del 27 y 28 de Mayo 1991
Estos son apuntes de dos reuniones en las cuales se conversó sobre el tema del “plantel” y del organismo en Chile. Recomendamos no darle circulación amplia, sino que el objetivo es nivelar esta información con los Coordinadores de los distintos consejos.

 

Reunión 27 de Mayo:

Hay que repensar la situación que tenemos con el plantel. Ahora, si se va a repensar la cosa habrá que tener un cuadro de la situación actual, en qué se está. Habrá que ver descarnadamente que funciona y que no.

¿En los cargos públicos el primario es el partido, o no? El tema es cómo están organizados los primarios, cómo está puesta la cabeza. Si tienen que hacer una línea o función en el Movimiento y está ademas emplazado en una función partidaria y no la haces, entonces nos jode. No se contrató gente en el partido para que arme líneas en el movimiento.

Se puede decir con ingenuidad que la gente que viene del movimiento nos traba la cuestión en el partido, ya que tiene una formación movimientista. La experiencia nos muestra que esto no es así, más bien se trata de gente sin experiencia estructural que después no funciona en el partido. No podemos saber cuales son los motivos en la cabeza de la gente cuando se han autopostulado y no han sido designados. En el momento actual puede no estar claro el primario de mucha gente que está en los cargos. Hay cosas que no funcionan bien por falta de dirección, pero puede que no funcionen bien porque se está en otra cosa. Hay congestión de funciones debido a que tenemos poca gente en el plantel, pero la cosa se agrava cuando hay gente que no funciona bien donde tiene que funcionar. Hay entonces un error de análisis cuando se dice que la cosa no funciona porque ponemos gente muy activa en las cuestiones estructurales.

¿Convendrá poner en marcha la máquina política, o no?

A la actividad política lo más que podemos pedirle es lo que nos puede dar. A través de la actividad de los partidos políticos no vamos a poner en marcha transformaciones sociales. La actividad política nos puede interesar para ganar en influencia y para capacitar gente en futuros fenómenos que pueden ser más complejos que los que vemos hoy. No la podemos considerar un instrumento de transformación. No podemos decir una cosa que no va en esa dirección. Así que quienes se enchufen en esta actividad tendrán que tener esto claro y sumarse en esa dirección.

Si decidimos que esto es de utilidad hay que lanzarse a ocupar espacio. Si sale mal tendrá que ser porque nos paran o nos matan, pero no porque hacemos mal las cosas.

Si queremos que funcione deberíamos tratar de ponerle las mejores condiciones. Para eso tendríamos que poner esa gente con experiencia en el movimiento: esto siempre y cuando valga la pena hacerlo y en este caso el Movimiento tiene que tener claro el costo y que con esto va a sacrificar su desarrollo. De apoyar el Movimiento tendría que hacerlo por un plazo fijo y lo haría sólo si considera que vale la pena poner algo así en marcha. Esto tiene un riesgo.

¿Vale la pena el riesgo, aunque esto signifique detenerse?

Si durante un año uno se mete en el proyecto político, durante ese tiempo se sigue la orientación partidaria y no estructural. Luego hay una cuestión de funcionamiento que tiene que ver con la vida interna del partido. Si vas a poner gente en funciones políticas, esas funciones tienen que calcarse al modo como se hace en el sistema. Pero a la hora de hablar de “lenguaje” no puedes imitar a los otros. Es un error de análisis decir que hay que hacer como los otros partidos. Hay ciertas actividades que no pueden ser lo mismo que los otros partidos. ¿En qué te diferencias?: en la comunicación con la gente sí es necesario diferenciarse, en la vida interna del partido sí hay que diferenciarse.

Otro error de análisis es decir que queremos militancia al igual que los otros partidos. Hoy, la militancia no existe. Hoy son los parientes. Los militantes pensaban que por su acción podían cambiar algo. Hoy los militantes no existen. No es el momento para parar militantes. Hoy nadie cree que puede cambiar nada. Hay que crear otro modo de adhesión: encontrar simpatías, etc. La gente no cree que con su acción va a poder cambiar el mundo. Además el militante no se ve sólo, sino que codo a codo con un conjunto de personas que solidariamente avanzan en una misma dirección. Lo que sí encontramos hoy en los partidos políticos son militantes del dinero, que va cada uno por las suyas y cagando a medio mundo en esa dirección.

No pretendemos un partido de gran militancia que pretenda cambiar el mundo. Solo pretendemos desarrollar ciertas actividades que generen cierta influencia y que se expertice gente nuestra en esa dirección.

No se ve porque motivo podría poner en marcha el partido una persona de afuera: es chico, no tiene plata, ni cargos que ofrecer, etc. ¿Por qué motivo podría ponerlo en marcha una persona de afuera?

Otra dificultad más en proceso es ésta: el sistema tiende a desarrollar el bipartidismo, que ellos dicen permite “gobernabilidad”. Se tiende en esa dirección. Les vaya bien o no, esa es otra cuestión. Van a trabajar con presiones para reducir los “grupúsculos”. Este es el esquema que se va a tender a imponer. Si no lo logran presionando lo harán con las leyes, exigiendo un 10%, o lo que sea. Que tienden a eso es indudable, que lo consigan o no, es otra cosa. Pero hay que planificar sabiendo que esas son las tendencias.

No estamos en absoluto en el momento del lanzamiento de un movimiento social. Pero sin embargo es a lo que aspiramos.

Necesariamente va a haber una cantidad de códigos que son del Movimiento en el partido. Por un doble motivo, porque va bien para este momento y porque quienes lo ponen en marcha ya lo tienen incorporado.

Hay que fijar plazos y meterse con todo. La gente tendrá que hacer las cosas bien. El objetivo es hacerlo bien y no el resultado de lo que obtengamos.

Tirarse a la pileta es tirarse a la pileta.

Acá deberíamos poner la mejor gente que tengamos. Esto provoca un lío en el proyecto al que uno está lanzado. Es interesante, pero te sientes sumamente afectado. Te jode la vida por un año. Pero si este proyecto nos parece interesante tendríamos que sugerirlo a quienes son más eficaces, a los mejores estructurales. Si podemos poner a esos puede ponerse en marcha una fuerte actividad.

Si toda tu estructura estuviera en Chile, habría que pedirte a ti también que estuvieras en la actividad política. Pero un consejo no está asociado con donde se vive. El orientador se debe a su consejo y no al punto donde vive.

Aspiramos a que si desarrollamos esta actividad, venga con ella gente de afuera. Hay que fijar claramente los límites: de aquí a las elecciones. Tendrá que llegar gente de afuera para que siga con la cosa. Si no lo logramos es porque no hemos construido lo que queríamos construir.

Este partido regulará su vida interna de otro modo. No va a funcionar con la estructuración del Movimiento, pero si será “algo más…”. Si queremos hacer algo interesante tenemos que poner ahí los comportamientos del Movimiento, en la cosa partidaria.

Va a tener que venir gente, ojalá no “politiquera”, tiene que sumarse el pueblo. Estamos con la intención de lanzar el partido y no con el objetivo de hacer crecer el Movimiento.

La comunicación, el lenguaje, la mística, son formas que los nuestros ya llevan. No pondremos ningún freno. Esto tiene que desbordarse.

La orientación estará dada por la estrategia que se siga en el partido.

El Movimiento en Chile prioriza que la actividad primaria sea la construcción del partido. La idea es que se salve lo que se pueda salvar. La actividad partidaria tiene que ser virulenta, de un espíritu del carajo.

Las referencias tienen que estar claras, se llamen secretarías o como se llamen. Tienen que saber muy bien los nuestros donde enchufarse. Habrá que plantear muy claramente como son las secretarías para que se facilite todo. Hay que facilitarle la cosa a los nuestros para que se enchufen rápidamente.

Lo primario es poner en marcha el partido y no discutir la táctica y la estrategia.

Lo que brota es una fuerza en marcha, contaminante, donde se ve como puede ser un movimiento social a futuro. No va a ser un movimiento social porque va a ser un partido, pero con una dinámica y una cosa “sospechosa”. No podemos hacer deformación de lenguaje y decir que tal cosa será un movimiento social, aunque tenga una tendencia en esa dirección.

La estrategia tendrá que ver estrictamente con lo electoral.

Que no nos quede en funciones, gente que no pone el mate en la cosa. Es un lío que quienes están en cargos públicos no estén puestos en la construcción del partido. Eso es ridículo.

No esta dentro de los objetivos de este momento el tema de las elecciones internas. Si los nuestros van a dejar de lado sus proyectos estructurales no va a ser para jugar a los políticos. Eso no va con nuestro estilo. Eso va con el estilo de ellos. No podemos hacer las cosas que hacen los políticos. Sería ridículo hacer discursos para adentro. Eso es para afuera.

Si hacemos movilizaciones, marchas, etc., las directivas nuestras tienen que estar muy cerca de los nuestros. Los nuestros pueden tolerar una distancia estructural, de niveles organizativos, pero en ningún caso podemos tener “distancia sicológica”.

Tenemos que saber muy bien en que seremos iguales a ellos y en que claramente no. En qué estaremos disfrazados y en qué no.

La prioridad uno del Movimiento en Chile es el partido. Hay que hacer todo un trabajito. Hay que ver bien que es lo que necesitamos lograr. Hay que hacer un fuerte estudio.

El que quiera venirse al partido con su estructura, que venga, pero si quieren venir solos ok. Reforcemos la cosa.

Esto tiene que ser conversado. Nosotros no vamos a forzar a la gente. Nos importa que vayan los más eficaces. Es decir queda todo descabezado. Si hay gente que por alguna razón no quiere sumarse a este proyecto le diremos que espere hasta el día después de las elecciones. No hay problema, el tiene todos los materiales y puede seguir haciendo su trabajo, pero el Movimiento va todo a la actividad política. Si se viene todo el mundo en esta dirección, mucho mejor.

Nos venimos a poner en marcha el partido, pero con la estructuración del partido y no del Movimiento. Como la prioridad es la estructuración política, tenemos que desestructurar el Movimiento en Chile.

Tendrá que tener un mensaje con ideas claras y con un estilo diferente. Tiene que haber una estrategia, una táctica, tenemos que presionar socialmente, etc. Tendremos que tomar muchas de las banderas de la izquierda. Habrá que ver que es lo que pasa la población y cuales son los temas más “populares”.

Hay muchas banderas que la izquierda escondió porque están vencidos frente al neoliberalismo. Por ejemplo, ellos ya no hablan del tema de la “propiedad social”. Así con tantas otras cosas.

El estilo del partido tiene que ser diferente a las actividades de los otros partidos. Tal vez la formación de “centros de comunicación directa” y encuentros sociales y crear una buena atmósfera comunal. No se trata de llevar adelante una política de tipo nacional porque vamos a elecciones de tipo comunal. Aunque sean dirigentes a nivel nacional, todos los planteos deben dirigirse a pegar en lo comunal.

Tiene que haber un diseño bien estudiadito. Tienen que servirse mutuamente las distintas actividades. Reforzando una actividad sobre otra. Un funcionario público que no contribuye a lo nuestro, a la estrategia general, es el anti-modelo para uno de los nuestros.

Todo consejo que existe en Chile debe abocarse a la formación partidaria. Al pasar un año la gente vuelve al cauce movimientista, a su misma línea. No sabemos con claridad cuando va a ser la próxima reunión de consejo, pero será el día después de las elecciones. En esta etapa no puede haber censos, ni campañas financieras, ni nada. No hay Delegados Generales en Chile. Hay dos misiones que no pierden su carácter.

¿Y por qué no van a hacer retiros los nuestros? ¿Por qué los partidos no hacen retiros? No querría otra cosa, ¡falta que les haría! Los códigos del Movimiento son absolutamente aprovechables. Vamos a darle vida a otra estructuración y queremos darle vida a la sociedad.

Estamos hablando de un proyecto global y no se trata de que la gente se acomode donde le guste. ¡No! Nos interesa que se acomode donde más lo necesita el conjunto.

Quien orienta es la directiva del partido. El resto de las funciones son coordinadores de actividades y no orientadores. Hay un coordinador de todo el proyecto.

 

Reunión 28 de Mayo:

Tenemos dos géneros de dificultades diferentes: Uno es el caso de quién está a punto de configurar. Acá hay un proyecto que se interrumpe fuertemente. Sin embargo, bien conversadito finalmente la cosa encaja. El segundo lío, lo tenemos en el traspaso de la información escalón por escalón. Puede que haya alguien que no entienda bien la cosa porque no se lo han planteado bien. Puede que los énfasis se pongan mal. Este pasaje abarca un mayor número y nos conviene en lo posible acompañarlos en la reproducción de los temas. El que no quiera sumarse ok., pero que entienda que el Movimiento se desactiva por un año porque este proyecto es para nosotros muy importante. A la gente que no se va a sumar, de todos modos les dejamos abierta la vida partidaria y, ése que está medio remiso, al dar una vueltita puede encajar.

Lo primero que debiéramos hacer es designar funciones específicas. La actividad comunal no puede ser un amontonamiento en un local partidario (aunque seguramente sea esa la tendencia de los nuestros). Al local central deberán ir solo los que cumplen con funciones que tienen que ver con lo general. La gente se debe enchufar en el armado vecinal y comunal. La vida interna en las comunas es lo importante.

Si se diseña una táctica para fortalecer, por ejemplo 15 comunas, entonces vamos a tener un problema de “enlaces”. Son oficios distintos el de las relaciones públicas y el que se encarga de la organización del partido.

El mejor indicador de la influencia que podamos obtener es la obtención de cargos.

La capacitación puntual es la que hay que aclarar bien, aunque también haya una capacitación general. Que mañana no nos sirva tanto esta capacitación electoral para un proceso ya no de tipo electoral, sino de presión social, ¡es otra cosa! También será conveniente poner una función a cargo de enchufar gente de afuera. Habrá que poner mucha atención al proceso de admisión de un tipo de afuera.

Un problema que puede generarse es que si sacamos candidatos nuestros que no tengan continuidad, sería una cagada. Tenemos que poner candidatos con continuidad.

Habrá que ver cuál es la situación que tenemos en esa comuna y cómo hacemos para avanzar y por dónde ganar terreno. En las reuniones tendrá que hacerse una evaluación del trabajo de la semana y la planificación de las actividades.

Estaremos muy atentos en cada comuna, a los puntos de conflicto. Tenemos que estar con ellos porque generan noticia y porque definen gente a favor nuestro y podemos crecer. Tenemos que involucrarnos en los conflictos. Nos conviene tomar el hilo conductor de los conflictos sociales, asumir posturas y tratar de polarizar posiciones. Está todo tan cagado y hay tan poca solidaridad que ni los que están en crisis reclaman por lo que quieren.

Los comunistas tenían claro en su trabajo de base, que toda célula debía ser capaz de tener una cierta autonomía de activación en su radio. Cada célula podía sacar un volante, hacer una pegatina, etc., proporcional a la estructura que tenía.

Nos conviene siempre estar relevando conflictos que están o van a explotar. El conflicto no ha desaparecido, lo que pasa es que no hay quién lo asuma. A ésto lo llamaban “agitación y propaganda”. Nosotros tenemos que llevar la vanguardia del despelote. No será en el estilo de ellos: vetusta, jodida, adjetiva, ¡no! ¡Será a nuestro modo pero será! En los conflictos, una forma que se tiende a dar es la de formar suertes de “mesas coordinadores”, en que estarán los nuestros y ellos.

No nos conviene un órgano partidario. Si en cambio el documento breve y no solamente lo que salió publicado en la prensa y, el “volante oportuno”, para ilustrar y orientar al tipo que está en el conflicto. Para que las ideas que larguemos sean las que ellos tomen.

Perfil: Habrá que ver si es oportuno o no perfilarse como “la nueva izquierda”. Lo que parece conveniente en este momento es hacer acciones que resten espacio a la izquierda tradicional y pragmática.

Si los que tienen cargo no pueden mostrar las caras, de todos modos, en sus cargos tienen que estar trabajando para el partido. A cada cargo hay que examinarlo con lupa y pedirle que trabaje para el partido en tal o cual cosa. Aún cuando un cargo sea considerado como simple “pega”, él debe ser recíproco y trabajar para el partido.

Va a haber que decidir sobre propaganda. La teoría general que campea es que la propaganda debe estar dirigida a la clase media. Pero esto requiere de un mejor análisis. A la hora de fijar el destinatario, ¿cuál va a ser el primario? Nosotros podemos seguir con el slogan de “la mujer, el trabajador y el joven”, pero no podemos decir a su vez, que apuntamos a la “clase media”!. ¡A la clase media todos le están apuntando! Si me dices: “los sectores más radicalizados de la clase media”, ¡ok!, pero no podemos apuntar a las reivindicaciones de la clase media. Nosotros tenemos capacidad de llegue en la clase media baja. Si tuviéramos que especializar una franja, sería ésta y, no sobre la clase media en general. La clase media baja se pauperiza. No se ve que haya un sector político que se esté orientando en esa franja. En ningún caso podremos competir en las clases medias, no hay tiempo para ésto. Si lo quisiéramos hacer habría que verlo, pero tenemos las elecciones a menos de un año.

En otros momentos, al trabajar en esta franja (media baja), hemos tenido problemas de estructuración pero nunca de llegue. La cosa ahora puede funcionar al trabajar con encuentros sociales, etc. Esto lo están descuidando, porque todos se están yendo al centro.

Como nuestra energía no es infinita, vamos a tener que optar. Aún dentro de la comuna tenemos que optar. Una cosa es el perfil de “la mujer, el trabajador y el joven” pero otra distinta es si hacemos un corte sociológico para ver a qué franja nos conviene apuntar. Nosotros no decimos que nuestro perfil va a la clase media baja, ¡no! Hablamos de la mujer, el trabajador y el joven, pero apuntamos a ese particular estrato, que habita en un determinado lugar, etc.

¡A ese sector lo van a hacer recagar como sector, van a quedar como el culo, se van a pauperizar!, pero para nosotros es gente y con ellas tenemos que estar en todo Latinoamérica. Es cierto que necesitamos cuadros técnicos y que ellos vendrán de otros sectores. El número de profesionales va a estar muy reducido en las clases medias bajas.

El mensaje debiera ir al tema de cada sector. Se pueden hacer consultas muy rápidas, para luego pedir exactamente lo que está pidiendo la gente. Establecer una conectiva de consulta es bueno. Esta puede ser una de las primeras acciones que hagamos. La consulta requiere de un discursito breve que apunte al compromiso: “¡Nosotros nos vamos a jugar por esto que usted pide, pero no nos deje solos!” ¡No nos vamos a presentar como si fuéramos una empresa que hace encuestas de opinión pública!

En un plazo tan corto de un año, no podemos hacer tanto transformismo de pasos, hasta que lleguen al partido. Mejor será presentar al partido directamente.

Al cabo de aproximadamente un año, el partido tiene que estar con capacidad de seguir con gente propia.

El trabajo en equipo es lo que interesa. El individuo es opuesto al equipo.