El capítulo XIV de La Mirada es «La Guía del Camino Interno». No tiene mayores pretensiones que las de cualquier experiencia guiada, con la particularidad de proponerse tal experiencia a continuación del trabajo con La Fuerza, destacando las diferencias de dirección a que puede conducir un fenómeno de esa naturaleza. No obstante, la Guía del Camino Interno, como experiencia guiada, puede llevarse adelante en las mismas condiciones de otra cualquiera. La experiencia llamada «La Muerte», por ejemplo, en el Libro de La Comunidad, retoma la temática de la Guía del Camino Interno, encuadrada entre las ejercitaciones que proponen una dirección trascendente, que habilitan fenómenos sugestivos o de sospecha de sentido.