Veamos ahora el Libro Segundo:

El Sidpa Bardo – El Cuerpo del Bardo, Su Nacimiento y Sus Facultades Supranormales.

«…Oh noble hijo!, escucha aún, «Dotado de todas las facultades de los sentidos y de poder moverse libremente» quiere decir, que no obstante lo que hayas podido ser cuando estabas vivo – ciego, sordo, o inválido -, en este plan de Luego De La Muerte, tus ojos verán la forma, tu oído oirá los sonidos y todos los demás sentidos-órganos estarán aquí intactos dotados de una agudeza completa. He aquí por qué ha sido dicho que el cuerpo en el Bardo, estaría «dotado de todas las facultades de los sentidos». Esta condición de existencia en la que te encuentras actualmente indica que estás muerto y errante en el Bardo. Obra de modo que sepas ésto. Acuérdate de las enseñanzas; acuérdate sí, de las enseñanzas.

«¡0h noble hijo!, «el movimiento libre» quiere decir que tu cuerpo actual es un cuerpo de deseos – tu intelecto habiendo sido separado de su natural asiento – y no un cuerpo de materia grosera, de tal modo que ahora tienes el poder de pasar a través de las masas rocosas, colinas, piedras, tierra, casas y hasta el propio Monte Meru, sin que nada te detenga. Excepto Buda Gaya y el seno de una madre, todo hasta la montaña real el Monte Meru puede ser atravesado por ti, hacia adelante o hacia atrás, sin que nadie te lo impida. Esto es también para ti prueba de que yerras por el Sidpa Bardo».

Ahí viene toda la historia ocultista de los poderes supranormales. Cosas que han leído sobre estos tíos, lo que actualmente se caracteriza como fenómenos «psi», producidos siempre por el shockeo del emotivo superior.
Bien. En ese estado intermedio, del shockeo del emotivo superior es cuando se puede asistir a los fenómenos paranormales.

De manera que shockear el emotivo superior con el objeto de producir los estados paranormales, es con toda seguridad caer, es elegir una inadecuada línea. Es una línea de caída. La línea crepuscular mediumnímica.
De manera que en presencia del shockeo del emotivo superior, la elección que se puede hacer en ese estado, la elección por el fenómeno paranormal, cae inevitablemente en el campo de la mediumnidad.

Cuando el señor Buda recomienda a su gente (hablando de distintos niveles de conciencia) no fijarse y no atender a los fenómenos «paranormales», es porque los está considerando como una traba en el desarrollo. Pero no es una cuestión metafísica, eso de «traba en el desarrollo», sino que sencillamente hay una confusión, una no determinación hacia el plano de las formas puras. Y una tendencia hacia el plano de lo denso.

Es lo que sucede en el caso de cualquier médium espiritista. De comienzo, parte a shockear ese punto con la tendencia hacia abajo, fácilmente reconocible.

No hay posibilidad de evolución, dicho de otro modo.

Si las concomitancias paranormales se producen por añadidura, así como se producen concomitancias físicas, emotivas, o la gran aceleración en la motricidad del intelecto, entonces no hay problema.
Pero si la tendencia del trabajo en ese shockeo es la búsqueda de la experiencia paranormal estamos equivocando el camino.

Es lo mismo que sabiamente se recomienda a continuación:

«…Eres capaz de atravesar en un instante los cuatro continentes que rodean al Monte Meru o estar instantáneamente allí donde se te antoje; tienes el poder de ir donde quieras en el tiempo que un hombre emplearía en doblar o extender su mano. Estos poderes diversos de ilusión y de cambio de forma, no los desees, no los desees no. Ninguno de los poderes que pudieras desear te es imposible ahora. La posibilidad de ejercerlos sin obstáculos está en ti. Conócela y ruega al gurú».

Recomiendo la lectura de «Las Características de la Existencia en el Estado Intermedio» y de «El Juicio».

En «la influencia determinante del pensamiento», leemos:

«…¡oh noble hijo!, para resumir: tu intelecto actual en el estado presente no depende de nada seguro; teniendo poco peso y estando en continuo movimiento, todo pensamiento que se te ocurra ahora, piadoso o impío, adquirirá gran fuerza. Por consiguiente, no pienses en cosas impías acordándote, por el contrario, de cualquier clase de ejercicio de devoción; en caso de no estar acostumbrado a tales ejercicios, muestra afectos sinceros y fe humilde».

Fíjense en eso. En tal situación, cualquier forma mental, cualquier pensamiento, dirige a toda esa especie de cuerpo etéreo del sujeto.

De manera que tiene suma importancia el tipo de mentación que se efectúe, porque si en esta mentación el sujeto se identifica con un ser grosero, su falta de amarre hace que se asimile a él.
Se dirige fuertemente, por eso, a donde se dirige el pensamiento. Es importante la forma mental que se asume o la imagen con que se trabaje ahí.

Leamos: El Alba de las Luces de los Seis Lokas:

«…¡oh noble hijo, escucha! Si deseas saber cuáles son estas seis Luces, helo aquí: un apagado resplandor blanco del mundo-Deva, un empañado fulgor verde del mundo-Asura, un mortecino fulgor del mundo-Humano, un deslucido fulgor azul del mundo-Bruto, un poco brillante fulgor rojo del mundo-Preta, y un fulgor sin brillo, gris ahumado del mundo-Infierno. En tal momento por la fuerza del karma, tu cuerpo tomará el color de la luz del mundo en el que debas renacer.

«¡0h noble hijo! el arte particular de esta enseñanza es especialmente importante en este momento. Sea cual sea el fulgor que brille en ti entonces medita sobre él y sobre el Compasivo. Venga de donde venga tal fulgor considera dicho tal lugar como siendo o existiendo donde el Compasivo. Esto constituye un arte profundo y sutil y podrá impedir el renacimiento. Sea cual pueda ser tu Deidad Tutelar, medita sobre su forma durante largo tiempo – como siendo una apariencia desprovista de existencia real -, es decir, como una forma creada por un mago, llamada la pura forma de ilusión. Deja entonces que la visión de la Deidad Tutelar se funda y desaparezca, partiendo de los contornos extremos hacia el centro, hasta que nada de ella quede ya visible; y ponte tú entonces en estado de Claridad y de Vacío – que por supuesto imposible te es concebir en modo alguno, y permanece así un poco de tiempo. Medita de nuevo sobre la Deidad Tutelar, de nuevo también sobre la Clara Luz, haciendo ésto alternativamente.

Al punto, deja que tu propio intelecto se funda gradualmente empezando por los extremos. «En todo lugar donde reina el éter reina la conciencia. En todo lugar donde reina la conciencia reina el Dharma-Kaya. Permanece tranquilo en el estado increado del Dharma-Kaya. En este estado el nacimiento no puede efectuarse y la Iluminación perfecta es alcanzada».

De manera que haya caído el sujeto en el mundo que sea, siempre tiene posibilidades de enganchar con la línea ascendente y llegar a la iluminación perfecta.

Haya caído en donde haya caído, mientras no se reencarne. Porque de suceder eso, tiene que morirse de nuevo.

Dicho por nosotros, arranca nuevamente desde Vegetativo pero con el agravante de las malas grabaciones anteriores, cada vez más difíciles de borrar.

Recomiendo la lectura de toda la Segunda Parte, y de la Conclusión General, ésto:

…»Por la virtud de estas lecturas hechas correctamente, los devotos (o yoguis) de entendimiento avanzado pueden hacer el mejor uso de la Transferencia en el momento de la muerte. No tienen que atravesar el estado intermedio, sino que irán por el «Gran Camino Derecho Ascendente».

Otros un poco menos entrenados en las cosas espirituales, reconociendo la Clara Luz en el Chonyid Bardo en el momento de la muerte, irán por la vía ascendente. Los que están por abajo de éstos serán liberados – de acuerdo con su capacidad particular y sus conexiones kármicas-, cuando una u otra de las Deidades Apacibles e Irritadas brillen sobre ellos, durante las dos semanas del Chonyid Bardo. Hay muchos puntos en los que se puede obtener la Liberación, de llegar al reconocimiento de uno u otro de ellos.

Pero aquellos cuyo buen karma es débil, aquellos cuya masa de oscurecimiento es grande a causa de sus malas acciones, tienen que errar cada vez más hacia abajo hasta el Sidpa Bardo. Sin embargo, allí aún, cual diferentes peldaños de una escalera, hay varias clases de confrontaciones o llamadas; la liberación deberá ser obtenida reconociendo uno u otro de los grados.

Pero aquellos cuya relación kármica es más débil, por ser incapaces de reconocer, caen bajo la influencia del horror y del terror.

Para éstos hay diversos grados de enseñanza destinados a cerrar la puerta de las matrices y para escoger la puerta de una de ellas.

Para una u otra de estas enseñanzas, habrá debido escoger el método de visión y llamar mediante él a las virtudes ilimitadas superiores con objeto de exaltar su propia condición. Incluso el más bajo de entre ellos proveniente del orden de los brutos, es capaz – en virtud de la aplicación del refugio-, de apartarse (librarse) de entrar en la desgracia. Obteniendo el gran beneficio de un cuerpo humano libre y perfectamente dotado, podrá en el próximo nacimiento encontrar un gurú que sea su amigo virtuoso y obtener los Votos salvadores».
Pefectamente. De manera que ven ustedes cómo estos señores describen el asunto de la separación del cuerpo y de todos estos principios. Cómo van ayudando por «control remoto», a que el sujeto que no tiene experiencias suficientes, datos suficientemente grabados, pueda hacer su pasaje evolutivo.

A nosotros nos interesa no tanto la guía por «control remoto», sino la incorporación de datos, para dado el shockeo del emotivo superior poder orientar la línea.

El Bardo Thodol es un buen ejemplo.