren hacer como los estructurales, pero sí están de acuerdo en montar estas historias y a lo mejor también quieren promoverse. Que las frustraciones no impidan que podamos hacer estas cosas con solvencia.
Las promociones y todo eso, para los que regeneran está claro, con los otros ya resolveremos, pero seguro que tendremos que tenerlos muy en cuenta.
Ya veríamos cómo arreglarlo, pero que muestren una cosita.
Sabemos que el número de regeneradores no llega al 20%, ¿qué se hace con el 80% restante?, ¿qué les pasa? Muchas cosas, pero una es que no tienen cómo aplicar su energía.
Su frustración no queda en ellos mismos, sino que pasa a otros. ¿Qué hacemos con ellos?
Ahora pueden encontrar otros tipos de actividad donde aplicar su energía. (Vinieron para hacer cosas).
Sin gente no vamos a poder formar estas cosas que decimos, no se van a formar solas. “Tenés que venir a agruparte ahora para hacer cosas”. Hay muchas posibilidades de actividad para ese que quiere hacer cosas.
Si el orientador pone en marcha todo ese dispositivo de recursos, si sabe como sigue la película, estamos creando muy buenas condiciones para todos