Hablemos por último de la proyección de la Fuerza.

Si otra gente quisiera beneficiarse con ella (no importa en qué plano físico o mental estén puestos sus intereses), ábranle la puerta y ruéguenle que se aclaren internamente qué es lo que desean lograr. Esta aclaración interna que cada uno se haga, no debe interesar a ustedes porque, repito, es personal e interna.

Expliquen entonces que la Fuerza se desplazará reforzando, energetizando aquello que deseen con claridad, así es que deben poner mucha atención en su interés y tenerlo muy en claro. Habrá también quienes deseen beneficiar a otros no presentes. Todo vale igualmente, si es clara la intención.

Ellos deben entender la Fuerza como un elevador de energía psíquica y hasta física, lo que es también verdadero para ese nivel.

Cuando en ellos se manifieste el gran pasaje, ayúdenlos desde afuera leyendo con claridad la Guía del Camino Interno, de distintos significados para cada nivel pero que es igualmente útil a todos.

Leamos ahora la Guía del Camino Interno, que alguien debe expresar con claridad en cuanto se manifieste el gran pasaje. Su simbología debe resonar, por cierto, más allá de las palabras.

«Por el camino interno puedes andar oscurecido o luminoso. Atiende a las dos vías que se abren ante ti.

«Si dejas que tu ser se lance hacia regiones oscuras, tu cuerpo gana la batalla y él domina. Entonces brotarán sensaciones y apariencias de espíritus, de fuerzas, de recuerdos. Por allí se desciende más y más. Allí están el Odio, la Venganza, la Extrañeza, la Posesión, los Celos, el deseo de Permanecer. Si desciendes más aún, te invadirá la Frustración, el Resentimiento y todos aquellos ensueños y deseos que han provocado ruinas y muertes a la Humanidad.

«No elijas esa senda que está arreglada con seducción como una trampa.

«Si en cambio, impulsas a tu ser en dirección luminosa, encontrarás resistencia y fatiga a cada paso. Esta fatiga del ascenso tiene culpables. Tu vida pesa, tus recuerdos pesan, tus acciones anteriores impiden el ascenso.

«Esta escalada es difícil por acción de tu cuerpo que tiende a dominar.

«Tu cuerpo debe ser observado y tu mente volar hacia los espacios luminosos.

«En los pasos del ascenso se encuentran regiones extrañas de colores puros y de sonidos no conocidos.

«No huyas de la Purificación que actúa como el fuego y que horroriza con sus fantasmas.

«Rechaza el sobresalto y el descorazonamiento.

«Rechaza el deseo de huir hacia regiones bajas y seguras.

«Rechaza el apego a los recuerdos.

«Queda en libertad interior con indiferencia hacia el ensueño del paisaje, con resolución en el ascenso.

«La luz pura clarea en las cumbres de la gran cadena montañosa y las aguas de los-mil-colores bajan entre melodías irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas.

«No temas la presión-de-la-luz que te aleja de su centro cada vez más fuertemente, absórbela como si fuera un líquido o un viento. En ella ciertamente, está la vida.

«Cuando en la gran cadena montañosa encuentres la ciudad escondida, debes conocer la entrada. Pero ésto lo sabrás en el momento que tu vida sea transformada. Sus enormes murallas están escritas en figuras, están escritas en colores, están sentidas. En esa ciudad se guarda lo hecho y lo por-hacer. Pero a tu ojo interno es opaco lo transparente.

«Sí, los muros te son impenetrables.

«Toma la Fuerza de la ciudad escondida.

«Vuelve al mundo de la vida densa con tu frente y tus manos luminosas».

Distintos casos de «gran pasaje» de la energía, en la movilización del centro emotivo superior