Buenos Aires
30 de octubre de 1992
Apuntes de la reunión del Coordinador con miembros de los consejos Delta, Sigma, Gamma y Ómicron.
En el último tiempo en el Movimiento hemos estado haciendo numerosas experiencias. Experiencias que nos han permitido ir marcando una nueva huella como la de los Centros de Comunicación Directa, como las comisiones, aparatos. También se han estado reactivando algunos organismos en distintos puntos.
Nos hemos tomado estos meses para que se formen huellas en esa dirección, para que se hicieran las pruebas del caso. Y por ello no hemos empujado lo estructural, de haberlo hecho nos hubiéramos «chupado» todo y no hubiera sido posible marcar esos nuevos surcos.
Hemos puesto en marcha «pequeñas cositas» para que todos estos líos de CCD, comisiones, aparatos y organismos dejen las primeras huellas.
Todo esto ha sido hecho en el contexto de la apertura. Para nosotros apertura no es solo llevar nuestros códigos hacia el medio, apertura es también la diversificación de nuestras actividades. No es que el Movimiento se amplíe en círculos concéntricos, sino que instrumenta modos de actividad que peguen en distintos medios.
Si se observa históricamente al Movimiento en lo que hace al desarrollo estructural, vemos que siempre hay un porcentaje de gente que llega y se ocupa del crecimiento. Pero lo que no podemos esperar, es que todos los que lleguen pongan en marcha procesos estructurales.
Cuando se hace una campaña y se suma gente nueva, ni ellos ni nosotros sabemos quienes pondrán procesos en marcha. A esa gente le proponemos hacer cosas. Un porcentaje de ellos regenera. Otros lo intentan pero no les sale, entonces algunos se alejan, se distancian. Pero hay una tercer franja de gente que lo intenta, y aunque no les sale, no se alejan. Se quedan. Aunque no les salga lo estructural. Se quedan porque les gusta la gente, las ideas, el tipo de relación, le gusta hacer cosas. Y es en esta franja donde encontramos un potencial grande para canalizar. Si hay un 20% al que le sale lo estructural y un 80% al que no, se queden o se vayan, tenemos un tema de potencial que revisar.
Para la influencia es importante el recurso de aplicación de ese potencial que no regenera. Y, si es importante para el crecimiento de nuestra influencia, y hay gente que puede aplicar energía en eso, la cosa va.
Estas actividades hacia el medio no están planteadas para crecer estructuralmente. Porque la estructura crece por el desarrollo y los medios que le son propios. La estructura no crece por CCD, ni por comisiones, ni por organismos. El tema entonces es, como puede ser aplicada la energía de la gente. Este punto es importante para la gente misma. Sino, ¿qué pasa con el tipo que no puede regenerar y al que le gusta todo? Le gustan las ideas, la gente, el modo de relación, pero no puede regenerar. Esa persona puede quedar con un sentimiento de frustración y esto no es bueno ni para ella ni para el conjunto.
En la medida que se sumen conjuntos humanos, el surgimiento de nuevas actividades será una necesidad. No tenemos miles de actividades, por ahora tenemos algunas para empezar. Pero todas nuestras actividades siempre parten de la acción. Desde ya, perderemos todos los pasivos, toda la gente que no quiere la acción. Si vamos a la acción, y vamos actuar con la gente hay dos conceptos elementales: la gente vive en algún punto y actúa en algún punto.
Los CCD se refieren a donde vive la gente, tiene que ver con el arraigo, con el barrio, la población.
Las Comisiones, en cambio, se refieren a donde la gente actúa, donde hace cosas, como el trabajo, el estudio, etc. Esto es muy variable, no siempre se reduce a la oficina, a la fábrica o a la Universidad. Estamos hablando de las actividades de diversificación, y de estas, las más simples: donde vive y donde actúa la gente.
Con los CCD tratamos de llegar a donde la gente vive, ya sean barrios, municipios o poblaciones. Pueden ser puntos con mucha gente o poca gente, pero bien delimitados. No se trata de una provincia por ejemplo, que tiene su capital, o de ciudades. Los barrios pueden ser pequeños o pueden ser enormes. No es lo mismo un barrio de New York como Brooklyn, que un barrio de una ciudad del norte o el sur Argentino por ejemplo.
En esos barrios no tratamos de poner en marcha lo que ya hicieron otros en otro momento. Hoy en algunos lugares hay centros para el vecindario con edificios, con salas, con videos y hasta con oficinistas, están abiertos al público y con actividades organizadas. En otros lugares se llamarán unidades vecinales, sociedades de fomento, etc. Pero en todos los casos están vacíos, Hay casos en los que nos han ofrecido las oficinas porque las tienen vacías!
Es interesante como en su momento han aparecido estas instituciones en los barrios y ahora se están vaciando, se están muriendo, como si hubieran tirado la bomba de neutrones!
Nosotros estamos muy lejos de querer montar instituciones en los barrios. Nosotros no queremos presidentes, ni secretarios, ni tesoreros, ni ningún tipo de cargos. Tampoco queremos los CCD para los nuestros, porque entre los nuestros se da un tipo de relación muy estructurada en los códigos, en el lenguaje y hasta en el modo de pararse, que genera una barrera para el nuevo que llega.
La idea con los CCD es crear una forma vacía, una referencia perceptual. Necesita de una hoja de barrio como órgano de difusión, para que se enteren los que no lo ven y un mínimo de estructura para que lo ponga en marcha.
Se produce una realimentación entre la hoja, la FM del lugar y el CCD. Es una realimentación local, perceptual para la gente de un punto.
El objetivo del CCD es que se establezca un nuevo tipo de relación entre la gente, en torno a la máquina que nosotros ponemos. El CCD Está basado en el concepto de relación. En cuanto al órgano de difusión lo ponemos en marcha con la intención de que la gente del barrio opine, participe: que el médico, que el peluquero, etc., escriban notas. Nosotros conservamos la editorial donde marcamos la línea ideológica, no sea cosa que se nos meta un racista o un violento a escribir sus cosas. El objetivo debería ser una publicación totalmente escrita por la gente del lugar. De este modo si nosotros ponemos un CCD, es la gente la que hace y organiza actividades. Esto es un lío para los otros, los de lo «institucional», los del «poder comunal», los de las instituciones vacías que no saben como hacemos.
A menudo, en la práctica, en los CCD se forman comisiones. Por distintos temas se van formando comisiones. Nosotros las impulsamos, pero no pretendemos que sean permanentes. Son flexibles, se arman y se desarman de acuerdo a la gente y a sus intereses. Estas comisiones no son institucionales, son comisiones puestas en marcha generalmente por gente muy animosa. Una comisión de este tipo puede movilizar, a partir de un conflicto, a mucha gente de ese lugar. A veces puede ser la comisión, la que produce una gran movilización en el barrio teniendo en cuenta como referencia el CCD.
Nosotros tenemos la dirección técnica, pero lo que queremos es que la gente se conecte entre sí.
Lo de los «ejes convocantes» es de otra Era geológica. No necesitamos convocar. Pretendemos que en los barrios se establezca un nuevo tipo de relación en base a «la máquina que ponemos». De los CCD debiera generarse un nuevo modo de relación en base a lo mejor de la gente. Nos interesan muchos centros en un mismo barrio, en algún momento se conectarán entre sí, harán encuentros intercentros.
Hoy la gente no encuentra en que relacionarse, porque no hay forma de relacionarse según los valores que pone el sistema. Ellos proponen el sálvense quien pueda, están proponiendo que se maten entre sí.
Nosotros ponemos la forma y la gente se relaciona de otro modo. Nuestro en que relacionarse es la diferencia con ellos. La conclusión de que la gente no quiere relacionarse es un poco apresurada. La realidad de las cosas puede ser otra a lo que se cree. No es que la gente no quiera relacionarse. La gente quiere relacionarse, solo que no sabe por que canales. Sino tomemos el ejemplo de la política. Por ahí se dice : «a la gente la política no le interesa». Es un error. A la gente no solo le interesa sino, que la sufre, pero sabe que por los canales institucionales no va, sino como se explican esos fenómenos políticos espontáneos? Ese análisis no corresponden con los fenómenos que están ocurriendo. Es lo mismo que con las instituciones y nuestros CCD.
Las Comisiones en cambio, no se montan en base al concepto de relación, sino en base al concepto de conflicto. Las Comisiones no están pautadas como los CCD, son amplias y flexibles. Cuando se habla de conflicto la gente entiende, pero no sabe como ponerse en contacto con otros. El que trabaja en una oficina por ej. puede preguntarse: será necesario primero hacerse amigo con los compañeros para hacer algo? En que momento les hablo? como establezco relación con los demás? Vamos! Pero de la oficina…acaso no salen parejas, amigos que se van a pescar el fin de semana? debe haber algún momento en el que hablar, podrá ser en el descanso, en el almuerzo, en la salida… El error sería armar comisiones en base a otra cosa que no sea la idea de conflicto. Si se monta en base a la afinidad, por ejemplo, nada puede progresar. En cambio partiendo desde la idea de conflicto sí pueden progresar otras relaciones. De otro modo error, error, no funcionará.
Si históricamente el conflicto va a aumentar, montarnos en la idea de conflicto es como mínimo razonable. No parece que fuéramos a una sociedad ideal, si así fuera no haríamos nada.
En las Universidades no nos interesan las listas, sino las comisiones y ojalá en todos los cursos!
La diferencia entre las comisiones de los CCD y las de los lugares de trabajo es que si bien ambas son flexibles, las de los CCD son ocasionales, se abren y se cierran y las otras no tienen porque cerrarse. Así de fácil y simple!.
Los organismos en cambio, son institucionales. Ellos tienen personería, su presidente, etc. Pero no van a crecer por el lado institucional, sino, por las organizaciones flexibles que armen a su alrededor como por ej. «El Club de amigos de la Comunidad», «La Comisión de padres», «Gremialistas Humanistas», etc.
Apertura es ir al medio y con actividades diferenciadas. Antes no lo podíamos hacer. Lo podemos hacer ahora porque hay un cambio interesante en el mundo. Y ahora nos encontramos con algunas facilidades, como que la gente está receptiva, abierta al diálogo.
Antes cuando hablábamos nos decían: «qué increíble!». Ahora nos dicen: «¡que interesante!». Claro, esto no quiere decir que nos sigan, porque cuando les decimos que hay que hacer, rajan. Ya dialogan, pero eso no quiere decir que nos sigan.
El punto más importante en este momento son las dificultades en el lenguaje, en el tipo de mensaje que largamos. No es la idea decir o escribir cualquier cosa a la hora de comunicarnos. Ahora sí importa lo que digamos y como lo digamos. Ahora sí escuchan. Antes tenían dos zanahorias, había antepredicativos porque creían que les iba a salir la cosa. Ahora escuchan. Se sacaron una zanahoria, ya sospechan que no les va a salir.
En este momento, observamos en el medio tres síntomas: 1) Un desorden creciente. 2) Un vaciamiento de los contenidos y 3) una desestructuración de la forma. Estas ideas sirven para ser paseadas por distintos campos y distintas actividades ( proceso industrial, política, familia, pareja, etc.). En todos los casos vamos a encontrar el mismo resultado, por lo tanto estos fenómenos están ocurriendo en estructura. Si solo ocurriera en tres puntos del planeta sería distinto, pero está pasando en todos lados, aunque en cada lugar sea con su propio folklore.
Estas tres ideas sirven a la hora de interpretar un fenómeno y llegar a conclusiones que nos permitan actuar.
Todo se vacía y toma relevancia la cáscara externa. La publicidad, los medios en general pueden hablar de una nueva forma de comunicación, más visual. Pero desde este punto de vista no se justifica una forma de comunicación visual porque esas imágenes también están vacías de contenido. Por ejemplo: las notas de las revistas cada vez tienen más fotos, con breves aclaraciones o descripciones de esas fotos, los textos son cada vez más pequeños. Como pasa con los perfumes que no se venden por su contenido, sino por su marca y su envase.
La gente se relaciona por las formas, por como se viste. Es una época de vaciamiento de contenidos y presentación de formas. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de analizar un fenómeno. No se puede ir en contra de la historia. Lo inteligente del caso es montarse sobre este proceso.
Estamos aspirando a sintonizar. Cuando digan de nosotros que solo somos «forma», excelente!. Por eso todo desestructurado. No largamos un libro gordo, no, sacamos cartas. Esta no es la época de la novela, es la del videoclip. En el baile no es el minué, sino el breakdance. La gente se viste, se relaciona, come…desestructuradamente!. Todo!
Se pueden decir muchas cosas del porque, pero la cosa es que se desestructuró. Si se pesca esa «mirada», se escogerán determinados modos. Modos más adecuados de moverse.
Un método de observación sirve para poder ajustar tácticas y hacer cosas.
Así son las cosas hoy, mañana veremos si entendemos a la historia como algo que se mueve. Un determinismo histórico diría que las cosas van a ser de un modo en el futuro. Nosotros sabemos que no. Decimos que hay tendencias, pero no que las cosas van a ser de cierto modo.
No se puede prever lo que va a pasar. Pero lo que sí se observan, son tendencias. Y la tendencia es el desorden creciente, el vaciamiento de contenidos y la desestructuración de las formas.
Si la cosa ha cambiado, el lenguaje no puede ser largo ni complicado. En el siglo pasado, se estimaba que el nivel atencional de una persona era de 45′, hoy se ha reducido a 3′. Si no le decís al otro todo en 3′, problemas!, porque el otro ya se fue de tema. Ya no estamos en la conversación agrícola, larga. Hoy es la conversación postindustrial. Hoy todo es rapidito en el diálogo, porque la atención está en la secuencia.
El tema de la comunicación se acercará cada vez más a la idea fuerza, al slogan. Algunas pocas ideas y digeribles. El otro quiere saber como es la cosa y no en que se apoya, o en todas las ideas.
En cuanto a los sectores apoyos y administrativos hoy están contando con cierto plus. Sería de mucho interés si los sectores apoyos se tomarán tal vez, el trabajo de sintetizar las ideas, los conceptos que utilizamos para la difusión. Trabajar estas ideas, estos conceptos, para ponerlos en fácil. Si se pudiera reescribir en fácil estas ideas, llenarlas de ejemplos y ponerles también ejemplos que sean útiles al lugar de difusión, podría resultar un trabajo interesantísimo para el conjunto que facilitaría mucho el trabajo de contacto.
Y si el apoyo contará con colaboradores, gente del medio que quiera dar una mano, mejor! No solo nos ayudan a simplificar las ideas, sino que también meten sus códigos!. Será bueno que los apoyos empiecen este trabajito en cada lugar.
Y si los administrativos en el término de un mes, porque después habrá otras actividades, se reúnen con todas las fichas que tienen, y aquellas que no estén bien armadas, aquellas que no tengan dirección… que las tiren y se queden con las fichas completas. Este administrativo sagaz podrá hacer una especie de carta, como un informativo mensual para los amigos del Movimiento. Acá no importará la diagramación, la forma, la foto. Esto es un contacto muy personal, como de una carta. Allí se le podrá comentar en que estamos. ¿Qué sucederá con eso? Nada. No van a caer en malón. Lo que va a pasar es que algunos se sentirán gratamente informados. Y no es la idea en esa carta exhortar a nada. El verá. Pero ya, con el solo hecho de informar, vamos a llegar a todos los que miran de reojo. Una vez por mes el mismo tipo de cartita. Resulta interesante todo lo que se vea como tarea de equipo. Si decimos que equipo es el trabajo de un conjunto de personas que actúan en cosas diferentes, se entendió. Si se cree que un equipo es donde todos hacen lo mismo, no se entendió. Un equipo es gente que hace distintas cosas en una misma dirección (por ejemplo: un equipo de científicos o un equipo de fútbol). Ya se está viendo la conveniencia de trabajar en equipo.
Si dos quieren abrir un CCD en un barrio y no conocen a nadie, bien puede un grupo de gente dar una mano por dos días en ese lugar. Ayudar a conectar con los vecinos, ayudar a conseguir el local, hablar con los comerciantes por la publicación, etc. Y luego se van porque no es gente que esté aplicada a esa actividad, sino que va de apoyo a esa actividad. Esto es bien distinto al trabajo fragmentado. El trabajo de equipo tiene mayor cualidad respecto del trabajo individualista. La idea de complemento resulta más interesante.
El crecimiento estructural es por vía del contacto personal. No hay otra forma. Si hacemos operativos de crecimiento no pueden plantearse en términos infinitos. los operativos no pueden ser siempre iguales. Tienen que ser cortos, potentes y siempre diferentes, sino se mecanizan. Ni rutinas, ni larguezas.