Revista 2001
Octubre de 1969

Considerado por algunos sociólogos como el fenómeno religioso, místico o político más insólito de este tiempo. Mario Rodríguez Cobo (Silo para sus adeptos), ha pasado a ser primer plano en la noticia. El 20 del mes pasado reunió al periodismo de la capital y ciertas emisoras de EE.UU. en Bulnes 2094. Allí estuvo sometido a toda clase de preguntas que -finalmente- dejaron un interrogante: ¿QUIEN ES SILO?

Como respuesta 2001 lo entrevistó en “algún lugar de Buenos Aires” antes del 31 de octubre, día programado para su arenga en Plaza Once.

Fieles a la ética periodística, hemos respetado su palabra y hemos dejado abierto el camino al libre juego de la opinión.

¿Sabemos quién es realmente Silo? Nuestro trabajo, imparcial, está a la vista.

La última palabra la tiene usted, lector.

EXCLUSIVO 2001

-Señor Rodríguez Cobo, quisiéramos hacerle una cantidad de preguntas. Nos parece que deberíamos dividir el cuestionario en tres partes: su persona; sus opiniones sociales y su Doctrina religiosa. ¿Está de acuerdo?

-Desde luego, siempre que transcriban exactamente lo que les responda.

-Así lo haremos.

PREGUNTAS PERSONALES

2001. -¿Antes de la escuela primaria, tuvo usted algún tipo de preparación?

R. C. -Tuve una preceptora francesa Mme. Anik, que tenía la costumbre de enseñarme hasta las cosas más elementales en su lengua. Eso duró algo de tres años.

2001. -¿Cuál fue su primera lectura?

R. C. -El mono relojero.

2001. -¿Alguna otro influencia?

R. C. -Me imagino que muchas más.

2001. -¿Recuerda algunas?

R. C. -Sí, a mi hermana con sus enseñanzas de lectura y química elemental. Al caballerizo, un señor llamado Almazán que me enseñaba a montar y a nadar. En fin, creo que es una lista muy larga.

2001. -¿Qué puede decirnos de sus padres?

R. C. -Que eran y que son las mejores personas que he conocido. No creo haber disputado nunca con ellos.

2001. -¿Cuál es su ascendencia?

R. C. -Mi padre es argentino, hijo de granadinos. Mi madre vasca.

2001. -¿Son católicos?

R. C. -Sí, sobre todo mi madre, a quien considero uno de los pocos buenos ejemplos de espíritu y práctica cristianos.

2001. -¿Sus hermanos?

R. C. -Mayores que yo. Mi hermana profesora de artes plásticas. Mi hermano, publicista.

2001. -¿Cómo se ha llevado con ellos?

R. C. -Muy bien siempre.

2001. -¿Sus primeros maestros?

R. C. -Como todos los maestros. Salvo que eran religiosos.

2001. -¿Algo especial en su educación?

R. C. -No.

2001. -¿Ha tenido usted alguna novia o proyecta casarse?

R. C. -No he tenido novia, pero sí excelentes camaradas y compañeras admirables. No proyecto casarme.

2001. -¿Sus experiencias sexuales?

R. C. -No pienso responderle.

2001. -¿Cómo se definiría a usted mismo?

R. C. -Como una persona común, de espíritu religioso.

2001. -Sus seguidores afirman que es usted el Mesías. ¿Qué puede decirnos?

R. C. -En primer lugar, no admito seguidores sino amigos con quienes dialogo o a quienes explico mi punto de vista porque ellos así lo piden. En segundo lugar, eso de “Mesías” me resulta cómico. ¿Se imagina un mesías fumando cigarrillos negros o tomando café?

2001. -Sin embargo, la propaganda que han desplegado ciertos grupos en varias ciudades argentinas y en el exterior reitera sistemáticamente el tema del mesianismo.

R. C. -Vea, yo también he leído eso de “Silo es Cristo”. Me parece que más que engañar al público, esos grupos tienen un poderoso sentido del humor. Tal vez su intención sea la de provocar la discusión con los filisteos que al oír o ver escritas semejantes cosas, gritan con indignación. También he visto frases graciosas como está: “Silo es bueno” y en un colegio inglés esta otra: “Silo is good”.

2001. -¿Entonces usted no desconoce que existen grupos que lo apoyan?

R. C. -Desde luego que no. ¿Cómo impedir que lo hagan, cómo impedir por otra parte que otros grupos me difamen?

2001. -Se dice que usted ha formado tales grupos de apoyo.

R. C. -No señor, yo participé con varios amigos en la formación del grupo “Cronos”. Juntos hicimos nuestra experiencia espiritual en las selvas de Jujuy y luego nos separamos. No creo que en tan poco tiempo se hayan difundido tales experiencias como para formar una organización de apoyo.

2001. -No obstante hay numerosas organizaciones que dicen seguir su enseñanza de Escuela. Entendiendo por esto un sistema de técnicas espirituales distintas a las que usted explica para el grueso público en sus arengas. ¿Puede ampliar esto?

R. C. -En aquel grupo que le mencioné se hizo una seria búsqueda interior y en efecto se depuraron técnicas, pero luego cada cual se fue con lo suyo.

2001. -¿A qué atribuye que en sólo seis meses su nombre corra de un modo contradictorio y discutido?

R. C. -Creo que ése es tema para los sociólogos, no para mí.

2001. -¿De dónde surge toda la confusión que rodea al fenómeno Silo?

R. C. -Primeramente de la novedad del fenómeno mismo, eso sucede siempre. En segundo lugar, de la difamación sistemática que efectúan los elementos clericales. En tercer lugar, de la prensa títere que responde a dichos elementos. En cuarto lugar de la confusión propia de la época ¿o cree usted que la gente no está confusa con todo lo que sucede en el orden espiritual?

2001. -¿Qué hace usted para aclarar la confusión?

R. C. -Trato de explicar públicamente estas cosas; pero me lo prohíben y ahora trato de explicárselo a usted confiando en que lo publique.

2001. -¿Se considera un maestro espiritual?

R. C. -Pienso que cada uno es maestro de su propia conciencia. Hablando de esto, se me ocurre pensar en la cantidad de disfrazados que hoy circulan por el Occidente con el nombre de “maestros”. Cantidad de hindúes o criollos pero repletos de túnicas, barbas, melenas, sandalias, flores, etc. ¡Es toda una exposición! Karatekas, yoguis y cosas semejantes vemos a diario y en todos esos casos se maneja la venerable designación de “maestro”. Pienso que maestros como Jesús para ser aceptados en su época, en lugar de vestirse como ciudadanos vulgares deberían haberse disfrazado de egipcios o algo así. Bien, Cristo en su época disfrazado de egipcio como le digo, hubiera sonado tan falso como estos santones y gurúes ataviados a lo Cristo o a lo Buda en el momento actual.

2001. -¿Por qué se ha dicho de usted que es: peronista, comunista, fascista, sionista, masón, agente de Moscú, agente de la CIA, personero de Onganía, guerrillero, reformador social, farsante y Anticristo?

R. C. -¿No le parece que son demasiadas cosas para una sola persona? No se preocupe por lo que dicen. Fíjese más bien en quién lo dice y comprenderá a qué intereses responde el calumniador.

2001. -¿Creé usted en los OVNI?

R. C. -Sí.

2001. -¿Qué interpretación tiene?

R. C. -Basta que tengan validez psicológica para millones de personas para que constituyan un símbolo colectivo, una idea-fuerza de significativa importancia.

2001. -¿Cree posible la existencia de vida inteligente en otras regiones del Universo?

R. C. -Sí, aunque eso no tiene que ver necesariamente con el fenómeno OVNI.

2001. -¿Es cierto que coincidió el descenso del famoso OVNI de Mendoza con el aniversario de su detención en Jujuy, que el día de su arenga en Punta de Vacas se vio un OVNI en la cuidad y que el día que prohibieron su arenga en Jujuy apareció otro OVNI en esa región?

R. C. -Los diarios dijeron eso. Yo no vi nada.

2001. -¿Qué quieren significar algunos relacionando el día de su nacimiento (6 de enero) con la estrella de Belén?

R. C. -Pregúnteles a ellos.

2001. -¿Cree qué la estrella de Belén fue un OVNI?

R. C. -No he pensado nada sobre eso.

2001. -¿Por qué la revista de difusión interna de algunos grupos que lo siguen, se llama precisamente: “OVNI”?

R. C. -Me han dicho que esa revista es para consumo interno y que cuando sale al público es tan poco comprendida que se convierte automáticamente en un “Objeto volador no identificado”. Creo que es una de las tantas humoradas de ellos.

2001. -¿El hecho de que Mendoza esté a 33° latitud Sur como Belén a 33° latitud Norte, da pie a algunas personas para establecer relaciones?

R. C: -En todo caso no creo que sean relaciones legítimas.

2001. -¿No cree que con tantas “coincidencias” se esté elaborando a su alrededor un mito inteligentemente dirigido?

R. C. -Tal vez. Hay casualidades simplemente y hay quienes quieren encontrar un significado en ellas.

PREGUNTAS SOBRE LA CUESTION SOCIAL

2001. -Usted ha dicho que frente a la violencia hay que actuar pacíficamente. ¿Cree que así puede acabarse la injusticia?

R. C. -Vamos por partes. Cuando hablé el 4 de mayo sobre el pacifismo y la no-violencia, más de un comentarista regonzó diciendo que en una nación tranquila como Argentina ese planteo estaba de más. Desgraciadamente veinte días después ardía el país y la convulsión se generalizaba hasta el día de hoy. Los mismos que me decían que fuera a Viet-Nam a predicar la paz, hoy me dicen que la violencia es la única salida.
Ahora voy a su pregunta, respondiéndole con otra pregunta: ¿quién ha ganado con violencia? Vea, mientras los hindúes se tiroteaban con los ingleses, éstos no abandonaron su colonia, pero cuando Gandhi paralizó el país, los colonialistas tuvieron que irse.

2001. -Pero India no es Argentina.

R. C. -Ni yo soy usted. Le estoy poniendo un ejemplo.

2001. -¿Entonces, Luther King, es otro ejemplo que debería seguirse?

R. C. -No, señor. Luther King pretendía asimilar, hacer participar a los negros en un sistema injusto, mientras que Gandhi preconizaba la desobediencia civil frente al colonialismo, son dos situaciones y dos respuestas distintas.

2001. -¿Hay en América latina algún ejemplo?

R. C. -Siga usted a la junta del Perú y verá que por ahora, está produciendo modificaciones sociales importantes sin apelar a la violencia. En tal caso el Perú es un ejemplo que será seguido. Hoy Bolivia, mañana quien sabe…

2001. -Concretamente, en nuestro país, ¿cuál es el camino?

R. C. -Soy un mal observador político, porque de hecho no es mi tema pero tengo la impresión de que si este gobierno se viera fuertemente apoyado por el pueblo, intentaría audaces cambios. Pero mientras sea bombardeado por todos los sectores políticos ¿en quién puede apoyarse? Los partidos políticos siempre capitalizan a su favor las esperanzas del pueblo. No creo en ningún partido.

2001. -¿Vale esto para el peronismo?

R. C. -El peronismo no es un partido sino un movimiento.

2001. -¿Vale entonces para el sindicalismo?

R. C. -No señor, el sindicalismo es una de las fuerzas dinámicas más importante del país.

2001. -¿Cómo puede organizarse un sistema democrático sin partidos?

R. C. -No sé que idea tiene usted de la democracia. De todas maneras no estoy diciendo que haya que abolir los partidos, sino que hay que alejarse de ellos, que hay que provocar el “vacío” en sus cuadros, que es necesario no avasallar sino ignorar, desoír a los políticos. Cuando en una nación se generaliza el “vacío” a un sistema de poder, tarde o temprano cae por su propio peso.

2001. -¿Cuál es su esquema de la sociedad futura?

R. C. -Nada de esquemas, ni declaraciones de principios, ni programas, ni plataformas partidarias. Basta que las grandes mayorías estén de acuerdo en qué cosas no quieren, para que de ese descontento y de esa dinámica surja una nueva concepción adecuada a las circunstancias.

2001. -¿Debemos entender que los grandes sistemas políticos como el comunismo o el capitalismo, precisamente por sus propagandas ya no corresponde a las necesidades actuales?

R. C. -Exactamente. Vea como se desintegran en todo el mundo las izquierdas, los centros y las derechas. Vea en este mismo país. Si un hombre “alienado” por la situación actual diseña el futuro, diseñará un futuro también alienado. Por consiguiente, importa el vacío político, lo denuncia pública de la injusticia, de la acción no violenta, pero no los esquemas del futuro sino la acción de hoy.

2001. -¿La violencia se refiere solo a la acción física?

R. C. -Hay una violencia física, una violencia económica, una violencia racial y una violencia religiosa.

2001. -¿Cómo se plasma lo que usted propone?

R. C. -Eso se refiere más bien a la acción personal que a los problemas sociales, de los que soy un pésimo observador. Confío en que la gente con talento puede superar con creces las fallas que padecemos otros.

PREGUNTAS SOBRE LA CUESTIÓN RELIGIOSA

2001. -¿Cómo definiría su religión?

R. C. -Como religión interna.

2001. -¿De qué modo puede sentirse a la divinidad sin el aparato formal de un culto?

R. C. -Solamente mediante la meditación o la contemplación de las grandes leyes del Universo.

2001. -¿Cree usted que puede contarse con una Moral?

R. C. -No mienta, no mate, no robe, sea fiel, lleve la paz en usted mismo y llévela a los demás. Si hace esto será un buen hombre aunque no crea en Dios, en el cielo o en el infierno.

2001. -¿Y si quisiera perfeccionarse?

R. C. -Debería pensar, sentir y actuar de la misma dirección.

2001. -¿Puede explicar eso?

R. C. -Con un ejemplo: un hombre piensa en la revolución pero ama a su vecina y finalmente se dedica al automovilismo. Esto es más frecuente de lo que uno cree. Si ese hombre piensa en la revolución, también la quisiera y actuará en consecuencia, sería un hombre armonizado aún cuando no compartiera yo sus métodos.

2001. -¿Puede considerarse entonces al Che Guevara como un hombre “armonizado”?

R. C. -Efectivamente. Pensó, quiso y obró en la misma dirección. ¿Se le puede negar integridad?, claro que no. A veces esa unidad interior se contrapone al no mentir, no matar, no robar, llevar la paz, etc., por eso opino que debe buscarse la armonía interna una vez que se cumpla con los principios anteriores. Comenzar al revés puede llevarnos a serios excesos.

2001. -¿Cuál sería un punto importante de su sistema?

R. C. -Superar el deseo.

2001. -¿Por eso debe aislarse la gente en la montaña?

R. C. -Por supuesto que no, a cada uno su propia medida.

2001. -¿En qué consiste la técnica de la concentración trascendental?

R. C. -Oh, no se haga problemas. Vamos a lo más simple, viva su hoy, viva su instante, recuérdese a usted mismo, eso es lo que importa. Estamos acondicionados por la educación y la sociedad en que vivimos, es necesario desacondicionarse para ser libres, pero esto no puede lograrse si uno no se observa a sí mismo.

No compliquemos las cosas, sea conciente de usted mismo en cada acto que realiza y lo demás vendrá solo como consecuencia de lo anterior.

2001. -Usted habla de no-violencia pero sus críticas a la Iglesia Católica han sido consideradas por muchos como un tanto violentas.

R. C. -No-violencia, no debe interpretarse como resignación o cosa semejante. La no-violencia es una forma de resistencia activa y si no va acompañada por denuncia pública de la injusticia, es en realidad cobardía.
Cuando denuncio públicamente a los sacerdotes filisteos (no a la Iglesia Católica que no me interesa) lo hago recalcando siempre lo mismo: ¡que repartan todos sus bienes entre los pobres! Eso lógicamente los indigna porque están convencidos de que su reino es de este mundo.

2001. -¿Pero y los curas jóvenes y los post-conciliares?

R. C. -No se deje engañar: un cura más otros cura hacen dos curas, poco importa que uno sea de la línea oligárquica y el otro de la línea politiquera. ¡Que repartan hasta el último centavo y recién entonces hablaremos del tercer mundo y todo aquello! Han tenido dos mil años de plazo para corregir el rumbo y no lo han hecho, si ahora se les está cayendo la mampostería no por eso debo pensar que han cambiado.

2001. -Si su prédica es esencialmente religiosa, ¿por qué prohíben su palabra?

R. C. -Esa es un pregunta muy interesante. Observe: los católicos dependen del Vaticano, los mormones de Estados Unidos, los protestantes de Estados Unidos o de Inglaterra y todos ellos se reúnen, se agrupan, predican y nadie los molesta. Es más, ese imperialismo religioso, de conducción foránea a la América Latina, se permite difamar desde los púlpitos y calumnian a través de sus órganos pantalla: cursilismo, acción católica, movimiento familiar cristiano, etc. Nosotros amigo mío, hemos nacido aquí y no dependemos del extranjero y a nosotros se nos proscribe y calumnia en nuestra propia tierra.

2001. -¿Quiere agregar algo más?

R. C. -Sí, no debo nada a nadie ni me deben a mí, estamos por consiguiente en paz.

2001. -Una última pregunta: ¿cree que ha fracasado?

R. C. -Tal vez. Deje que el tiempo le responda.

Mario Rodríguez Cobo, más conocido como Silo. Nació el 6 de enero de 1938 en la cuidad de Mendoza. Soltero, 68 kilos, 1.78 de estatura. Moreno. Se destacan sus grandes ojos verdes.

Educado en un colegio religioso durante doce años. Al terminar su bachillerato, recibe cuatro distinciones de marcado contraste: medalla de Religión y trofeos al mejor gimnasta, al mejor ajedrecista y al campeón de pelota en el colegio.

A los 18 años publica su primer libro, una suerte de novela de anticipación. A los 19 años concluye un ensayo de descripción fenomenológica que titula: “La Fuga” y simultáneamente compone la letra de una ópera para música dodecafónica. A los 22 años su primera obra de teatro: “Los Nadaístas”, resumen de sus experiencias por varios países de América. Se consagra en su época campeón mendocino y cuyano de gimnasia en grandes aparatos y al año siguiente obtiene el más elevado porcentaje en el Torneo Nacional de Gimnasia con 9,33 en caballete.

Entre tanto hace su pasaje por Derecho en Córdoba y luego se inscribe en Ciencias Políticas y Sociales en Mendoza. Allí traduce para sus profesores un par de obras de Sociología y Psicología social, del francés y del italiano.

Sobreviene su viaje a Europa cuando tiene 24 años. Escribe dos obras: “Historia del Silo XX” y “Ética existencial”. Aprende Esperanto y compone dos series de fragmentos al estilo presocrático en dicha lengua: “Microkosmo” y “Macrokosmo”.

A los 27 años deja Ciencias Políticas (con el más brillante promedio en su curso) y su empleo en una compañía alcoholera en Mendoza. Se instala con un grupo de doce compañeros en plena selva de Jujuy en un campo que adquirieron a bajo precio. Allí desmontan el bosque y construyen una casa mientras trabajan el agro. Son detenidos el 23 de agosto de 1966 y quedan incomunicados durante diez días sin aclararse jamás cuál es la acusación concreta. Luego viene la tifus y nueve del grupo caen en serio estado de peligro. Su fortaleza física se manifiesta en esa ocasión como a lo largo de su vida en la que aparece una sola enfermedad: el sarampión cuando muy niño.

Terminada la capacitación del grupo (que luego es conocido como “Cronos”) sus miembros se dispersan.

Regresa a su empleo en la compañía alcoholera. Abandona su puesto de gerente el 1° de enero de este año, deja todo y se retira a la montaña a 3.000 m de altura a un terreno alquilado a $1.000 por año.

Construye allí su morada de piedra y vive aislado durante cuatro meses. Es detenido nuevamente.

Sus amigos ascienden hasta la ermita de piedra y lo invitan a explicar en público su doctrina. Así lo hace en Santiago de Chile y regresa a su refugio. Se lo invita nuevamente y entonces da su famosa arenga del 4 de mayo en Punta de Vacas en plena cordillera de los Andes a 160 kms. de Mendoza. Desde ese momento arranca la fama de “Silo”.

Se lo invita nuevamente a hablar a sus seguidores y así trata de hacerlo en una propiedad privada a 20 kms. de distancia de San Salvador de Jujuy (Yala) pero la policía impide el acto.

Nueva invitación, esta vez a un barrio obrero en los alrededores de Córdoba. La policía prohíbe el acto y se produce un descomunal desorden entre las fuerzas de seguridad y los “siloístas”, terminando 60 de éstos detenidos.