Madrid
Noviembre 1989
El presente es un material no oficial obtenido en la Base de Madrid.
En el proceso de mundialización, la unidad de Europa se acelera y van cayendo todos los procesos que se oponen a esa tendencia. La Tatcher por ejemplo, va quedando fuera del mismo.
La URSS va a necesitar incorporarse a este proceso de integración para avanzar hacia Eurasia. También ahí van cayendo los procesos más contras como el de Alemania. Todo empieza a ajustarse en el Este para que esta integración sea posible.
La URSS va a necesitar apoyarse en algunos partidos europeos para avanzar hacia la integración. Los partidos “clásicos” tienen como trasfondo el afirmar los nacionalismos y tienden a impedir este proceso. Así los PC por ejemplo quedarán cada vez más desfasados.
Es cierto que los que van a la vanguardia de este proceso de mundialización son las multinacionales. Tenderán a formar un nuevo estado, un supraestado, que controle ese nuevo imperio.
De cualquier manera el proceso de mundialización es un acelerador del proceso humano y nos interesa. Los partidos socialdemócratas europeos parecen los más aptos para pivotear esta situación. Tienen un pasado afín. Nos interesa apoyar este proceso aunque sea necesario apoyar a esos partidos. Aquí hay que decidir: queremos estar en el proceso o nos queremos dar un gusto y desfasarnos de la ola histórica. Tenemos que ubicarnos ahí y ganarles la mano a los Verdes Alemanes que ahora se la van a ver más dura sin el apoyo del Este.
Nuestros partidos tienen un importante rol que cumplir y tienen que ir aprovechando las fisuras que se irán produciendo en el juego de fuerzas del sistema para irse colando.
Para ubicarnos bien tenemos que entender esta visión del futuro del proceso y movernos de acuerdo a ello.
Aún no termina la década, el cambio y la crisis es espectacular. Nadie preveía el rumbo de los acontecimientos y las cosas salieron para otro lado. Es un nuevo mundo. Un nuevo mapa geopolítico. Los neoliberales tratan de integrar el fenómeno diciendo que es un triunfo del capitalismo. Lo cierto es que está cambiando todo y los moldes antiguos no van a encajar. No se imaginaban que el proceso del Este afectaría a Europa. Hoy la unidad de las Alemanias es casi palpable, la integración del Este se acelera y se acerca el fin de la OTAN y el Pacto de Varsovia. Es el fin de la influencia Norteamericana en Europa. Reagan, ocho años en el gobierno y no lo vio. Nunca ven nada, todo les sucede y no se explican…
La situación de América Latina es clara. Es la zona de desarrollo del imperio Americano. Es donde están volcando sus recursos al descubrir que se les viene la mano pesada por Europa y Asia.
Uno no se imagina lo que es un imperio. No se imagina lo que significa que una potencia como USA vuelque todos sus recursos a América. Es como si pasaran una trilladora.
Aquí el punto de quiebre está en Méjico. Cayendo Méjico en el procesamiento Neoliberal, como hicieron con Canadá, está todo listo. Es una trilladora que avanza por Latinoamérica. Los Neoliberales si tienen partidos se instalan con partidos, y si no los tienen se instalan igual, como con Pinochet y Menem.
La velocidad del proceso se acelera y se acelera, los cambios son espectaculares. Todavía no termina la década y el mundo ha girado completamente. Esta es la década decisiva. En todos los campos los procesos se aceleran.
Para los físicos el mundo se ha complejificado. Ya no es el mundo tranquilo y explicable de Newton. Ahora hay un lío de materias, antimaterias, cambios de dimensiones temporales que dependen de la velocidad, un lío…
En un mismo tiempo coexisten generaciones cuyos paisajes parecen estar a distancia de siglos. La generación de la radio, la T.V. y la del holograma.
En los próximos años el mundo cambiará tanto como cambió los últimos cien. Un año de la década del 90 equivale a diez años de la década del 80. Y éstos a su vez a diez del 70. Esto se notará especialmente en las sociedades más aceleradas.
Si alguna vez tenía importancia el pasado, de donde eres, de que familia, etc., el tiempo que predominará a nivel de existencia cotidiana será el futuro. El futuro se acercará a la cotidianidad de la existencia.
Mientras el hombre ha vivido “distraído” de la temporalidad de la existencia ha podido vivir con sentido, con falsos sentidos, pero se las ha podido arreglar. ¿Qué pasará si esa distracción, esa “des-pre-ocupación” deja de ser posible por el aceleramiento y la cercanía del futuro?
Hay ya algunos síntomas de la primacía del futuro. Ya hay algunos que ensueñan en congelarse y volver en 20 años a ver como quedó todo. Es muy elemental, pero pequeños síntomas. Los de la vuelta al pasado son cada vez más bichos raros en la dinámica del proceso.
El mundo que viene…
– Yo veo con mis ojos.
– ¿Con cuál, el suyo o el que estaba en el banco de ojos que le insertamos ayer…
– Su hígado o el modelo 3xh de la Mitsubishi.
– La pichulita nuclear de la Toyota que es mejor que la de la Sanyo…
– Tengo un buen hijo porque lo programamos en el tercer núcleo del ácido desoxirribonucleico para que siempre diga “sí, papá”…
Esto es la aceleración del Tempo histórico. Es lo que pasa por dentro. Es la historia vivida desde adentro.
La cantidad de cambios que se experimentan en un mismo día es lo que se entiende por tempo histórico. No son las fechas del tiempo. Sino la cantidad de variaciones en esas fechas, provocadas por objetos culturales.
¿Qué pasará cuando un objeto cultural genere otro objeto cultural?
Eso será peor que el “tempo histórico”. Esto afectará críticamente la siquis cotidiana de la gente.
Nada será como creen. Todo lo que creen en un año se demostrará que es falso. Los que hablan de la “realidad” en realidad no saben de qué hablan.
No pueden entender a las nuevas generaciones y las entenderán cada vez menos.
Necesitamos un elemento que permita dar referencias en esta aceleración. Dar referencias globales, existenciales. Que permita generar un sistema de relaciones para que uno de los nuestros pueda desarrollar un proceso humano.
Un elemento, basado en la necesidad de referencia que se va a experimentar, especialmente en las sociedades más aceleradas.