Buenos Aires, 18 de setiembre de 1991.
Apuntes reunión del Coordinador General con DG Consejo Delta Argentina

 

 

Terminaron las elecciones en Argentina. La prensa está sin smog, todos están en sus cosas. La prensa es como los jugueteros que se mueven por fechas, (día del niño, fiestas, etc.), y cuando pasan esas fechas, salen a ofrecer para seguir vendiendo. La cantidad de mangos que mueven los políticos y los empresarios durante las campañas electorales desaparece. Nadie jode. Ahora podemos empezar a hablar.

Hace dos años se hicieron pequeñas prácticas como pruebas piloto. De esas pruebas tomamos datos y archivamos. Se tenía por intención ver como funcionaba ésto. Eran especies de sociales, se comía, se opinaba. Eran pilotos, no tenían continuidad.

Hoy entonces contamos con dos condiciones:

  1. se acabó el ruido de las elecciones.
  2. ya tenemos pruebas piloto.

Estos son los antecedentes del tema.

Pensamos dar unas vueltas por distintos puntos del país para reunirnos con gente. Si a uno lo invitan a una comida en un punto, queda mal no ir. La gente se va reunir en algunos puntos del país:

Viernes 27 – 09 Mendoza

“ 04 – 10 Cap Fed

“ 11 – 10 Quilmes

“ 18 – 10 Córdoba

“ 25 – 10 Neuquén

“ 01 – 11 Rosario

“ 08 – 11 Tucumán

Iremos a estos puntos por razones de densidad de población. Capital Federal, Quilmes, Córdoba y Rosario son los puntos más importantes. Mendoza, Neuquén y Tucumán son de importancia secundaria.

Necesitamos dos requisitos:

a – que se pueda hacer prensa,

b – que se pueda hacer una cena.

La intención es acercar a la mayor cantidad de gente sin discriminación. La idea no es diferenciar, sino incluir a todo el mundo. Invitaremos a los políticos, gremialistas, periodistas, etc., todos en calidad de amigos.

Podríamos manejarlo bastante habilidosamente, no desde el punto de vista del espectáculo, (la gente suele ponerle énfasis al evento), sino que genere continuidad, un proceso de acercamiento de gente. Si queremos que tenga continuidad, el tema empieza cuando termina el acto. “Yo tengo que marcar a los que llevé”. Esta parte es la más difícil, es la parte gris, cuando uno está detrás de los 4 o 5 tipos que llevó. Los muerdo como el bulldog, los prendo y no los suelto. Se trata de seguir cuerpo a cuerpo a los que traje, y si alguno de ellos vino con otro, insistir en que haga lo mismo con ellos.

Esto de seguirlos cuerpo a cuerpo puede resultar aburridísimo (como un empleo público) si mentalmente no nos ubicamos como parte de un equipo en donde muchos estamos haciendo lo mismo. Si ponemos en marcha ésto tenemos que pensar que requiere lomos, requiere cierto aguante. Pero después que se ponga en marcha va a ser difícil pararlo, (es un fenómeno de mucha inercia).

El mecanismo que pondremos en marcha es el de personalizarlo todo. Con la barredera general que hay de ideologemas y de referencias, (hoy sube un partido y en las próximas elecciones otro, no existen fidelidades partidarias, etc.), los políticos no se bastan, las estructuras partidarias no se bastan, y tienen que buscar juglares, faranduleros, deportistas y astronautas.

Las ideologías están barridas y la gente anda boleada. Vamos a personalizarlo todo, como mecanismo de referencia personal.

Nos ponemos de acuerdo en cada lugar con una persona, que sea el representante de Silo. Tiene tarjetas, una bolsa de tarjetas para repartir. Toma contacto con los periodistas.

Las comilonas pueden ser de distinto tipo y eso lo sabe la gente del lugar. Necesitamos un aglutinante, un pretexto para que la gente se reúna, pero nada de discursos, todo suave, amable, conversando entre amigos. En el fondo hay una mesa con Cartas a mis amigos (no libros) y un cuaderno Gloria de tapas blandas. Allí le decimos a la gente que cada mes sacamos un boletín muy chico y que si quiere recibirlo nos deje su nombre y domicilio.

Ese boletín lo escribe el Negro, lo imprime el encargado de Capital y lo manda al encargado de cada lugar, que lo entrega a la estructura del lugar en proporción a los asistentes que llevaron, para que se los entregue personalmente facilitando el seguimiento. También envía este boletín a los anotados en el cuaderno Gloria y a los de prensa.

Este boletín tiene que ser sencillo, nada sofisticado, y pega en la prensa, en los anotados en el cuaderno Gloria y en la estructura para que llegue a su medio.

Es un mecanismo simplísimo. El representante del lugar se ocupa del contacto con la prensa y distribuir el boletín mensual. El Movimiento es el que arma el “sancocho”.

Estamos haciendo reuniones sociales. Esto no altera en nada la secuencia normal en cada lugar. En la rítmica que vamos, no se altera en nada lo estructural o lo organizativo. Por los carriles que andamos, agregamos ésto. Es una organización mínima de 7 tipos. Es una social grande. Es una actividad que no altera a las otras. Es un “y” que le agregamos, no es un “o”. Más bien le da envión a lo que hacen las líneas.

En cada lugar necesitamos hacer prensa y esos encuentros con mucha gente creando un ámbito tal que las relaciones entre la gente sean simpáticas, risueñas, livianitas, sueltas. Que se reciba el impacto de muchos, cada uno ve a muchos y los muchos lo ven a él. El número es persuasivo. El hecho de que haya mucha gente es un testimonio excelente.

No hay discursos, no hay conferencia. No son comidas de esclarecimiento ideológico. No opinamos ahí. Estamos generando una onda como condición adecuada para poder opinar. Vamos a intencionar el tema del periodismo, pero la onda va igual con o sin periodismo.

No discriminamos a nadie al invitar. Serán miles de boquitas hablando, contando. Aunque vayan contras, sirven de portavoz. “De los boludos se sirve dios”. Si estamos con esa selectividad no sale. No queremos prescindir del periodismo en absoluto, pero cuando a nosotros nos conviene. Unicamente no iremos a la TV cuando haya más de uno (paneles no). Con ellos o sin ellos la onda la tiraremos a través de la cantidad de gente que arrastremos.

Lo que hacemos en la primera vuelta, saltando como pulgas en 7 puntos, lo haremos en la segunda vuelta de rosca en cada lugar. Haremos lo mismo en varios puntos alrededor de ese primer punto central.

Es el segundo capítulo, la segunda vuelta de rosca, dado un punto, lo haremos en 6 ó 7 punto de ese mismo lugar. En una provincia, en la capital y 6 ó 7 ciudades importantes. La idea no es trasladar gente de un lugar a otro, no es una caravana fantasma, sino de darle en profundidad, es decir, hacer pie. En la Capital Federal, reuniones grandes en los puntos donde tengamos gente. Reforzamos pegando en lugares y no trasladando gente de un barrio a otro.

No pondremos el carro adelante del caballo. Si empezamos hablando de un movimiento social que tiene tales características, etc., estamos poniendo el carro delante del caballo. Si primero hacemos la juntada de gente, después surgirán propuestas de ellos, como abrir locales, etc.

Y buscamos opinar donde podamos hacer una convergencia de gente importante.

Si lo vamos a personalizar sería bueno tener paragolpes, secretarios, representantes. Que digan que este hombre es un filósofo, un pensador, alguien que sabe como son las cosas. Estos representantes no pueden tener actividad política manifiesta. Sí puede haber vinculaciones ideológicas.

Para Capital se pensó en Isaías. Para Rosario se propuso Gabriel.

El representante tiene que tener teléfono, ser dicharachero, entrador, tener gusto por atender llamadas cuando alguien llame. Fácilmente ubicable. Gente con lomos y con esas condiciones. Tenemos que conseguir uno en cada lugar.

El representante distribuye su tarjeta a pasto. Y los cuadernos Gloria. Así de fácil todo. En las comilonas, alguien hablará, saludando y agradeciendo. Necesitamos música de fondo: la que suene al oído del lugar. No hay afiches, no hay banderas, no hay identificaciones. Es una corriente de opinión. Nada de pontificar. Luego opinaremos.

El encuadre de nuestro discurso es claramente no económico. Porque ya sabemos que para dar respuestas económicas hay muchos millones de sabios.

Para los que piden soluciones concretas, está Cavallo, la city, etc. El lenguaje nuestro no es económico.

Nuestra función es muy simple: sensibilizar a la gente respecto de que hay otra gente que existe. Si alguien dice que todos sabemos que existen otros, nosotros decimos que si todos supieran que otros existen, ya estaría arreglado el caño de agua de la calle.

Cuando un político pone por sobre todo a las personas, todo su desarrollo es en base a que las personas asciendan y mejoren su bienestar, está con nosotros, está de nuestro lado entonces podemos empezar a conversar.

Cuando un político pone primero la macroeconomía, aunque diga que luego beneficia a la gente, entonces es contra.

¿Quiénes tienen que implementar políticas para resolver la economía? Los políticos.

Nosotros cumplimos la función de decir lo que está bien y lo que está mal. Tenemos que dar dirección, orientación. No daremos soluciones concretas. Diremos lo que va en dirección del ser humano o en contra.

Vamos a frontalizar al no usar un lenguaje económico. Las soluciones concretas las tienen que dar los sabios. Si ellos prometen y no cumplen, nosotros podemos decir que son unos farsantes.

¿Y cómo tendría que ser? No sé como tendría que ser. El tema es lo que se pone arriba. Cavallo es contra porque él cree que desde no sé que planteo pasan cosas con las personas. El valor que ha puesto arriba es inadecuado. Estamos para indicar direcciones y no para dar soluciones concretas.

Como el que vota al partido grande para no perder el voto con el partido chico, entonces de ese modo el partido grande le aplasta luego la cabeza.

Como no hay dirección y la gente está boleada, aparece un cretino con unas pocas ideas con convicción y firmeza, y se convierte en referencia. Ejemplo: Rico.

Son fenómenos mundiales, no locales.

Empezaremos por acá, luego en Chile, Brasil y todo América Latina. Por algún lado hay que empezar.

El tipo de actividad es simple: en cada punto meter todo en el mismo lugar, hacer prensa, plegamiento y seguimiento de esa gente. Será otro lenguaje, iremos a frontalizar con esos economicistas, esos jetas, que todavía no conectan el caño de agua.

En el este es el mismo tema: ponen la economía arriba, ya está la cagada. El valor central es los mangos. Al planeo economicista ya se le quebró un ala del avión (en el Este) ahora falta la otra.

Las referencias que quedaban van a ir reventando cada vez más.

¿Qué referencias personales hay? Se está complicando, todo cada vez más vacío, más figuritas recortadas, figuritas planas sin profundidad.

No parece que alteremos nada en el funcionamiento de las cosas. Agregamos algo a la cuestión.

Empecemos por lo más elemental, empecemos por las papilas gustativas. Tiene que haber cosas con comida, bufetes, o como sea.

Los consejos o líneas hacen reuniones sociales. El factor número tiene un valor persuasivo importante. Pero claro tendrá que haber buen clima. Y lo más importante es lo que pasa después, cómo queda ligada la gente. Tenemos que dar la señal, tenerlos al tanto, entregarles los boletines y si piden más materiales, que vayan a las librerías.

No se intenciona meterlos al Movimiento, sino en sensibilizar al medio y crear un colchón. Las estructuras no van a crecer por el colchón, sino por las campañas de crecimiento estructural. El plegamiento va a precipitar más adelante, pero mientras te quedás en calzoncillo. La maquinaria no va a crecer por plegamiento ahora. Campañas con conferencias, volantes, panfleteadas, activismo, para el crecimiento estructural.

Estos quedan en contacto con las actividades de plegamiento que tenemos. Es homogéneo que participen en el plegamiento que tenemos. No es homogéneo que participe en la estructura. No es la idea incorporarlo a la estructura.

Cuanta más gente arrastremos, mejor. Que no haya elementos de separatividad, sino de confluencia.

Se consigue prensa para el personaje que va a caer. Es impropio que hable en la social, pero en la prensa puede salir un artículo donde uno opina. Pero la convocatoria que hacés, no es una invitación a ir a escuchar a alguien. El mensaje debe ser claro. El día que opinemos, la invitación también será clara.

Gente hay de sobra, nos está faltando máquina para llegar. Está llegando mucha señal de eso. No es un fenómeno aún, pero tiene el síntoma.

Invitaremos a los personajes, como amigos, diciéndoles que la gente los quiere saludar, que los aprecia, que no piense que llega y hay chifladera o tomates.

La idea es muy parecida a los encuentros estacionales, pero más grandes. Con más personajes. Representantes. Con prensa, donde no publicitaremos la reunión, sino al personaje.

Es importante trasmitir que es una cuestión de lomos, ¿cómo vamos a seguir empujando la máquina y poner en marcha un proceso? Al hablar de proceso, viene la parte gris.

¿Cómo te sentís? Si te sentís parte de un equipo, la cosa tiene sentido y va. Si tu visión es tan individualista que estás tú y esos cuatro tipos que llevaste, y ves que no podés mover el mundo (cambiarlo), estás cagado.

Mejor trasmitir esto con bastante anticipación.

Respuesta a preguntas:

– Donde no hagamos estas reuniones, la gente de los puntos cercanos puede acercarse. Por ejemplo de Mar del Plata, Bahía Blanca y Provincia de Buenos Aires, acercarse a la de Capital.

– Para la organización en cada lugar nos ponemos de acuerdo entre los consejos.

– Mejor lugares cerrados.

– Respecto a los representantes: No por autopostulación. Lo que se aproxime más a este perfil: gusto, capacidad y experiencia previa, de fácil ubicación. Si además de eso, tiene permanencia, mejor. No nos conviene que sea una figura de un partido o tenga muchas actividades estructurales.