Décimo: Ver lo que no es movimiento-forma.

Consideramos que puede intuirse un ámbito ajeno al movimiento-forma que no surge como «la nada». Si todo aquello que vemos detrás de los fenómenos es esta forma y si decimos que puede existir un ámbito en el que esta forma no exista ya que está en todo en última reducción, se nos podría aparecer ingenuamente como la nada. Pues bien, esto no es la nada, sino simplemente aquello que no es la forma.

En efecto, puede intuirse un oscurecimiento del ser, por ejemplo, sin que hablemos de la «nada». Un ocultamiento del ser, pero que no necesariamente es nada.

En un ejemplo muy sencillo podemos comprender que un ente puede tener su complemento y que este complemento no es aquél, de alguna manera tiene que ver con él a su propio nivel. El complemento de A que no es A, sin embargo tiene que ver con A.