INTRODUCCIÓN:

Como esquema general introductorio podemos considerar el siguiente:

Aquí vemos la estructura del hombre como intermediaria entre el Mundo y la Conciencia. Así, los centros en general y cada uno en especial aparecen como «puentes» entre conciencia y mundo. El trabajo de Oficios se hace en este punto de intermediación, en estos «puentes». Especialmente el lúdico utiliza la motricidad. Otros utilizan otros centros o partes de estos.

El determinar este punto intermedio es importante para delimitar el campo de trabajo: no es exclusivamente en el mundo ni tampoco separarse de este para ir a la conciencia, sino trabajar con objetos, con métrica interna, mientras reincorpora tal métrica el operador mismo.

Así el operador trabaja interna y externamente:

 internamente:  Externamente:
  • Permanencia
  • Pulcritud
  • Tono
  • juegos (Objetos).
  • Reglas.
  • Ámbito.
  • Nº de jugadores.

 

A su vez en este oficio hay un correlato específico interno a los juegos: los actos de los centros, los actos de representación; por esto el Lúdico es un caso de los oficios de Representación.

Así podemos ver: en los juegos, los mecanismos internos se expresan con mayor soltura que en la vida cotidiana (debido a que ésta está muy comprometida con las situaciones de la vida). El juego es una situación libre, suelta, un ámbito situacional que permite aflorar todos los actos de representación posibles sin otros que puedan cubrirlos.

Así, hay más diferencia de situación en los juegos que en la vida cotidiana, y también en el deporte, en la gimnasia o cualquier otro tipo de juegos que aparecen en proximidad con el oficio Lúdico, (vehículo: actitud lúdica).

En una extensión a la vida cotidiana podemos entender a la representación como las situaciones «formales» en que se «re-presenta» algo (un papel), un rol, por ej. fiestas, reuniones sociales, situaciones estereotipadas, noviazgos, compra-venta, etc. todas ellas con un trasfondo de evocación y configuración de rol.