Mendoza, 12 de Junio de 1993
Apuntes conversación del Coordinador con orientadores de Consejos Beta, Pi, Omega y Ypsilon
Con el Documento, la circular número 3, la estructura del Movimiento Humanista y las Ideas Generales tenemos suficiente. No requerimos mucho más. El resto son implementaciones tácticas.
Al articularse un sistema a escala mundial, ¿cómo hago yo para modificar el sistema? Muchos no ven cómo pueden hacer algo con su acción para modificar situaciones tan grandes. Esto hace que la gente sienta que se minimizan las posibilidades de su acción. Hay tres puntos que necesitan ser aclarados:
1. La acción puntual de un individuo aislado no tiene sentido en un sistema estable. Esto es Einsteniano (…en un sistema estable ningún sistema evidencia su movimiento). Cuando se dice ésto parece que no se hubiera estudiado el planteo general que estamos haciendo: nada en este momento es estable. Hay grandes mutaciones en el sistema (en sus estructuras legales, jurídicas, económicas, etc.) y en la cabeza de la gente. Es como si el sistema estuviera en estado gaseoso. En un sistema estable nada se puede hacer, pero es distinto en situación de inestabilidad. Este sistema está cambiando y lo que nosotros estamos haciendo es posicionarnos en todas partes, para liderar desde esos puntos, para orientar desde esos puntos. Así que tiene sentido la acción en todos los puntos, porque cuando ocurra el despelote será muy distinto si estás o no posicionado. Buscamos posicionarnos en esta época de cambio veloz y buscamos dar referencia en épocas de gran desreferenciación. Tendrán que ser referencias fuertes, no podemos ser relativistas. Así que en un medio inestable cada lugar es interesante. Nos conviene hacernos fuertes en todos los lugares donde estamos.
2. La influencia se tiene que poder medir. No puede ser influencia en el aire. Así que si estás buscando influir políticamente se mide en votos. Si no es política será en gente que adhiere, en socios o lo que sea, pero tiene que ser medible.
3. No es relevante la influencia si no logras organización. Si influyes mucho y no logras organizar a nadie, ¿cuál es tu influencia?, eso se parece más a llevarse bien con la gente o con los amigos. Toda acción que ponemos en marcha está lanzada a influir y a que se refleje en estructuración, en crecimiento estructural.
No se requieren más puntos aclaratorios en este momento, sólo estas tres ideas aclaratorias a pié de página.
Hay un punto de actividad interna nuestra: nosotros lanzamos las ideas, los proyectos, la metodología, etc. y, como este es un movimiento de voluntarios, no arrastramos a nadie. No vamos a arrastrar a nadie y nosotros vamos. Con lo cual a nadie machacamos en la cabeza para que nos acompañe. El que no acompaña tiene todo el derecho de hacerlo, pero también yo tengo todo el derecho de avanzar. Suponemos que hay mucho más adelante que atrás. Es un punto de vista que tiende mucho al futuro. Ideas, proyecto, metodología de acción: te acompañen o no, tu avanzas. Este no es momento de relativismos.
Los que nos movemos con ésto nos movemos así, y a los que no les gusta no tienen porque acompañarnos. Estamos en excelentes condiciones para cagarnos en todo. No hay que convencer a nadie, hay un mundo por delante por ganar. No hay que forzar a nadie. No tenemos que hacer ningún equilibrio. Es la fuerza de la idea, del proyecto, del destino.
La gente se siente desposeída de la capacidad de cambio. Nosotros no creemos que vamos a cambiar las cosas por trabajar en una comuna, no somos tan ingenuos tampoco: queremos posicionarnos.
¿Cuál es el punto importante? Todo punto es importante en este planeta, sino revisemos un poco la historia. Por algún motivo América Latina tiene mucho que decir en este momento histórico (por el agotamiento de otros lugares), pero no es el caso hacer chauvinismo continental.
Todo los indicadores de la realidad cotidiana nos dicen que ésto no dura un carajo.
La influencia no puede ser una palabra, hay que tener como medirla. En esta democracia formal una medida de progreso serán los votos, y para que esa influencia progrese, para que esa influencia se desarrolle, tiene que haber estructuración. Se requiere algún indicador de la influencia, tiene que haber medida. La fuga hacia el pasado en la cosa asambleísta no va. Se requieren votos y estructuras.
Una cuarta idea se refiere al tema del conflicto. Está claro que nosotros no creamos el conflicto. Vamos al conflicto con la idea de desarrollarnos gracias a él.
Si nos quedamos en el tema del grifo, no sirve, no se ve cómo crece la influencia. Tratas de mover después a esa gente al barrio de al lado y no pasa nada. Si al meternos en un conflicto se piensa en un resultado objetivo de ese conflicto, se equivoca el planteo. Cuando puteamos al F.M.I., no lo hacemos pensando que por eso se va a caer el F.M.I.; no lo hacemos por razones prácticas ni testimoniales. Puteamos con un objetivo muy claro: avanzar en nuestra influencia y estructuración. Los testimoniales se desgastan: es un adelanto, es moral y ayuda a generar conciencia sobre el tema, pero tiene gusto a poco para nosotros. ¡Larga vida al F.M.I. si nos permite crecer! Este planteo no es pragmático, porque el pragmático es inmediatista, no se plantea con ideas, con desarrollo, ni va detrás de una idea y una visión de la historia. En todo lo nuestro juega un proyecto que va bastante más allá.
Así que respecto al conflicto: no lo generamos, puteamos a lo que da lugar al conflicto, pero no nos quedamos allí, merced a la justicia de lo que planteamos queremos crecer y estructurarnos.
Si lo viéramos en el caso de un diputado nuestro: ¿si el diputado presenta 100 proyectos y no se aprueba ninguno, hemos fracasado? No, nuestra acción va más allá, va a desarrollar influencia y estructura. Lo que para otros es un fin, para nosotros es un medio. Nosotros vamos más lejos.
Todo conflicto tiene un problema táctico de implementación. El tema a resolver es: ¿cómo hacer en cada conflicto para que nuestra influencia y estructura crezcan? Esa es nuestra pregunta.
Aquí hay una cosa muy de fondo, hay un cambio muy importante en la forma de hacer las cosas.
No son ideas difíciles. Son fáciles. La dificultad está en la cabeza, en el modo de mirar las cosas.
Crecer en influencia y estructuración garantiza procesos, garantiza continuidad. Lo testimonial es bueno pero es insuficiente. Esta es la diferencia fundamental entre humanismo y humanitarismo. Si no estructuras no garantizas que tu acción se sostenga. El humanitarismo es corto en la idea y en la acción, aunque en el sentimiento haya similitudes.
Al arrastrar y convencer gente estás llevando la energía hacía adentro. Tiene que ser hacía afuera, ésto tiene potencia. No arrancamos buscando el acuerdo en los puntos mínimos; acá está una visión, unas ideas, una metodología de acción; este es el proyecto que yo voy a hacer, si tu quieres me acompañas y si no, no. Este es nuestro plan de acción. Si yo te presento el plano para hacer un globo de hidrógeno, no se ve por qué tendría que entrar a discutir que es mejor hacer un automóvil.
Nosotros vamos para adelante. ¿Por qué vamos a simular que todo da igual, por qué vamos a actuar hipócritamente? No, es un planteo absolutista, porque hay reciprocidad con los demás a que hagan lo que para ellos es coherente. O acaso yo quiero meterlo preso y uniformarlo todo. No, todo lo contrario.
A ésto hay que agregar un buen trato a los demás y todo va bien.
Hemos considerado durante 20 años la posibilidad de que estemos equivocados. Ahora tenemos datos más que suficientes para saber que no lo estamos. Estamos en condiciones de decir que no estamos equivocados.
Nuestro proyecto está muy compacto. Las ideas no pueden ser suaves, tus modales pueden ser suaves. No están las épocas para relativismos. No vayas a pensar que si no me acompañas yo me voy a parar, no; ese es un mal pensamiento, porque apareces como condicionando mi acción. No se trata de estudiar las motivaciones del otro, ese internismo no lleva a ninguna parte.
En este planteo hay una fuerte creencia de que el futuro tiene que ver conmigo. Veremos que dice el tiempo.
Tiene potencia y libertad. No tiras a nadie por la ventana, a nadie mortificas, a nadie arrastras.
Predicarle al otro una cosa que no tiene nada que ver con sus intenciones, olvídate. En cambio si hay dos que están pensando la cosa en una misma línea entonces no va a haber problemas entre ellos.
El trato humano es importante, porque la gente está muy vapuleada, muy maltratada. No se trata de un trato meloso, ni demagógico, pero sí un trato franco, directo y amable. La vida cotidiana de la gente es un infiernillo.
No todo está mal. Todas esas fuerzas que han estado apagadas o dormidas, parece que estuvieran despertando. Hemos salido de una década del 80 muy peligrosa. Ahora el peligro no es de que una minoría apriete unos botones, ahora el peligro es social, está en la gente. ¿Cómo se arregla ese estado de paranoia y la desconfianza mutua? Esto va a tener que tener un proceso de transformación enorme. No sólo se ha roto la solidaridad, sino que ahora se avanza sobre el otro para joderlo. Esto tiene que evolucionar y transformarse.